Entrevista a Germán Gutierrez
Señoras y señores, esta semana tengo el placer de presentaros a Germán Gutiérrez, un fotógrafo de viajes impresionante que he descubierto gracias a twitter.
Una menda se acaba de hacer con una cámara réflex y ahora estoy obsesionada con intentar sacarle provecho.
Me encanta la fotografía y me gustaría dejaros bonitos recuerdos de mis viajes desde ya en el blog.
Al visitar la página de Germán, me entraron muchas ganas de saber más sobre sus proyectos así que aquí os lo traigo esta semana.
¿Quién es Germán Gutiérrez?
Pues soy un fotógrafo sevillano, y ahora mismo me dedico a organizar viajes fotográficos y dar clases de fotografía.
Organizo viajes fotográficos por Nepal, La India, Vietnam y Camboya, y estoy preparando algunos más cercanos por España, Marruecos y los campamentos saharauis.
¿Cómo nació tu pasión por la fotografía?
Empecé a fotografiar bastante tarde.
Yo estudié imagen y sonido porque me interesaba el cine y el vídeo, y luego me fue dando bastante fuerte por el sonido, lo que me permitió cumplir uno de mis sueños y empecé a trabajar en una emisora de radio.
La fotografía fue llegando poco a poco, al estar siempre en contacto con el mundo audiovisual.
Al fin y al cabo, el cine son 24 fotografías por segundo.
Siempre he seguido formándome, y he hecho muchos cursos relacionados con el mundo audiovisual, hasta que decidí hacer uno muy fuerte sobre fotografía que hizo que me enganchara y cambiara la visión que tenía hasta ese momento sobre ese mundo.
Otro motivo fue un programa sobre viajes que hacía en la radio, y en el que cada semana entrevistaba a gente increíble que había dado la vuelta al mundo en bicicleta, o que habían decidido dejarlo todo y estar varios meses viajando, o que llevaban años conociendo el mundo…
Poco a poco empezó a forjarse en mí la idea de recorrer el mundo, de no ser el que hacía la entrevista sino el entrevistado, de no ser un espectador sino un actor, y me puse como límite los 30 años.
Decidí que antes de cumplir los 30 dejaría mi trabajo y me iría con mi cámara de fotos a recorrer el mundo.
La fotografía me daba ese empuje, esa excusa perfecta para dejarlo todo.
Y así fue, un mes antes de cumplir los 30 años dejé mi trabajo y me fui a hacer un reportaje fotográfico a los campamentos de refugiados saharauis.
Luego estuve viviendo 6 meses en Hungría y 2 en Italia, y luego salté a Asia: La India, Nepal, Tailandia, Camboya, Vietnam, Laos…
Y sigo cada vez más apasionado por la fotografía, en parte debido a cursos que he hecho con muy buenos fotógrafos, como Antoine D´Agata, Alberto García-Alix o Samuel Aranda.
Son gente que te inyectan energía fotográfica por vena, con los que aprendes que la fotografía no es sólo apretar un botón.
¿Qué fue antes: la fotografía o los viajes?
Los viajes.
A la fotografía llegué un poco tarde, viajar ha estado siempre en mi cabeza desde que recuerdo.
¿Qué recomendaciones a principiantes como yo?
La diferencia más grande entre un fotógrafo de viajes y un turista es la inmersión que cada uno hace en el país que visita.
Por muy bueno técnicamente que seas, por muy buena que sea tu cámara, por mucha experiencia que tengas, si no cuentas las historias desde dentro tus fotos van a ser siempre de turista.
Y por supuesto, mi primera recomendación siempre que se llega a un sitio nuevo es parar de hacer fotos, mirar, y disfrutar del sitio.
Se ve todo muy diferente desde detrás del visor, y hay que acostumbrarse a mirar primero sin la cámara.
Por ejemplo, recuerdo dos semanas que estuve en los campamentos de refugiados saharauis. La primera semana no hice ni una foto, ni siquiera saqué la cámara, y todo el mundo me preguntaba: “¿Pero tú no eres fotógrafo? No te hemos visto todavía hacer ni una foto”.
Yo les decía: “Antes de empezar a hacer fotos, tengo que saber a qué hacerle fotos”.
Estuve allí comiendo lo que comen ellos, durmiendo donde duermen ellos, y trabajando en una asociación.
La segunda semana ya sabía bien lo que quería y como lo quería.
Muchas veces no tenemos tanto tiempo, por eso es tan importante documentarse antes de llegar al destino, eso nos ahorra mucho tiempo de adaptación.
Normalmente las primeras fotos no valen mucho… es como cuando vas a hacer deporte, primero tienes que calentar.
E insisto: involucrarse, meterse hasta los huesos. Una vez que estás dentro las fotos van saliendo solas.
Háblanos de los viajes fotográficos que organizas.
Los viajes fotográficos que yo organizo son una mezcla de curso de fotografía y viaje profundo.
Mi intención es compartir mi pasión por los viajes y mi manera de entender la fotografía, y enseñar a todo el mundo los países tan increíbles y la gente tan maravillosa que he conocido viajando.
Y por supuesto, cada día propongo actividades fotográficas a los alumnos, hacemos visionados de las fotos, comentamos errores y aciertos, mando ejercicios…
Mi intención es enseñarles no sólo técnica, sino como moverse por esos sitios, como acercarse a la gente, cuando echar fotos y cuando no, y sobre todo contar historias con la fotografía.
Una foto buena puede hacerla cualquiera, pero no cualquiera te puede contar una historia.
Pero creo que el punto fuerte de mis viajes fotográficos es la inmersión profunda que hacemos en cada país.
Tengo muchos contactos locales que nos permiten lo que te comentaba antes: hacer fotos desde dentro.
En Nepal, por ejemplo, dormimos varias noches con una familia nepalí, también en un monasterio budista, visitamos un templo de sacrificios, visitamos un orfanato, estamos con los niños, jugamos con ellos, los llevamos al colegio, hacemos un trekking por varios pueblos del Himalaya a los que sólo se puede acceder andando, vamos a fiestas con locales… imaginad las fotos que salen así.
Qué envidia! Un millón de gracias por esta entrevista!!!
Aquí tenéis el enlace a página, Facebook y Flickr para que podáis ver todo el maravilloso trabajo de Germán.
¡Qué interesante! Y qué envidia… Yo también tengo un camarón pero no sé cómo usarlo al 100% (yo diría que ni al 50%), y también voy buscando la foto «perfecta», no técnicamente sino como dice aquí el amigo que cuente algo y que transmita los sentimientos que me dejó el viaje. En fin, una buena excusa para seguir practicando… y viajando!
Yo intento ir mejorando poco a poco. En este último viaje, tal y como dice Germán, he intentando sacar menos fotos pero intentar capturar lo que los lugares y las personas me transmitían. Ya me diréis qué tal… Japan, coming soon! 😉