Guía y recomendaciones para viajar a Roma
Esta guía debería titularse realmente cómo no perder la paciencia entre ruinas, iglesias, turistas y helados.
Mucha gente durante mi último viaje, estaba fascinada con tanto contenido, pero es que en Roma, das dos pasos y ya te encuentras con algo. ¡Tiene tanto patrimonio, que realmente puedes acabar saturado!
Era mi cuarta vez en la capital italiana, sin embargo, esta vez en lugar de volver a hacer el típico viaje express de 4 días, me quedé 2 semanas para descubrirla en profundidad.
En este artículo, rompemos con clichés e intentaré mostrarte las muchas caras de Roma para que puedas planificar el viaje como a ti te gusta.
La mayoría de las guías con las que me encontré ordenan de más a menos importante los monumentos y me parece una auténtica tontería.
Aquí, iré contándote qué ver barrio a barrio para que no se te escape nada y, de paso, te daré algunos consejos de supervivencia que sólo se aprenden después de haber sudado bajo el sol romano o de haberte perdido tres veces buscando la parada de autobús.
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Qué ver y hacer en Roma barrio a barrio
Centro histórico de Roma
En el centro histórico es donde se concentran algunos de los monumentos más icónicos de la ciudad, esos que has visto en películas, libros y hasta en portadas de cuadernos escolares.
Aquí es donde Roma se luce con sus cartas más potentes y donde chocarás con millones de turistas venidos de todas partes del mundo. ¡Toca armarse de paciencia e ir muy mentalizado con la locura del turismo masivo!
Mi recomendación es que recorrar esa zona en mínimo 2 días.


El Coliseo
Visitar Roma sin ver el Coliseo, vendría ser como marcharse de París sin ver la Torre Eiffel.
Sólo verlo desde fuera os sacará una enorme sonrisa… ¡Es icónico! Ahora bien, a pesar de que ya había entrado hace años en Coliseo, volver a hacerlo en 2025, es realmente como viajar en el tiempo…
Este mítico anfiteatro, inaugurado en el año 80 d.C., podía acoger hasta 50 000 personas y era el lugar perfecto para un día de “ocio” en la antigua Roma, entendiendo ocio como ver luchas de gladiadores, ejecuciones y espectáculos con animales.




En la actualidad, las entradas al Coliseo son limitadas. No se pueden comprar allí, tienes que comprarlas en Internet.
En la web se ofrecen una gran multitud de opciones.
- Puedes acceder a la primera y segunda planta (en la segunda planta ahora un pequeño museo). En este caso tu visita está limitada a unos 45 minutos para verlo todo (más que suficiente)
- Puedes acceder a la primera, segunda planta y a la arena. En este caso, tu visita está limitada a hora y media.
- Puedes acceder a la primera, segunda planta, a la arena y a los subterráneos (donde estaban los camerinos de los gladiadores y los animales). En este caso, tu visita está limitada a hora y media.
Mi recomendación es que al menos cojas la entrada con la arena incluida, porque merece la pena. Desde la arena, tienes una perspectiva de cómo se podía sentir los luchadores y es realmente impactante.
Recuerda que tienes que estar al menos 30 minutos antes de tu hora de entrada al Coliseo y que te dejan entrar 15 minutos antes del horario indicado en tu entrada (puedes imprimirla o enseñarla en el móvil).
También tienes la opción de comprar entradas que combinan los Foros y el Palatino, con el Coliseo. Una opción también muy interesante porque ahorrarás tiempo y dinero.
Prepárate para las colas y para los controles de seguridad. Es una zona bastante segura porque hay policía, pero no bajes la guardia con tus pertenencias porque puede haber carteristas en medio de tanta multitud.
Los foros: Palatino, Romano e Imperial
Al salir del Coliseo, la visita más lógica es a los Foros, el corazón político, religioso y social de la antigua Roma.
Lo que nadie te cuenta es que realmente es una extensión muy amplia y que hay realmente 3 foros.
Si compras la entrada combinada, tienes la opción de hacerlo en dos días y no pegarte el atracón de golpe. Puedes visitar el Coliseo un día, y los Foros otros.
El Palatino es especialmente interesante porque, según la leyenda, aquí vivieron Rómulo y Remo, y también porque ofrece unas vistas espectaculares del Foro Romano.
Aquí también tienes varias opciones de entrada. La entrada básica te permite recorrer las ruinas, pero si coges la opción “Super Plus”, podrás acceder a edificios que personalmente me han parecido fascinantes como la Casa de Augusto, la Casa de Livia o la Loggia Mattei.






