Trabajar como profesor de yoga

Sandra Candal

Cómo ser profesor de yoga: Requisitos



Puedes hacerte:

  • Una formación corta a través de un curso de 200 horas o 500 horas. Con este tipo de diploma te especializas en un tipo de yoga.
  • Una formación extensa con un diploma/certificado homologado a través de centros de yoga o asociaciones profesionales de yoga (entre 2 y 5 años)

Además, como recomendaciones generales:

  • Es recomendable que tengas al menos 2-3 años de práctica regular antes de decidirte a hacer profesor.
  • Que tengas vocación como profesor: tendrás que interactuar con mucha gente, desarrollar paciencia y empatía con tus alumnos,etc.
  • Ser un buen comunicador (para explicar lo mejor a tus alumnos no sólo cómo se hacen las asanas sino también toda la filosofía que rodea el yoga)
  • Fíjate en las opiniones sobre los centros y no dudes en ir a sus charlas informativas.
  • Ten en cuenta que existen muchos tipos de yoga. ¿Por cuál quieres decantarte? ¿Por el Hatha, Jivamukti o Kundalini? ¡Hay hasta 30 tipos de variantes!
  • Los precios de los cursos rondan los 1000 euros para arriba (son centros privados).
Meritxell Martorell, fundadora de Yoga sin Fronteras
Viajar solo con más de 40 años

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Cursos para ser profesor de yoga



Aquí tienes una lista de centros ordenados por orden alfabético. Muchos de ellos también ofrecen formación online.

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Centros de yoga y asociaciones profesionales de yoga en España



Portales de empleo para encontrar trabajo como profesor de yoga en el extranjero



Nota: También podrás encontrar ofertas en portales de empleo locales y a través de páginas de Facebook.

¿Conoces las esterillas Junglemat?
Lara, su fundadora, es una bióloga de vocación y amante empedernida de la naturaleza. En 2015 decide viajar mundo con su mochila y durante un año y medio. Tras visitar tantos bosques, selvas, cascadas, playas y montañas, dice que volvió a conectar de una forma tan profunda consigo misma que el yoga empezó a cobrar una importancia especial para ella. Es entonces cuando en 2017, esta canaria vuelve a España y funda Junglemat con la idea de ofrecer productos de yoga que integren el respeto por el planeta, el amor por la naturaleza y la necesidad de ofrecer alternativas sostenibles.
Las esterillas de Junglemat son ecológicas (caucho 100% natural y sin ningún tipo de pegamento ni sustancia tóxica), de alta calidad (materiales hipoalergénicos y vida útil muy larga), son muy fáciles de lavar tanto a mano como a máquina y perfectas para la práctica diaria (la microfibra absorbe el sudor a la vez que permite un agarre perfecto).

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Entrevista a Meritxell Martorell



Hace unos años conocí de casualidad a Meritxell Martorell a través de su blog Sin Eñe.

Han pasado unos años quería que, esta mujer, que me sigue pareciendo una persona admirable y valiente, nos hablase de su nuevo proyecto, Yoga sin Fronteras.

¿Quién eres Meritxell? ¡Preséntate a mis lectores que no te conozcan aún! 🙂

Nací en Malgrat de Mar, un pueblo costero del Maresme (Barcelona). Fui una niña tímida, sencilla y a la que le gustaba sacar buenas notas. A los 18 años empecé la carrera de periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona. Fue un paso importante para mí: comencé a ser independiente, a descubrir la a ciudad, a  trabajar en la radio y a conocer a gente muy distinta, urbanitas a los que no estaba acostumbrada. Me adapté fácilmente, Barcelona me desmelenó. Mi timidez fue desapareciendo y trabajé en la tele y como actriz de publicidad.

Un año después pedí otra beca, volé hasta Quito (Ecuador) en una expedición para periodistas. Fueron pocos días, aunque suficientes para darme cuenta de que descubrir lugares como la selva amazónica era un imperativo. Sí, seguiría viajando.

India, Nepal, Malasia, Laos y Tailandia se sumaron a la cola. Empezó mi etapa mochilera.

Inconformista como siempre, en el 2010 apliqué para un concurso de blogs viajeros y gané una Vuelta al mundo con Shandy Cruzcampo. Trabajé como bloguera de viajes visitando un total de 26 países. Cambio de cultura, moneda, religión y comida cada 10- 15 días. Esta experiencia que recuerdo como una de las mejores de mi vida me cambió tal vez para siempre.

Sigo moviéndome de un lado a otro sin saber exactamente lo que busco, aunque disfruto del camino como una niña pequeña. Estoy aprendiendo, experimentando y dejándome llevar. Mis amigos aseguran que tengo suerte y yo lo confirmo, aunque la suerte es sólo para quién la busca.

Intento ver a mi familia siempre que puedo y les fuerzo a viajar. Mis padres hicieron de mochileros en Tailandia, mi hermano viajó conmigo por el sureste asiático y mi madre se fue a la India

No tengo demasiadas cosas, ni siquiera planes. Tengo una mochila, una cámara y un ordenador con el que edito los vídeos del Sineñe.

Actualización: En 2015-2016, Meritxell estuvo trabajando en «21 días» para Cuatro y se ha dedicado estos últimos años al mundo del yoga.

Yoga sin Fronteras
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¿Cuándo empezaste a hacer yoga y cómo fue el camino para convertirte en profesora?

