Guía y recomendaciones para viajar solo a Venecia y Verona

Después de haber superado muchos de mis miedos con mi escapadita a Bilbao, empecé a plantearme muy en serio lo de viajar sola.

Durante años había querido visitar Venecia (Italia) y ahora estaba más preparada que nunca.

Quise matar dos pájaros de un tiro así que reservé fecha para ir al Carnaval. 🙂

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Qué ver en Venecia



Paseo en vapuretto por el Gran Canale

¡Venecia no sólo es San Marco, como muchos creen, sino que son 118 islas por las que perderse!

Mi primera recomendación: comprad una Venice Card y disfrutad de la ciudad desde el agua. Las góndolas son todo un reclamo para turistas pero son caras y lentas.

Además en el Alilaguna (Linea Blu) estaréis mucho más cómodo y podréis ver perfectamente todos los edificios más espléndidos de la ciudad como la Ca’PesaroCa’ d’Oro y pasar por debajo de los famosísimos puentes de la Accademia, de Rialto

Un viaje de casi una hora (desde Lido hasta la estación de tren) que, sin lugar a duda, no conseguirá sacaros la sonrisa de la cara durante todo el trayecto.

Plaza y la Basílica de Marco

¡No vamos a despreciar el lugar más emblemático de Venecia! 

La plaza y la basílica de San Marco son claramente espectaculares.

Su fachada no deja indiferente y su interior quita el aliento.

La huella del agua en los suelos deja constancia de que el agua carcome la ciudad.

Esta plaza, llena de romanticismo, nos traslada a otras épocas con sus viejos cafés (gran reclamo para la mayoría de los guiris).

Lo mejor de Venecia no deja de ser perderse por sus laberínticas calles.

Olvidad el mapa y simplemente disfrutad (y cuando estéis cansados sólo tenéis que seguir las flechas que indican el único camino para volver a San Marcos ? ).

Basílica de Santa Maria della Salute

Santa María della Salute es uno de los edificios más espectaculares de Venecia, en mi humilde opinión.

Su enorme cúpula y la riqueza, la decoración de su fachada es una pequeña muestra de la soberanía y la riqueza que existió en esta ciudad-estado.

Otra de las grandes ventajas de desplazarse hasta la isla de Giudecca es que además podréis disfrutar de unas increíbles vistas de San Marco.

Galerie dell’ Accademia

¡Ojito! ¡Recomendación increíble de la amable dueña de mi hotel! 

Esta pinacoteca, además de ser un imprescindible para los amantes del arte veneciano (con obras de Bellini, Canaletto, Leonardo, Veronese, Tiziano y Veronese entre otros), os permitirá ver los entresijos de uno de los edificios más emblemáticos del Gran Canale.

Cannaregio y el Ghetto

Si realmente queréis saber dónde están los venecianos, los encontraréis en Cannaregio.

El barrio al norte del Gran Canal es muy agradable.

Tiene un ambiente mucho más relajado con tiendas y cafés con mucho encanto.

Además allí también se encuentra el antiguo Ghetto, una zona de lo más curiosa, antiguamente reservada a los judíos, que hoy en día es uno de los barrios más modestos y no tan turístico de Venecia.

Las islas de Lido, San Michele, Murano y Burano

Volviendo al primero punto. ¡No dudéis en escapar de los lugares más turísticos!

La isla de Lido, además de tener el Gran Hotel des Bains, el bonito Hotel Excelsior y el Gran Casino, es dónde tiene lugar el famoso festival de cine de Venecia.

Es un lugar muy tranquilo, perfecto para relajarse, (sobre todo en invierno) con largas playas. 

San Michele, la “isla de los muertos”, es el cementerio histórico de Venecia. Murano es una encantadora islita dónde se confecciona un artesanía hecha de vidrio. 

Burano es un pequeño pueblo de pescadores con bonitas casas de colores. 

Esas son algunas de las muchas joyas escondidas de Venecia.