El Foro Romano, es la parte más famosa que has visto miles de veces en tus libros de historia y de arte.
El Foro Imperial, más reciente, muestra el esplendor de Roma en época de Trajano (allí se encontrarás su famosa columna) y Augusto. Nota: Actualmente esta zona está totalmente en obras ya que, con la ampliación del metro, se han encontrado más vestigios…
Muy importante: lleva agua, gorra y paciencia: es fácil que te sientas un poco perdida entre tanta columna caída.
Apenas hay carteles informativos así que si eres un apasionado de la historia, te recomiendo que contrates un tour guiado para enterarte bien de lo que estás viendo.






Museos capitolinos
Junto al Foro se encuentra la Plaza del Campidoglio, diseñada por Miguel y los Museos Capitolinos, considerados el museo público más antiguo del mundo.
Aquí puedes ver desde esculturas icónicas como la Loba Capitolina hasta pinturas renacentistas.
Es un buen plan para un día de calor sofocante o lluvia.
Además, desde la terraza tendrás una vista panorámica preciosa del Foro Romano.
Este museo es realmente muy interesante, pero bastante pequeño. Te llevará aproximadamente una hora recorrerlo entero.







Monumento Vittorio Emanuele
El Monumento a Vittorio Emanuele II, en la plaza de la República, también conocido como “la máquina de escribir” o “la tarta de boda”, es un gigantesco homenaje al primer rey de la Italia unificada.
Aunque su estilo divide opiniones, subir a su mirador te regala una de las mejores vistas de la ciudad.
Por dentro, además, encontrarás el Museo del Risorgimento, que explica la unificación italiana.
Y sí, aquí también hay bastante seguridad, aunque el trasiego de turistas hace que debas estar atento a tus pertenencias.
San Pietro in Vincoli
A pocos minutos del Coliseo, esta iglesia es famosa por albergar la escultura de Moisés de Miguel Ángel, una de sus obras maestras.
La entrada es gratuita, y es un remanso de paz después de las multitudes del Coliseo ya que no es tan visitada.
Si eres amante del arte, apreciarás los detalles de la escultura y el ambiente recogido de la iglesia. Eso sí, los horarios son un poco cambiantes, así que conviene comprobarlos antes de ir.


Municipio I de Roma
¿Ya te has cansado de tanta ruina romana? El Municipio I, que no está muy lejos, es el alma fotogénica de Roma.
Aquí encontrarás las plazas y fuentes más instagrameables… y seguirás rodeado de millones de turistas de todo el planeta que han venido a hacer lo mismo que tú.
Un buen paseo por este barrio… un día entero.
Fontana di Trevi
La fachada barroca más famosa de Roma mide nada más y nada menos que 40 metros de largo.
Al estar en el cruce de tres calles, la primera vez que la vi, me sorprendió que la plaza en la que se encuentra parezca tan diminuta.
Mentalizaos, indiferentemente a la hora a la que vayáis, siempre os encontraréis aquello lleno de turistas (¡incluso de noche, no seáis ingenuos!). En 2025 han instalado unas vallas y hay que hacer cola para poder acercarse a la fuente y tirar la monedita como manda la tradición…

Panteón
Construido hace casi 2 000 años, su cúpula sigue siendo un misterio arquitectónico: sin hormigón armado, sin acero y aún así perfecta.
En el centro, el óculo (un agujero de casi nueve metros) deja entrar la luz… y a veces la lluvia. El suelo tiene un sistema de drenaje para cuando llueve, así que si ves goteras no te preocupes, es parte del diseño original.
La entrada es gratuita (anque puedes pagar para acceder más rápidamente a ella) y, si vas temprano, podrás disfrutarlo con menos gente (menos, no vacío, porque vacío nunca está).
Dentro están enterrados personajes como el pintor Rafael.
Piazza Navona
Construida sobre el antiguo estadio de Domiciano, su forma ovalada recuerda sus orígenes como lugar de competiciones deportivas.
Hoy está llena de artistas callejeros, terrazas y tres fuentes espectaculares, siendo la más famosa la Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini.
Siéntate en un banco con un helado y dedica un buen rato a observar el ir y venir de gente.
Por la noche, la iluminación le da un aire aún más romántico.