Empecé a practicar yoga en Tailandia. Era la primera vez que hacía algo de “deporte” físico. Nunca fui un gran aficionada a los deportes y, la verdad, es que tanto la parte física como espiritual de esta disciplina me encantó. Decidí comprarme un billete a la India para indagar más sobre esta práctica ancestral y llegué a Kerala, donde estudié durante un mes intensivo mi primer Yoga Teacher Training de 200 horas. 

Tras éste título vinieron más, (500 horas) y también varias experiencias como profesora de yoga, seguí ejerciendo como periodista. Mientras hacía un reportaje documental en Lesbos (Grecia) sobre la situación de los refugiados decidí que algún día volvería como voluntaria y no como periodista

Tras fundar Yoga Sin Fronteras volví a Lesbos a ofrecer yoga a las miles de personas que, desgraciadamente, todavía malviven olvidados en los campos de refugiados.  El yoga es una práctica que se ha puesto muy de moda por sus múltiples beneficios físicos y mentales, pero, como sucede con muchas cosas en un sistema capitalista, se ha convertido también un producto, sólo apto para personas con recursos. Por eso, creo que una organización como Yoga Sin Fronteras es tan necesaria: en primer lugar, para compartir los beneficios del yoga con personas que sufren algún tipo de dificultad, vulnerabilidad o riesgo de exclusión social, y en segundo lugar para visibilizar realidades que desconocemos y, en tercer lugar para concienciar y sensibilizar a la población. El yoga es para todas las personas. 

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¿Dónde se puede formar uno para ser profe? ¿Cuáles serían tus recomendaciones? ¿Qué precios suelen tener esos cursos? ¿Cómo funciona el tema de las homologaciones?

Hay muchas escuelas donde formarte como profesor/a. Recomiendo que miréis las reviews de otros estudiantes y que preguntéis todas las dudas que tengáis. Estos cursos normalmente se hacen en 24 días intensivos de 200 horas, aunque hay escuelas que permiten hacerlo en fines de semana a lo largo del año o incluso online. Hay cursos más profundos y completos de 500 horas y las homologaciones casi siempre son bajo la Yoga Alliance

Y puestos a recomendar os digo que si queréis formaros como profesores de yoga lo hagáis con Yoga Sin Fronteras y su escuela sponsor Sampoorna Yoga, una escuela de yoga en India en la que trabajo como profesora y , además, patrocina parte de nuestro proyecto social.  🙂 

¿Es fácil trabajar de profesor de yoga por el mundo? ¿Existen plataformas o portales para encontrar trabajos específicamente relacionado con ello?

Como cada vez la demanda es mayor, existen también más posibilidades de trabajar como profe pero, como todo en esta vida, necesitas tener experiencia y hacer currículum. Existen plataformas internacionales como Yoga Trade, para trabajar en el extranjero o mientras viajas, también plataformas nacionales como SuperProf, donde compartir tu CV y buscar posibles clientes. Además, ahora con las redes sociales, puedes abrirte fácilmente un perfil de profesor de yoga y empezar a hacer publicidad. ¿Fácil?  ¿Hay algo fácil en esta vida? Jejeje

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En base a tu experiencia ¿Qué le recomendarías a una persona interesada en ser profesor de yoga? ¿Pros y contras? (¿Errores que hayas podido cometer, cosas con las que tener cuidados? ¿Falsas expectativas?)

Lo que recomiendo a una persona que quiera iniciarse en el mundo del yoga es que nunca se compare con nadie, que no tenga expectativas y que no crea que el yoga son las posturas imposibles y cuerpazos que vemos en Instagram. Las redes sociales han hecho mucho daño y se han quedado sólo con la parte superficial de la práctica, pero el yoga va mucho más allá. Es un estilo de vida, una disciplina filosófica que te enseña a vivir en armonía.  Así que si quieres convertirte en profesor/ es porque quieres respirar mejor, ser mejor persona, olvidarte de tu ego, compartir más y no tener expectativas de nada, ni de dinero ni de éxito, tampoco de fracaso. Yoga es vivir el momento presente, sin esperar nada más

Creo que muchas personas se unen a la moda y esperan o bien tener un cuerpazo y ganar muchos likes en las fotos, o hacerse de oro con un nuevo método que los hará famosos. Eso no es yoga. Eso es.. ¿márketing

El mejor consejo es que te tomes esta disciplina y este trabajo como algo para compartir, como algo revolucionario que puede hacer de éste un lugar mejor. Menos estrés, más compasión, más empatía, más gratitud, menos avaricia, menos competencia, menos consumismo innecesario. Porque si todos practicásemos yoga (no sólo la parte física), creo que la humanidad volvería a lo más básico y esencial y, finalmente, seríamos más libres

Meritxell Martorell, Yoga sin Fronteras
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6 comentarios

  1. Jo, qué envidia…. yo también me he movido bastante pero ni un10% de lo de esta chica, aunque comparto lo de abrirse y conocer gente de todo tipo (en mi caso lo hce en Europa pero también cuenta, jeje). ¿Se puede empezar a ser mochilera pasados los 40?

    1. La edad no importa, mujer! Mírame a mí, con 33, intentando conseguir los 1000 sitios que ver antes de morir, jajajajaja!

    1. Normal! Yo hasta hace muy poquito no la conocía y me ha enamorado totalmente de ella, jejeje 🙂

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