El Carnaval de Venecia



Hice coincidir mi viaje a Venecia con el Carnaval.

En este artículo podrás encontrar toda la información detallada y consejos para visitar este famoso festival.

Dónde dormir en Venecia



Aunque todo el mundo quiere dormir en el centro de Venecia, en la isla de San Marco, mi recomendación es alejarse del bullicio.

Primero, porque así podrás descansar (Venecia es tan extremadamente turística que hay jaleo a todas horas tanto de día como de noche) y segundo, porque ahorrarás y descubrirás otras islas con encanto.

En mi caso, me alojé en la isla de Lido (a 30 minutos del centro en Vapuretto).

En esta isla es dónde se celebra el festival de Cannes y vive mucha de la gente que trabaja en Venecia.

Dormí en Villa Beatrice que está junto a las playas y el campo de golf de esta lista.

Un lugar perfecto para descansar y de lo más acogedor. ¡Lo recomiendo totalmente!

Qué ver en Verona en un día



Durante mi viaje a Venecia decidí tomar un tren y pasar un día en Verona.

El Anfiteatro de Verona 

Aunque su tamaño no es tan imponente como el Coliseo de Roma, el estado de conservación del Anfiteatro de Verona es espectacular. 

De hecho, se ha convertido en la sede de grandes producciones de ópera que tienen lugar durante el verano.

No tuve tiempo a visitar su interior pero asistir a un espectáculo allí debe ser realmente mágico.

Consulta su web oficial.  

La Plaza delle Erbe

Una de las plazas más bonitas y antiguas de la ciudad la Plaza delle Erbe.

En el centro se encuentra la bonita estatua de la Madonna que sería de la época romana.

A su alrededor se encuentran la «tribuna» (un particular monumento del s. XIII que servía de símbolo de las tomas de posesión y donde prestaban juramento los pretores), la Domus Mercatorum (una casa de los mercaderes del s. XIV),el Palazzo Maffrei (un palacio gótico del s. XV) y varias casas ricamente decoradas con frescos.

¡Todo un viaje por la historia de Verona!

El Puente Castelvecchio

Este enorme puente que forma parte de la fortaleza medieval de Castelvecchio cruza el río Adigio.

Es el museo más importante de Verona.

La Casa de Julieta

Si algo hizo famosa Verona fue, sin duda, la obra de Shakespeare «Romeo y Julieta».

La Casa de Julieta se ha convertido en todo un reclamo par los turistas.

Para mí fue un poquito decepcionante ver el circo se ha montado ahora en ella (y lo irrespetuosos que pueden ser los guiris).

El blasón de la casa indica que esta perteneció a los Capellos.

De su fachada de ladrillo sobresale el famoso balcón que inspiraría a nuestro autor.

En el pequeño patio, nos encontramos una pequeña estatua de Julieta a la que casi todos meten mano de forma bastante descarada ya que, no sé con qué fundamento, tocarle los pechos trae suerte (?!?!).

Otra de las cosas sin sentido con las que me encontré (y que parece haber sido aceptado) es que ahora una de las paredes de la casa está llena de chicles dejados por los turistas a modo de souvenir…

Sinceramente no sé cómo no intentan remediarlo esta estúpida atracción.

Aquí encontrarás horarios y precios para entrar en la casa.

Mi viaje a Venecia y Verona: Diarios de viaje



Mi llegada a Venecia fue triunfal: nada más llegar, Iberia perdió mi maleta (p.d.: estar 24 horas con la misma ropa hace que la gente te confunda con los autóctonos). Aún así estaba tan encantada de, ¡por fin!, conocer la ciudad que todo me daba igual. Cogí el Alilaguna y simplemente empecé a alucinar con la belleza del lugar.

