Excursión a Corinto, Epidauro, Nauplia y Micenas

Sandra Candal

Si eres un amante de la historia, está claro que Grecia es un destino perfecto para ti.

La cuna de una de las civilizaciones más antiguas del mundo posee miles de emplazamientos que visitar y muchas veces, resulta abrumador organizar una ruta.

A continuación, voy a contarte mi experiencia contratando el Tour por el Peloponeso que contraté con la empresa Keytours, que te puede servir para organizar tu propio viaje o para que te decidas a dejarte llevar por alguna empresa turística (teniendo en cuenta todos los pros y contras).

Presupuesto para viajar solo a Grecia
Presupuesto para viajar solo a Grecia
Consejos para viajar solo a Grecia
Consejos para viajar solo a Grecia

¿Grecia por libre o con viaje organizado?



¿Es posible viajar por libre por Grecia y visitar todos los yacimientos de la Península histórica del Peloponeso? ¡Claro que sí!

¿Lo recomiendo? No demasiado. Si sumas el alquiler de coche, gasolina y peajes, comidas, alojamiento y entradas a los sitios históricos, SIN guía, es muy probable que pagues bastante más que si contratas un viaje organizado.

¡Tienen precios extremadamente competitivos!

Además, en Grecia, se hace mucha campaña a favor de la contratación de guías turísticos y la mayoría de los emplazamientos apenas tienen paneles informativos y nunca te entregan ningún folleto o mapa.

Por lo tanto, excepto que estés especializado en historia, es probable que no te enteres muchas veces de lo que estás viendo.

El Canal de Corinto



La mayoría de los Tours hacen su primera parada en el famoso Canal de Corinto.

¿Por qué? Porque esta maravilla de la ingeniería construida entre 1881 y 1893 es una ruta vital para el comercio internacional.

Esta vía de navegación artificial conecta el Mar Jónico y el Mar Egeo.

Supuso un cambio de paradigma al convertirse en una alternativa más corta y más segura (en vez que los barcos tuviesen que realizar una peligrosa travesía alrededor del Peloponeso).

Los romanos y los bizantinos ya habían pensado en excavar esta una ruta navegable, pero no fue hasta el siglo XIX que se pudo materializar este proyecto tan ambicioso.

Hoy podemos maravillarnos antes este impresionante Canal que mide unos 6,4 kilómetros y tiene 25 metros de ancho en su punto más estrecho.

Tiene una profundidad de unos 8 metros para que también puedan pasar buques de gran calado.

Alrededor de este punto que se ha convertido en todo un atractivo turístico, tenemos varios puentes peatonales para que los turistas podamos sacar fotos de sus turquesas y hay un amplio aparcamiento para vehículos y buses, un montón de tiendas turísticas y amplias cafeterías y restaurantes.

Epidauro



Epidauro, Patrimonio Mundial de la UNESCO, se encuentra a una hora en coche del Canal de Corinto y es otra parada interesantísima.

Según la mitología griega, Epidauro fue el lugar de nacimiento de Asclepio, el dios de la medicina.

Durante la época clásica, alcanzó su apogeo como centro de sanación y aprendizaje, atrayendo a pacientes y estudiantes de todo el mundo griego.

Hoy su teatro es uno de los mejor conservados de la antigua Grecia.

Es famoso por su acústica excepcional (doy fe de ella, ya que, durante mi primera visita a Grecia, viajé con mi antigua compañía de teatro y lo comprobamos) y hoy en día, se sigue utilizando para representaciones teatrales y musicales.

A un paso del teatro se encuentra los restos del antiguo Santuario de Asclepio. ¿Inconveniente de ir a Epidauro en un tour organizado? Que no se incluye la visita a este otro recinto a pesar de que está a apenas unos 8 minutos andando del teatro.

La visita al Santuario, según nos dijo nuestra guía, lleva aproximadamente una hora.

Al incluir otras actividades durante el mismo día, los tours organizados se saltan este yacimiento.

Si te interesa aun así ver algo del Santuario, pegado al Teatro, se puede visitar gratuitamente un pequeño museo que tiene muchas réplicas de piezas del teatro y del Santuario de Asclepio (los originales están el Museo Arqueológico de Atenas).