Escaleras de Piazza de Spagna
Subir las escaleras de Plaza de España es otros de los rituales más turísticos de todo aquel que visita Roma por primera vez.
Las 135 escaleras llevan hasta la iglesia de Trinità dei Monti y, desde arriba, tendrás una de las vistas urbanas más icónicas de Roma.
Eso sí, recuerda que está prohibido sentarse a comer o beber en las escaleras, y las multas no son baratas.
Muy cerca, en la Vía dei Condotti (una de las calles más caras de Roma), está el Café El Greco, un histórico café literario que ha visto pasar a escritores, artistas y viajeros durante más de dos siglos.
Perfecto para tomarte un respiro, aunque los precios son altos (14 euros para un cappuccino en 2025). ¡Pagas tanto el café como la historia!
Si te pilla esta visita a la hora de comer, ahí te van 2 recomendaciones culinarias: Pastificio Guerra es un pequeñísimo local de pasta en Vía della Croce para llevar que ofrece a diario 2 tipos de pasta fresca, cada uno con una salsa casera. Por 5 euros, tendrás una abundante ración. Abren a la 13 y ya es un secreto a voces entre los turistas, así que prepárate para hacer cola. Justo en frente se encuentra Pompi Tiramisú, un lugar especializado en estos postres. Comer por 10 euros… ¡Todo una triunfada!


Largo di Torre Argentina y el barrio de Monti
El Largo di Torre Argentina es una plaza arqueológica que guarda un secreto: aquí fue asesinado Julio César en el año 44 a.C.
Hoy, además de ruinas romanas, hay un santuario de gatos que viven entre las columnas y los restos antiguos. Un sitio curioso y muy fotogénico.
La protectora se encuentra en uno de los laterales de las ruinas y allí se encuentran los gatos en los días de más calor. Son muy estrictos con los turistas para que los animales no se vean alterados por todo el jaleo.
Junto al Largo di Torre Argentina se encuentra el barrio de Monti, mencionado en muchas guías de Roma, por ser supuestamente más auténtico y bohemio.
Su estética es muy parecida al Trastévere, pero “teóricamente” esta zona es mucho menos turística. Por las calles de Via Panisperra y Vía Baccina encontrarás locales más pequeños, tiendas retro y de artesanía.
El Vaticano (y alrededores)
El Vaticano es el país más pequeño del mundo y, a pesar de su tamaño, concentra una de las mayores colecciones de arte y arquitectura del planeta.
No importa si eres creyente o no: aquí hay tanto que ver que terminarás impresionado.
La visita a la basílica te llevará al menos una-dos horas (si subes a la cúpula) y los museos vaticanos al menos 2 horas.
Basílica de San Pietro
La Basílica de San Pedro es simplemente majestuosa.
Su cúpula, diseñada por Miguel Ángel, domina el horizonte romano.
La entrada es gratuita, pero prepárate para colas largas, especialmente en temporada alta.
El interior es tan grandioso que cuesta asimilarlo todo: esculturas, mosaicos, altares… y la famosa Piedad de Miguel Ángel.
Si tienes tiempo (y fuerzas), sube a la cúpula.
La vista de la Plaza de San Pedro y de Roma es espectacular, aunque el último tramo de subida es estrecho y algo claustrofóbico.
Importante: en la actualidad (2025) el acceso a la Plaza de San Pedro está vallado y muy controlado. La cola para acceder a la Basílica de San Pedro se hace a través de la Vía de la Porta Angelica y tienes que pasar un control. Evita ir los miércoles por la mañana si no quieres coincidir con la audiencia papal y el caos que genera.
Por otro lado, ten en cuenta que, en Roma, el tiempo es dinero. La entrada a la Basílica es gratuita, pero, si dispones de muy poco tiempo, existe una cola preferente por el módico precio de 7 euros.
¡Lleva agua, protección solar y una sombrilla, porque, aunque la cola va rápido, no hay sombra!