Gracias a una estupenda oferta encontrada por Internet me hospedé en el tranquilísimo y encantador hotel Villa Beatrice, en la Isla de Lido. La isla está perfectamente comunicada con el aeropuerto y con todo Venecia. Resultó ser una elección fantástica porque el centro, San Marco, es un infierno plagado de ruidosos turistas día y noche. Ver a 50 parejas haciendo cola para subirse a una góndola (y pagar 150 euros) es todo un espectáculo. Descubrí que viajar sola a Venecia también había sido una gran idea…

Compré la maravillosa tarjeta Venice Card y cogí 1001 vaporettos (Incluso algunos “azafatos” – encargados de echar amarras en cada parada – empezaron a saludarme, jajajaja). Durante mis cuatro días de estancia, los 10 minutos en bus recorriendo la alagarda Lido y recorrer durante una hora todo el Gran Canale en la cubierta del vaporetto nº 1  (¡al borde de la congelación pero era tan precioso!) se convirtieron en imprescindibles para mí. El Palacio Ducal, la Ca’ d’Oro, la Ca’ Rezzonico, la Cà Pesaro… absolutamente todos los palacios venecianos son espectaculares.

Ensimismada con mi banda sonora (me encanta viajar con música cuando viajo), empecé a cogerle gusto a esto de observar todo aquello que no le interesaba a los turistas: ver cómo viven los auténticos venecianos (la mayoría viven en casas y edificios normales en Lido, los barcos de mercancías repartiendo a domicilio por la vieja Venecia, los taxis acuáticos o incluso como descargan una lavadora… ¡en barco! Todas estas cosas en las que no piensas de buenas a primeras pero que no dejan de sacarte una sonrisa cuando las ves…

La mayoría de la gente se ciñe a visitar San Marco y desgraciadamente se olvida que Venecia está formada por 118 islas, cada una con encanto propio: Murano (dónde están las fábricas de cristal), Burano (pueblo de pescadores), Torcello (salinas),  San Michele (dónde se encuentra el cementerio), Guidecca (justo en frente a San Marco), mi querida Lido (dónde tiene lugar el festival de Cine)…

Sí es cierto que la Basílica de San Marcos y su plaza con soportales, el Campanile, son las joyas de la corona pero ver atardecer detrás de Basílica de Santa Maria della Salute, el ambiente matutino en el mercado de Rialto o visitar la Galería de la Academia (tanto por las obras allí presentadas como por la experiencia de entrar en un palacio) son, en mi opinión, experiencias imprescindibles.

Tres días fueron más que suficientes para Venecia. Decidí acercarme a Verona, a tan sólo 1 hora en tren. Se sentó frente a mí una chica canadiense llamada Trang con la que muy pronto entablé conversación. Veinticuatro años y viajando sola por todo el mundo desde los 18. ¡Qué ridícula me sentí a su lado! Hicimos tan buenas migas que decidimos visitar juntas la ciudad mientras hablábamos de más y más viajes…Verona es una ciudad pequeñita pero maravillosa, llena de color. Fue agradable alejarnos del bullicio de Venecia. Visitamos su centro histórico, la bonita Plaza Erbe, paseamos a lo largo del río Adige. Vimos la arena y el anfiteatro romano y finalmente nos acercamos a la casa de Julieta… ¡dónde estaban todos los turistas de los que habíamos huido hasta entonces!

Mi nueva compañera de aventuras y yo ya no nos separamos durante el comienzo del Carnaval. Sin comerlo ni beberlo, mi segundo viaje sola acababa con una gran cena con Trang y otros «viajeros solitarios» que ella había conocido en su hostel: dos canadienses, un americano y una australiana…

Venecia me pareció una ciudad realmente espléndida pero, desgraciadamente, la ciudad en muchas ocasiones es un auténtico parque de atracciones del «Pseudo-romanticismo». Una pena… Los venecianos incluso ayudan: recuerdo perderme a propósito por sus laberínticas callejuelas y siempre me preguntaban si estaba buscando la plaza de San Marco, jeje.

Desde luego, lo que está claro es que Venecia es y siempre será un lugar imprescindible dentro de la lista de Sitios que ver en Italia dentro de los “1000 sitios que visitar antes de morir”.

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