Nauplia



A 30 minutos en coche de Epidauro, se encuentra Nauplia.

No había visitado este pequeño pueblo en mi anterior viaje a Grecia y, según Patricia Schultz, es uno de esos lugares que tienes que ver antes de morir.

¡Por lo tanto, las expectativas para mí eran muy altas!

En el Tour organizado, normalmente, te dejan visitar Nauplia a tu aire durante una hora, la de la comida.

Así, que como persona organizada que soy, antes de salir, decidí prepararme un bocadillo para no tener que perder tiempo parándome a comer. ¡Y qué bien hice!

Nauplia es una ciudad costera de lo más pintoresca.

Fue un importante puerto para los griegos, pero también para los venecianos y los otomanos siglos después.

Conserva una preciosa arquitectura medieval con unos toques italianos muy románticos que hacen que sea un lugar de postal.

Confieso que no me hubiese importante poder quedarme a dormir allí.

Aunque no me dio tiempo a visitarlas, me llamaron mucho la atención la Fortaleza de Palamidi (del XVIII), encaramada en una colina que domina la ciudad y la fortaleza de Bourtzi, que se encuentra en una pequeña isla en el mar, todo un símbolo del pueblo.

Aun así, la horita en Nauplia me dio de sobra para disfrutar recorriendo su centro histórico con calles empedradas y su precioso paseo marítimo, junto a sus murallas, con preciosas vistas al Golfo Argólico.

Micenas



La última parada de nuestro primer día de tour organizado no llevaría a la fascinante Micenas a apenas 30 minutos en coche de Nauplia.

Micenas es uno de los yacimientos más destacados de la Edad del Bronce en Grecia.

Antes de entrar en el yacimiento de esta antigua ciudad-estado, hicimos una breve parada para visitar el Tesoro de Atreo que se encuentra junto a la carretera.

Se trata de una tumba monumental dónde se encontró los restos del rey Agamenón.

Se dice que es uno de los lugares de enterramiento más grandes de mundo y que su puerta pesa unas 120 toneladas.

Impresiona que su bóveda se mantenga tan perfectamente en pie después de tantos siglos.

La máscara de Agamenón
La máscara del rey Agamenón, una joya del periodo micénico que allí se encontró, está actualmente expuesta en el Museo Arqueológico de Atenas.

A continuación, la visita de Micenas nos llevaría aproximadamente una hora.

Algunas partes de esta antigua ciudad-estada datan de los siglos XV y XII a.C, pero lo que vemos hoy en día es principalmente del siglo XIII a.C., cuando la ciudad vivió su pleno apogeo.

Tal era la influencia de los micénicos que ya se les mencionaba en leyendas y epopeyas e incluso el mismísimo Homero habla de ellos en la Ilíada.

Al igual que en el Tesoro de Atreo, la arquitectura micénica llama muchísimo la atención por sus imponentes murallas que protegen toda la ciudad (¡es increíble las habilidades técnicas y lo avanzada que era la ingeniería micénica!).

Además, desde la colina tenemos impresionantes vistas a enormes campos de olivos y parras que ya eran ya fundamentales por aquel entonces para esta ciudad.

Lagkadia



Tal y como he venido comentado desde el principio, está claro que, sin un guía especializado en estos monumentos, es difícil poder disfrutar tanto de este tipo de visitas.

Sin embargo, me llevé otra gran sorpresa con este Tour organizado: haríamos noche en el precioso pueblo de Lagkadia, del que nunca había oído hablar.

Lagkadia se encuentra en la región de Arcadia.

Es un pintoresco pueblo con preciosas casas de piedra colgantes con vistas a unas preciosas montañas verdosas.

¡Tenía la sensación de repente de estar en los Ancares en Galicia!

Un lugar lleno de paz, perfecto en el que descansar en plena naturaleza (y con muy pocos turistas).

Cenamos muy bien y nos alojamos en el Lagkadia Resort.

Las habitaciones eran amplias y bastante modernas y tuve la gran suerte de tener un precioso balcón desde el que disfrutar de un precioso atardecer.

¡Lo recomiendo 100%!

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