Museos vaticanos y jardines
Los Museos Vaticanos son una maratón artística: más de 7 kilómetros de galerías con piezas que van desde arte egipcio hasta obras maestras del Renacimiento.
La Capilla Sixtina es el gran final, y sí, es impresionante, pero también suele estar abarrotada. En el único lugar de los museos en los que no se pueden sacar fotos ni vídeos (hay vigilantes de seguridad).
En el Vaticano, también el tiempo es dinero. Puedes reservar online la entrada a los Museos sin guía o con guía, pero si vas con tiempo, también hay una cola para gente sin entradas. La entrada te costará la mitad que si las reservas online.
Recomendación: la mayoría de la gente suele ir a primera hora, así que mi apuesta es que intentes ir a las horas de la comida (de 12 a 15) o durante las últimas antes del cierre (el museo vende entrada hasta las 17 ya que la última franja horaria es la 18).
En este museo, te recomendaría mínimo estar dos horas, aunque realmente se puede pasar muchísimo más tiempo en él.
Si quieres algo más tranquilo, los Jardines Vaticanos son un respiro de paz, aunque sólo se pueden visitar con tour guiado.










Castillo Sant’Angelo
A orillas del Tíber, a un paso del Vaticano, se encuentra el curioso Castillo Sant’Angelo.
Ha sido mausoleo, fortaleza, prisión y residencia papal. Hoy es un museo y un lugar perfecto para disfrutar de una vista panorámica del Vaticano y el río.
Personalmente mi mirador preferido.






Barrio Trastévere
Trastévere solía ser el barrio bohemio, colorido, lleno de callejuelas con ropa tendida, restaurantes, terrazas y cafés.
Su ambiente solía ser más relajado que ahora en 2025, pero no deja de ser un barrio interesante e ideal para explorar a pie.



Iglesia de Santa María in Trastevere
En el corazón del barrio está la Basílica de Santa María in Trastevere, una de las iglesias más antiguas de Roma. Es gratuita así ue su interior con mosaicos dorados bien merece la pena una parada.
Piazza di Fiori y Galería Spada
Antiguamente la Piazza di Fiori también tenía muchísimo más encanto… ¡Y flores! En 2025 ya te encontrarás con un mercado totalmente pensado para los turistas.
Eso sí, si interesa comprar souvenirs, puede ser el lugar perfecto para comprar especies, pastas de colores y otras muchas cosas preparadas para llevar regalos a tus seres queridos.
Si te coincide pasar, cerca de aquí, también se encuentra la Galería Spada con la famosa “Perspectiva Forzada” de Borromini, que hace que un pasillo parezca mucho más largo de lo que es.


Iglesia de Santa María in Cosmedin (Bocca della Verità)
A pocos minutos andando del Trastévere también encontrarás encontrarás una de las atracciones más fotografiadas de Roma: la Bocca della Verità.
La cola suele ser larga a todas horas, pero suele ir rápido. Además si viajas solo, ahora han puesto a un muchacho muy atento que se encargará de sacarte todas las fotos que quieras.
Una vez allí, no dejes de entrar también en la iglesia de Santa María in Cosmedin. Es sencilla pero realmente especial. La pobre suele pasar desapercibida frente a su famosa vecina de piedra.



Barrio judío y Circo Márcelo
El barrio judío de Roma, que se encuentra alrededor de la Vía della Reginella y la fuente de las tortugas, es interesante, pero si vas a Roma con poco tiempo puedes saltártelo.
Muy cerca está el Circo Márcelo, una estructura parecida al Coliseo pero más antigua, que en su día se usaba para espectáculos.



Isola Tiberina
En medio del río Tíber, esta pequeña isla está conectada a ambas orillas por puentes peatonales. Tiene un hospital y una iglesia, y en verano suele acoger un cine al aire libre. Es un buen lugar para descansar un rato y disfrutar de las vistas del río.
Personalmente me parece un sitio con mucho encanto.



Mirador de Gianicolo
Si tienes una buena cámara (y tienes la suerte de que ese día han podado los árboles), puedes subir al Gianicolo, el mirador del Trastévere.
Desde ahí se ven las cúpulas, los tejados de la ciudad, aunque desde bastante lejos y, en días despejados, hasta los montes que rodean la ciudad.
Cada día al mediodía se dispara un cañonazo simbólico, tradición que se mantiene desde el siglo XIX. No asustes si lo oyes de repente.
Otra alternativa es que simplemente subas la escalinata que se encuentra junto a la Real Academia de España en Roma y disfrutes de las vistas sobre el Trastévere desde allí.
Cerradura Orden de Malta
¿Un lugar escondido de Roma…? ¿O UNA TRAMPA PARA TURISTAS?
Hace unos años se corrió el secreto a voces de que hay una puerta verde en la Plaza de los Caballeros de Malta, en la colina del Aventino y que, si miras por su cerradura, verás enmarcada la cúpula de San Pedro, perfectamente alineada.
Esa es la teoría, pero la realidad es que ahora mismo hay una larguísima cola de gente para hacer esa foto.
Yo me negué a perder tiempo allí, pero eso sí, el barrio “pijo” de la colina del Aventino me pareció desde luego un lugar curioso, jeje.


