Guía y recomendaciones para viajar solo a Delfos

Presupuesto para viajar solo a Grecia
Presupuesto para viajar solo a Grecia
Consejos para viajar solo a Grecia
Consejos para viajar solo a Grecia

Delfos se encuentra en las faldas del monte Parnaso, a dos horas y media en coche de Atenas.

Durante la antigüedad, fue un importante centro religioso y cultural, famoso por el Oráculo de Delfos.

Hoy te cuento mi experiencia viajando sola a Delfos con una excursión organizada.

Historia



El Oráculo de Delfos era toda una institución en la antigua Grecia, era un lugar de consulta, consagrado al dios Apolo.

Los consultantes formulaban sus preguntas al sacerdote o sacerdotisa (habitualmente antes, se realizaban rituales y ofrendas para ganarse el favor de Apolo, por si acaso).

La Pitia, sacerdotisa/pitonisa de Apolo, actuaba entonces como mediadora entre los dioses y los mortales, pronosticando el futuro y dando consejos.

Sus profecías, enigmáticas y ambiguas, influenciaron las decisiones de reyes, políticos y peregrinos.

Las respuestas, conocidas como enigmas, debían ser interpretadas por los consultantes, lo que a menudo llevaba a diferentes interpretaciones y debates sobre su significado.

Esta ambigüedad, junto a la ubicación de la ciudad rodeada de montañas y en la que a menudo se levanta niebla, contribuyeron al aura de misterio que rodeaba al Oráculo de Delfos.

Maqueta de Delfos en la antigüedad
Maqueta de Delfos en la antigüedad

Por otro lado, los griegos consideraban que Delfos era el ombligo del mundo.

¿Por qué? Porque según la mitología griega, Zeus lanzó dos águilas desde los extremos opuestos de la Tierra, y se encontraron en la ciudad, marcando así este lugar como el centro del universo.

Finalmente, Delfos también fue lugar de celebración de los Juegos Píticos (nuestros juegos olímpicos actuales).

Durante los juegos se realizaban competiciones atléticas y musicales, que atraían a participantes y espectadores de toda Grecia, por lo que Delfos era además un importante centro de intercambio cultural.

Delfos fue redescubierta en el siglo XIX y hoy en día, podemos visitar las ruinas de todos los edificios, templos y tesoros con vistas al valle de Pleistos.

¿Cuánto tiempo se tarda en ver Delfos?



Si al igual que yo, realizas una visita guiada, te evitarás muchos tiempos de espera y colas.

Ten en cuenta que Delfos se divide en tres grandes partes:  se puede visitar el Templo de Atenea Pronaia y la fuente de Castalia gratuitamente, el recinto arqueológico de Delfos (el Temenos) y finalmente, el Museo arqueológico con entradas de pago.

Se puede visitar todo en un mismo día sin problema, pero si vas por libre, te recomiendo madrugar para evitar las multitudes.

Ten en cuenta que una vez más, al igual que en todas las demás atracciones turísticas en Grecia, la entrada al recinto no incluye ningún mapa/folleto y que no hay ningún panel informativo en los emplazamientos. Por este motivo, una vez más recomiendo que contrates un guía o una excursión guiada para disfrutar más de la visita.

Templo de Atenea Pronaia



Es una de las fotos más famosas de Delfos y, sin embargo, sólo representa una enésima parte de lo que hay que ver.

Este templo se encuentra en la entrada del valle de Delfos, separado del Santuario de Apolo.

Podemos ver las ruinas tres templos que fueron construidos en el siglo VII a.C., siglo VI a.C. y siglo IV a.C. siendo este último, el más famoso.

Es de estilo dórico y tiene un diseño circular conocido como «tholos» (con 20 columnas externas y 10 columnas internas).

Estaba dedicado a Atenea, la diosa de la sabiduría y la guerra, por lo que era como una especie de protector del principal lugar de culto.

Templo Atenea Pronaia
Templo Atenea Pronaia

Fuente de Castalia



La Fuente de Castalia es una fuente sagrada.

Según la mitología griega, estaba dedicada a las musas y se decía que las sacerdotisas del oráculo de Delfos, las pitias, se purificaban en sus aguas antes de dar sus profecías.

Además, se cree que los peregrinos que venían a consultar el oráculo también se lavaban en esta fuente antes de entrar al santuario.

Fuente Castalia
Fuente Castalia

Recinto arqueológico de Delfos



A continuación, tendrás que comprar tu entrada para acceder al recinto arqueológico de Delfos, el «Temenos» (el recinto sagrado que rodeaba el templo de Apolo).

Dentro del Temenos se encontraban varios edificios y estructuras importantes, como el templo de Apolo, el teatro, el estadio y diferentes altares y monumentos dedicados a diversas divinidades.

El Ágora Romana

Nada más entrar en el recinto arqueológico, lo primero con lo que te encontrarás es la antigua Ágora Romana, el mercado y centro de actividad social y comercial de la antigua Delfos.

Estaba fuera de los muros del santuario.

Hoy sólo se conservan los muros de las pequeñas tiendas que rodeaban este espacio.

Agora romana
Agora romana

La Puerta de entrada y la Vía Sacra

La Puerta de Delfos es la entrada principal al sitio y era por donde los peregrinos accedían al santuario del Oráculo de Apolo.

Esta puerta marcaba el inicio de la Vía Sacra, la antigua ruta ceremonial rodeada de olivos que conducía al templo de Apolo.

