¿Es posible trabajar en el extranjero sin hablar inglés?
Existen muchos tipos de viaje.
Están los de placer, que suelen ser pura y exclusivamente vacaciones que nos tomamos luego de un largo y agotador año de trabajo, están los viajes de trabajo, como cuando la empresa para la que trabajamos nos envía al exterior por alguna situación en particular, están los viajes espirituales (a veces ni siquiera es necesario salir de casa para viajar de esta forma), están los viajes de deportes y están los viajes que a mí me gusta llamar los ya veremos qué pasa.
Esos viajes que no planeamos, en los que adoptamos cierta incertidumbre a la vida cotidiana y así nos movemos, de país en país, de ciudad en ciudad, de cultura en cultura.

¿Se puede encontrar trabajo fuera sin hablar inglés?
Ahora, en caso de que seas millonario o tengas una excelente reserva de ahorros, es probable que si te embarcas en este tipo de viaje aventurero, llegue un punto en el que tengas que trabajar; sea solo para sustentar el día a día o para no gastar tus ahorros en un mes y puedas viajar durante más tiempo.
Pero si no sé ni en qué país voy a estar ¿y sí ni siquiera entiendo lo que hablan, cómo voy a trabajar? Deben ser algunas de las preguntas que te surgirán al leer lo que acabo de escribir. Seguro pienses, quién se cree esta a venir a decirme que tengo que trabajar, seguro es políglota.
Trabajar en el extranjero sin idioma es posible; y te lo digo por experiencia propia.
Primero voy a decir algo fundamental, es más, me voy a poner un poco sentimental, un poco romántica y por qué no, con un tinte hippie setentoso: hay un idioma que es universal y todos sabemos hablar: las sonrisas.
Las sonrisas te van a abrir puertas en absolutamente todos los países.
Ahora bien, ¿ya tenés la sonrisa pegada en tu cara? Perfecto, podemos seguir con los pasos prácticos para que trabajar en el extranjero sin idioma no solo sea posible, sino también se convierta una experiencia que termines disfrutando y deseando que vuelva a sucederte.

Mi experiencia
Mucha gente me cuenta preocupada que quieren viajar, que es su sueño, pero que no hablan inglés y tienen miedo de no poder manejarse en el extranjero.
Yo hablo inglés, y sí, obviamente me ha ayudado sobre todo en países angloparlantes, pero les voy a contar algo muy espectacular: hay muchos países en el mundo donde la gente no habla inglés.
Durante el 90% de mis viajes por Asia, por ejemplo, saber inglés no me ayudó en absoluto porque la persona que tenía en frente no lo hablaba.
Durante uno de mis viajes largos terminé en Corea del Sur. Llegué a Seúl pensando en quedarme solo 1 mes, pero dos días me bastaron para entender que de ahí no me iban a sacar por mucho tiempo: terminé quedándome un año. Y terminé volviendo 3 veces más. Pero esa es otra historia.
Volviendo a Corea, muy lindo con mis ganas de quedarme, pero no tenía tanto dinero y Corea es uno de los países más caros de Asia.
Por supuesto mucho más barato que Europa, pero muy lejos de los dos dólares por alojamiento en Malasia, por ejemplo.
Por lo tanto, tenía dos opciones: 1. Aguantarme las ganas de quedarme y planear un viaje a futuro más organizado o 2. Buscar un trabajo como voluntaria para poder ahorrar en alojamiento y usar ese dinero para vivir y recorrer.
Se imaginarán cuál fue la elección de esta escorpiana caprichosa, o sea yo: buscar la forma de quedarme.
Al no hablar el idioma obviamente las opciones se acotaban (no iba a poder hacer nada que implicara atención al público, por ejemplo), pero no quiere decir que se redujeran a cero. Existen muchísimos trabajos que nos pueden explicar por señas o para los que no se necesita interactuar con nadie y lo único que requieren es voluntad.
En mi caso, después de contactar a unos 100 hostels, terminé limpiando como voluntaria en un hostel en el medio de Seúl.
Los dos primeros días fueron fáciles, porque quien fuese mi manager en ese momento hablaba inglés.
Lo divertido pasó cuando a los dos días él dejó su puesto y me quedé sola con el dueño: un coreano de 50 años que no estaba muy seguro cómo funciona un hostel en realidad y de inglés sólo sabía “hello”.
Esto no nos impidió hacer nuestros respectivos trabajos de forma correcta. A lo largo de los días terminé con una maestría en señas y de a poco fui aprendiendo palabras clave en coreano que me facilitaban las tareas diarias.
Los trabajos en turismo suelen ser de lo más fáciles de conseguir porque incluso si ellos no hablan inglés sí necesitan a alguien que se relacione con extranjeros que sí lo hablen; trabajos de campo o permacultura son otros de los más fáciles de conseguir sin hablar el idioma ya que todo puede entenderse por señas. Así como lavar platos o trabajos de limpieza.
Trabajar en el extranjero sin idioma es sólo una cuestión de actitud.
Y de hecho, es una de las mejores formas de aprender otro idioma ya que a la larga lo vas a ir incorporando sin que te des cuenta.
Mi trabajo en Corea del Sur me ayudó no sólo a aprender coreano, sino a agudizar muchísimo más los sentidos y estar constantemente alerta para asegurarme de entender las indicaciones lo mejor posible. También salí de ahí con un master en interpretación.
No voy a negar que en un principio el agote mental estaba por las nubes justamente por tener que estar prestando más atención de la que habría tenido que destinar a la actividad de haber sido bilingüe en coreano, pero a la larga, el desarrollo de cualidades gracias a no entender ni la mitad de lo que me decían, valieron la pena.
Trabajar en el extranjero no solo es posible, sino es una de las formas más eficaces de aprender sobre la cultura con la que te estás relacionando y sobre tus propias cualidades. ¿En qué país te gustaría trabajar?