Alrededor de Jardines Borghese
Si el centro histórico es un museo al aire libre, esta zona es mucho más refinada.
Aquí se mezclan naturaleza, arte y vistas panorámicas de postal.
Es ideal para dedicarle una mañana o tarde entera, especialmente si necesitas una pausa del ruido y el tráfico de la ciudad.
Jardines y Galería Borghese
Los Jardines Borghese son un oasis en mitad de la ciudad. Puedes pasear entre avenidas arboladas, alquilar una bici o simplemente tumbarte en el césped con un libro.
Es un lugar seguro y tranquilo y desde el mirador Janículo tienes unas maravillosas vistas de la ciudad (a evitar durante los atardeceres porque se llena de turistas).




En el corazón del parque está la Galería Borghese, una de las colecciones de arte más impresionantes de Roma (definitivamente mi museo preferido de Roma).
Alberga obras maestras de Bernini, Caravaggio y Canova, entre otros.
La entrada se reserva con antelación, ya que el aforo es limitado, y créeme: merece la pena planificarlo. Si dispones de más tiempo, también es posible comprar la entrada en la taquilla, pero la cola suele ser larga.







Piazza del Popolo y su mirador
Muy cerca de allí se encuentra la Piazza del Popolo, presidida por un obelisco egipcio y rodeada de iglesias gemelas.
Es amplia, luminosa y un punto perfecto para empezar o acabar un paseo por esta zona.
Desde la plaza, sube hasta el mirador del Pincio.
Desde allí tendrás una vista muy chula a la Plaza y no suele haber tanta gente como en el mirador anterior.



Museo Etrusco
Si dispones de tiempo, no muy lejos de Galería Borghese, se encuentra Villa Giulia que alberga en la actualidad el Museo Nacional Etrusco.
Si eres un gran amante de la historia, no te puedes perder esta antigua residencia papal que posee una colección impresionante de la civilización anterior a la Roma imperial.
El museo se puede ver perfectamente en una hora y, desde luego, en la actualidad es una pequeña joya desconocida por la mayoría de los turistas.




Barrio de Termini
Termini no es un barrio especialmente bonito, pero sí un importante núcleo de comunicación de la ciudad.
Aquí verás una Roma más cotidiana, menos de postal y más funcional, pero también con joyas escondidas.
Plaza Barberini
La Plaza Barberini es conocida por la Fuente del Tritón, obra de Bernini, y por ser un punto estratégico para moverse en metro.
Basílica de Santa María delle Neve (Santa María la Maggiore)
Cerca de Termini está la Basílica de Santa María la Maggiore, una de las cuatro basílicas papales de Roma, famosa por sus mosaicos dorados y su mezcla de estilos arquitectónicos.
Personalmente me parece que tiene un encanto muy especial.
Allí es dónde se encuentra actualmente enterrado el Papa Francisco.



Mercado Central de Roma
Dentro de la estación de Termini encontrarás el Mercado Central, un espacio moderno con puestos de comida italiana e internacional.
Es ideal para comer algo rápido, pero de calidad antes de coger un tren, un bus turístico o después de un día de turismo.