Hoy, al recorrerla, nos vamos encontrando con los restos de monumentos votivos y tesoros.

Entre los más destacados están el Tesoro de los Atenienses (construido por Atenas para conmemorar su victoria en la Batalla de Maratón) o el Tesoro de los Sicionios (Sición es una antigua ciudad, hoy desaparecida, que se encontraba cerca del Canal de Corinto).

Estos monumentos reflejaban la devoción religiosa de los antiguos griegos, pero también nos muestra la competencia política y económica que existían entre diferentes ciudades o personas.

Buleuterio

El Bouleuterion o buleuterio se encontraba cerca del santuario de Apolo.

Era un edificio crucial ya que era la sede de la Boule, o Consejo de los Delfos, donde los ciudadanos tomaban decisiones políticas y administrativas.

También se utilizaba como lugar de reunión para otras actividades cívicas y culturales.

Roca de la Sibila

Según la leyenda, la Roca de la Sibila marcaba el lugar donde la primera sibila se detuvo y pronunció su primer oráculo.

Esta piedra amorfa de gran dimensiones se encuentra junto al gran santuario de Apolo.

Altar de Quíos y Columna de los Naxions

El Altar de Quíos era un importante altar que se encontraba frente al templo de Apolo, del que hoy apenas quedan 4 columnas.

Al lado, se encuentra la Columna de los Naxions (también llamada la Columna de las serpientes o serpentina) que formaba parte de un monumento coronado por una espectacular Esfinge.

Hoy en día, en el yacimiento, podemos ver una réplica de esta llamativa columna de anillos de color gris.

Teatro de Delfos

El teatro fue construido en el siglo IV a.C. en la ladera del Monte Parnaso.

La pendiente natural de la montaña se aprovechó para construir las gradas y le proporciona al teatro una acústica excelente.

Desde el teatro tienes unas vistas impresionantes al valle y al Santuario de Apolo.

Podía albergar aproximadamente a 5000 espectadores por lo que es uno de los teatros más grandes de la antigua Grecia.

Teatro de Delfos
Teatro de Delfos

Templo de Apolo

El Templo de Apolo se construyó alrededor del 330 a.C y fue reconstruido varias veces debido a daños por terremotos.

El templo, que albergaba el famoso Oráculo de Delfos, era de estilo dórico y contaba con seis columnas en el frente y quince en los lados.

Estaba construido principalmente con piedra caliza local y mármol.

Estadio de Delfos

El Estadio de Delfos fue construido en el valle entre dos montañas y fue utilizado para los Juegos Píticos, que tenían lugar cada cuatro años en honor al dios Apolo.

El estadio tenía una capacidad para albergar hasta 6500 espectadores y presentaba una pista para las carreras de unos 180 metros de longitud.

Prytaneion

El Prytaneion era la sede oficial del gobierno y un lugar de rito.

En él se realizaban ceremonias religiosas y banquetes oficiales, y albergaba la llama sagrada, que simbolizaba el fuego divino perpetuo.

También, servía como refugio para los ciudadanos en caso de emergencia.

Ubicado en el sur del templo de Apolo, hoy apenas quedan restos visibles de este edificio en Delfos.

El Museo Arqueológico de Delfos



Tras visitar el yacimiento, no dejes de visitar el museo, que tiene unas auténticas joyas.

El Auriga de Delfos

Se trata de una de las esculturas más interesantes del museo. Data de 478-474 a.C. y recrea una carrera de carros en los Juegos Píticos, que se celebraban en Delfos. Mide unos 2 metros y está hecha de bronce. Del grupo escultórico original, sólo se conserva el conductor del carro (se perdió el carro y los caballos). Es imponente por su realismo y los ojos del auriga, hechos de piedras semipreciosas y vidrio, hacen que la estatua sea totalmente hipnótica.

El Ónfalo

Se trata de una piedra hemisférica que estaba situada en el centro del santuario de Apolo en Delfos. La piedra tiene relieves que representan una red y las águilas que Zeus soltó y que se encontraron en Delfos, marcando este lugar como el centro del mundo, el «ombligo» de la Tierra. Se creía que la piedra cubría la entrada al inframundo y que la Pitia, la sacerdotisa del oráculo de Delfos, se sentaba sobre el ónfalo o cerca de él para recibir las profecías de Apolo.

La Esfinge de Naxos

Esta espectacular estatua data del 560 a.C. La esfinge, una criatura con cuerpo de león y cabeza de mujer, mide unos 2 metros y está esculpida en mármol. Se cree que tenía un papel protector dentro del Santuario de Apolo.

Los Kouros de Kleobis y Bitón

Se trata de dos importantes esculturas del periodo arcaico (580 a.C. aproximadamente). Miden unos 2 metros de altura. Se caracterizan por su leve sonrisa, postura frontal rígido, pie adelantado y brazos pegados al cuerpo.

Dónde alojarse en Delfos



El actual pueblo de Delfos está a apenas unos minutos en coche del recinto arqueológico y se adapta totalmente a todas las necesidades de los turistas.

El pequeño municipio se extiende a lo largo de 3 largas calles paralelas a un monte y están comunicadas por escaleras. En ellas se encuentran hoteles, restaurantes, tiendas de souvenirs y supermercados para todos los gustos y bolsillos.

En mi caso, me alojé Acropole Delphi, un hotel 3 estrellas que era bastante anticuado, pero que tenían unas vistas increíbles a las montañas y al mar.

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