Otros lugares apartados del centro de Roma
Roma es mucho más que su centro histórico, y si tienes tiempo extra (más de 4 días porque, como has podido ver hay mucho dónde elegir), vale la pena salir de las rutas habituales para descubrir otros lugares interesantes.
Catacumbas de Roma
Roma no sólo es historia a cielo abierto, también bajo tierra. La ciudad es un queso gruyere con kilómetros de pasadizos que sirvieron como cementerios y lugares de culto para las primeras comunidades cristianas.
Se calcula que hay más de 60 catacumbas conocidas, pero hay pocas están abiertas al público.
Las más destacadas son las Catacumbas de San Calixto (son a las que fui y la verdad es que la visita me pareció espectacular). Situadas en la Via Appia Antica, fueron el cementerio oficial de la Iglesia de Roma en el siglo III. Albergan la “Cripta de los Papas” y decenas de mártires.
Las visitas en varios idiomas son guiadas (¡Podrías tranquilamente perderte dentro!), está prohibido sacar fotos o filmar y se recomienda llevar ropa de abrigo porque allí abajo la temperatura cae a unos 15 grados.
Sin embargo, también están las Catacumbas de San Sebastián (más pequeñas que las de San Calixto, pero igualmente interesantes), las Catacumbas de Domitila (las más extensas, pero a unos 2 km fuera de la Via Appia), las Catacumbas de Priscila (en la Via Salaria) y las Catacumbas de San Agnese (junto a la Basílica de Santa Inés Extramuros, las más pequeñas).
Ostia Antica
A media hora en tren desde Roma (estación Roma Porta S. Paolo, junto al metro Pirámide) está Ostia Antica, una antigua ciudad portuaria romana sorprendentemente bien conservada.
Es como una Pompeya menos abarrotada: calles, mosaicos y edificios que te transportan directamente a la vida cotidiana de hace dos mil años.
Puedes hacer la visita con audioguía de pago o simplemente tienes paneles explicativos por todo el recinto.
Personalmente es un lugar que disfrute muchísimo porque merece la pena y… ¡Apenas hay gente!





San Pablo Extramuros y San Juan de Letrán
En Roma, las basílicas papales no son sólo templos de gran tamaño: son los principales lugares de culto del catolicismo, con un rango superior al de cualquier otra iglesia del mundo. Ya hablamos de 2 de ellas: la Basílica de San Pedro (en el Vaticano) y la Basílica de Santa María la Mayor (muy cerca de Termini).
Si dispones de tiempo y no has hecho aún una sobredosis de arte, te recomiendo acercarte también a la Basílica de San Pablo, la segunda más grande de Roma después de San Pedro y la Basílica de San Juan de Letrán (la catedral oficial de Roma y la sede episcopal del Papa como obispo de la ciudad). Es la iglesia más antigua de Occidente, fundada en el siglo IV por el emperador Constantino).
Todas ellas son gratuitas, pero recuerda que se exige llevar los hombros y las rodillas cubiertas y, que es necesario pasar por un control de seguridad antes de acceder a ellas.





Museo Maxxi
Quizás, esto es que no es lo primero en lo que piensas cuando hablamos de Roma, pero, desde luego, si eres artista, arquitecto o diseñador, no te puedes perder el Museo Nacional de Arte del Siglo XXI.
El edificio posee líneas contemporáneas, obra de la arquitecta iraquí Zaha Hadid, y sus exposiciones de arte actual son una auténtica pasada.



Circo Máximo y Termas de Caracalla
Un poco más apartados de centro, se encuentran otros dos vestigios de los que habrás oído muchísimo hablar.
El Circo Máximo, en su día podía albergar hasta 300 000 personas para las carreras de cuadrigas y las Termas de Caracalla, a las que podían acudir hasta 8000 personas, son en la actualidad unas de las ruinas más impresionantes de Roma.
Sin embargo, aunque son impresionantes por lo que representan, no son visitas que te recomiende especialmente.
En ambos casos, lo que te recomiendo es que las visites a la ocasión de algún espectáculo que pueda haber en ellas.


Consejos prácticos para viajar a Roma
Cómo llegar a Roma desde el Aeropuerto
Desde Fiumicino (Leonardo da Vinci), el más grande y habitual, tienes el tren Leonardo Express (directo a Termini en unos 32 minutos) o trenes regionales más económicos que paran en estaciones intermedias como Trastevere o Ostiense.
También hay autobuses que tardan entre 45 y 60 minutos, y taxis con tarifa fija (55 euros en 2025).
Desde Ciampino, más usado por aerolíneas de bajo coste, no hay tren directo: lo más práctico es tomar un bus hasta la estación de metro Anagnina y desde allí llegar al centro, o un autobús directo a Termini.
Cómo moverse por Roma
Moverse por Roma es, en sí mismo, una experiencia. A veces fascinante, a veces desesperante y agotador.
Lo bueno es que el centro histórico es bastante compacto y casi todo se puede recorrer a pie.
Lo malo… es que hacerlo implica lidiar con adoquines, suciedad y tráfico.


A pie
Roma es una ciudad para caminar, aunque no siempre para caminar cómodamente. Los adoquines, llamados sanpietrini, son preciosos para las fotos, pero no para tus tobillos, así que lleva calzado cómodo y con suela flexible.
Los pasos de cebra existen, pero a veces parecen decorativos: la pintura suele estar desgastada y los conductores no siempre paran. El truco local es hacer contacto visual con el conductor y cruzar con paso decidido (sin correr, pero sin dudar).
Buses
El sistema de autobuses de Roma es un misterio que ni los propios romanos terminan de comprender. Las rutas existen, pero los horarios son orientativos. El tráfico hace que los retrasos sean la norma y que a veces pasen dos buses seguidos después de 20 minutos de espera.
Las apps oficiales y Google Maps fallan casi siempre, así que lo mejor es tomárselo con filosofía y planificar con margen.
Los tickets de bus/metro/tranvía se pueden comprar en los quioscos o en las estaciones de metro. Son válidos para hasta 100 minutos de viaje. Si lo prefieres, también es posible pagar con tarjeta de crédito/débito (siempre la misma tarjeta preferentemente para los trasbordos).
Metro y tranvía
Roma tiene sólo tres líneas de metro, así que no esperes llegar a todas partes con él. Lo bueno es que es bastante fácil de usar y suele ser puntual.
El tranvía (7 líneas) cubre algunas zonas no tan céntricas, pero tampoco es la solución más rápida.
Errores con Google Maps
Roma es una ciudad de calles estrechas, plazas sin nombre visible y edificios que parecen repetirse.
Google Maps funciona… pero no siempre interpreta bien las rutas peatonales.
A veces te manda por caminos absurdos o te hace dar vueltas innecesarias.
Mi consejo: combina la app con tu sentido de orientación y, si te pierdes, considéralo parte del viaje.
Buses turísticos
Si dispones de poco tiempo en Roma, desde luego, tienes una gran oferta de buses turísticos para recorrer la ciudad cómodamente sentado.
Dónde comer en Roma
En Italia en general, no es fácil no comer bien.
Sin embargo, Roma, al ser extremadamente turístico, se ha vuelto habitual ver mucho “menú turístico” dónde no podrás probar realmente comida auténtica y casera.
Evita los restaurantes con fotos de los platos en la puerta o con camareros insistentes fuera intentando convencerte de entrar. Son casi siempre caros para la calidad que ofrecen.
En mi mapa encontrarás varias recomendaciones gastronómicas que me han hecho autóctonos.
Además, la gastronomía romana tiene joyas como la coda alla vaccinara (rabo de toro guisado), los supplì (croquetas de arroz con queso) o la porchetta, entre muchas otras cosas. Y por supuesto, los cuatro grandes de la pasta romana: carbonara, amatriciana, cacio e pepe y gricia.
Por otro lado,no todos los helados en Roma son buenos. Desconfía de los que tienen colores demasiado vivos (ese pistacho fosforito no es natural).
Las mejores heladerías usan ingredientes frescos y tienen colores más discretos (también tienes varias que te recomiendo en mi mapa)
No dejes además de probar el maritozzi. Este bollo relleno de nata es un clásico romano para desayunar o merendar. Suave, dulce y muy adictivo. Si lo pruebas en una pastelería tradicional, entenderás por qué es tan popular.
Fuentes de agua gratis
Roma está llena de pequeñas fuentes llamadas nasoni donde puedes rellenar tu botella con agua fresca y potable. Son seguras y además ayudan a ahorrar y reducir plástico.



Dónde dormir en Roma
Para una estancia cómoda y segura, lo mejor es alojarse en zonas céntricas o bien conectadas con transporte público. El centro histórico, Prati (cerca del Vaticano) y Trastévere son opciones excelentes. Monti también es ideal por su ambiente y cercanía a muchas atracciones.
Evita zonas muy alejadas si vas solo, ya que el transporte nocturno es limitado. Y si eliges un apartamento, revisa siempre las opiniones para asegurarte de que la zona es tranquila y segura.
Seguridad
Roma es, en general, una ciudad segura para viajar solo, sobre todo en las zonas turísticas y durante el día. La policía y el ejército están muy presentes en monumentos y plazas principales.
Sin embargo, en autobuses, metro y lugares muy concurridos (Coliseo, Plaza de España, Fontana di Trevi), no deja de haber carteristas que actúan con maestría. Lleva el bolso cruzado y cerrado, y evita guardar el móvil en el bolsillo trasero.
Aunque la mayoría de las zonas son seguras, en las afueras hay barrios con altos índices de pobreza donde no es recomendable pasear solo de noche.
Termini, por ejemplo, es segura de día, pero menos aconsejable a ciertas horas.
El tiempo es dinero y tarjetas de descuento
Muchas atracciones cobran más caro si compras la entrada online que si la compras en in situ.
El motivo es que las colas pueden ser eternas y es posible que te quedes sin entrada. Sin embargo, si vas con tiempo, ahorrarás mucho dinero. Si vas con el tiempo justo, reserva online siempre que puedas.
Por otro lado, si sólo vas a estar en Roma durante pocos días, se recomiendo encarecidamente que le eches un ojo a tarjetas de descuento como la Roma Pass, ya que te permiten acceder a las filas preferentes y económicamente sale mucho más rentable que comprar las entradas sueltas a cada atracción.
Elige la que mejor te convenga en función de lo que quieres visitar.
Vestimenta para visitar iglesias
Recuerda que tanto en el Vaticano como en todas las iglesias de Roma, tienes que ir vestido/a de forma adecuada.
No se aceptan camisetas sin mangas o shorts por encima de la rodilla. Si no quieres complicarte, lleva simplemente un fular contigo para cubrirte cuando sea neacesario.
Temperaturas
Roma puede ser muy calurosa en verano. El sol pega fuerte, especialmente en lugares como el Foro Romano o el Coliseo, donde hay poca sombra. Lleva protector solar, gorra y agua siempre (o incluso una pequeña sombrilla)
En invierno las temperaturas son suaves, pero la humedad puede hacer que se sienta más frío de lo que marca el termómetro. Un buen abrigo y calzado impermeable te vendrán bien si llueve.
Cómo son los romanos
Los romanos son abiertos, habladores y, sí, un poco gritones. Les gusta gesticular, opinar y conversar con extraños.
A los españoles nos reciben bien, aunque a veces están cansados de la avalancha turística. Un “grazie” y una sonrisa siempre ayudan a suavizar cualquier trato.

Jooo me falta la Capilla Sixtina porque cuando fui estaba en reformas, qué rabia! Y el punto 9 también me falta.
Como anécdota, no fuimos a Roma de vacaciones, sino que Alitalia nos dejó tirados ahí ¡en Navidad! y nos dieron hotel hasta que hubiera un vuelo disponible.
Bueno, pero si has tirado la moneda a la Fontana di Trevi, volverás a Roma para pegarte el atracón final de arte entre la Galería Borghese y los Museos capitolinos, jajaja!
Pues que suerte poder quedarte más días a costa de una compañía aérea (ya me podía pasar a mí eso…)
Muchas gracias por tu comentario y gracias por seguirme. 😉
Me encanto Roma, espero volver. Gracias por el post, muy bueno.
Yo he vuelto a viajar allí al redactar este artículo, jejeje. Te digo lo mismo que a Mamá en Bulgaria: Non ti preocupare!Si hemos tirado la moneda, volveremos 🙂
Gracias por seguirme. Un saludo
¡Qué recuerdos! 🙂 A mi lo que mejor sabor de boca me dejó de mi viaje a Roma fue, sin ninguna duda, perdernos tranquilamente por la callejuelas que había alrededor de Piazza Navona mientras nos comíamos un gelatto (¡ñam!) por la noche… al fin y al cabo, como bien dices, lo mejor es perderse por los sitios no tan turísticos!
Sandra.
Efectivamente! Vivir momentos auténticos 🙂
Totalmente de acuerdo con tu lista !! Sobre todo con el nº 8 : soy una enamorada del » Moisés » , es parada obligatoria en cada viaje a Roma 😉
Un saludo!!
Muchas gracias, Maruxaina! Sí, el Moisés – te guste/entiendas el arte o no – es impactante. Da la sensación de que se va a mover de un momento a otro, jajaja 😉
Con decirte que yo la 1ª vez que lo vi … me eché a llorar !!!
Nos vemos pronto , un bico 😉