Mi viaje y recomendaciones para viajar a Lima

Sandra Candal

Perú, ese gran viaje con el que muchos de nosotros soñamos… ¡Qué ganitas tenía de hacer ese viaje!

Sin embargo, cuánto más viajo, confieso que menos preparo mis viajes y así ocurrió con Perú.

Leí cosas entre líneas, de forma muy superficial, y la conclusión que saqué tras consultar un par de guías y páginas webs es que “Perú no es sólo Machu Picchu.

Como ya os comenté, a mi llegada, fui consciente desde el primer minuto que Perú me depararía muchas sorpresas y así fue.

Fue un viaje muy intenso en emociones y muy variado.

Qué ver en Lima barrio a barrio



Lima, definitivamente, no es una ciudad fácil de conocer.

Debido a los terremotos (aunque el último importante tuvo lugar en 1974) se evita las edificaciones altas y, por lo tanto, estamos hablando de que 10 millones de personas se reparten en su gran mayoría en casas de una o dos plantas a lo sumola extensión de esta capital suramericana es increíble.

Ya sabéis que me encanta caminar pero las “cuadras” de Lima se hacen eternas y muchas veces aburridas ya que son puramente residenciales (la  mayoría de los limeños se desplazan en coche a todas partes).

Sorprendentemente, en tres semanas, no encontré ni una sola oficina de turismo en el centro, ni lugares que entregasen mapas de la ciudad o de sus medios de transporte.

Los carteles informativos para turistas brillan por su ausencia (alguno por el centro pero nada más).

Como podréis ver esta lista de imprescindibles es diferente a otras veces.

¡A pesar de vivir allí durante 3 semanas, apenas he tenido tiempo a verlo todo!

En cada barrio hay cosas muy diferentes y desplazarse por la ciudad suele ser un auténtico dolor de cabeza.

Ahora mismo te lo explico…

Centro Lima

Si sólo disponéis de un día para Lima (que es lo que hace la mayoría de la gente) no le deis más vueltas.

Coged un hotel por el centro histórico de Lima y caminad para evitar más quebraderos de cabeza. Tenéis bastante que ver.

Está la bonita Plaza de Armas dónde se encuentran la Catedral (el Museo de arte religioso en su interior), el Palacio de Gobierno (residencia del presidente y dónde se puede ver todos los días a las 12 el cambio de guardia), la Municipalidad (el Ayuntamiento de Lima), el Monasterio de San Francisco (llamado Museo de las Catacumbas), el Monasterio de Santo Domingo y la vieja estación de ferrocarril de Desamparados.

palacio-agua-lima-peru
Muchas risas en el Circuito Mágico del Agua por las noches

Plaza San Martín

Si ya disponéis de un segundo día y/o os gusta andar a todo correr, ya os recomendaría cruzar toda la espléndida calle peatonal y comercial de Jirón de Camaná para llegar hasta la bonita Plaza San Martín, de estilo modernista, que homenajea al libertador de Perú.

Sí seguís caminando se encuentra el Poder Judicial del Perú (una réplica del Palacio de Justicia de Bruselas) junto a la enorme explanada Paseo de los Héroes que acaba en la enorme rotonda de la Plaza Grau y el parque de la Exposición dónde se encuentran el Museo de Arte de Lima y el Museo de Arte Italiano. 

Un poco más lejos, también se encuentra el Parque de la Reserva que os recomiendo encarecidamente por su divertido Circuito Mágico del Agua con fuentes espectaculares.

También se puede visitar de noche para ver su espectacular show de agua, luces y láser sobre Perú.

museo-larco-lima-peru
El impresionante Museo Larco, un imprescindible para los amantes del arte precolombino

Pueblo Libre

El barrio de Pueblo Libre tiene un par de calles con bonitos edificios históricos (con aires pueblerinos) pero lo más destacable son sus impresionantes museos: el Museo Larco y Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú.

El primero tiene una colección de arte precolombino realmente impresionante.

El segundo muy recomendable si queréis familiarizaros con las diferentes pueblos indígenas que habitaban y habitan el Perú (los chavín, los moches, los paracas, etc).

Los incas vinieron mucho después y realmente es fascinante descubrir estas culturas.

En el MAAH también hay una parte dedicada a la historia de Perú (hasta nuestros días) y se puede visitar la que fue la casa de Simón Bolivar durante tres años.

A unos pasos, os recomiendo La Antigua Taberna Queirolo, para almorzar, una taberna con tradición donde se pueden pedir increíbles tablas de pescados.

Nota: Se agradece que se haya pintado entre los dos museos una línea azul en el suelo (por las calles) ya que no hay indicadores.

Miraflores

El popular barrio de Miraflores es conocido entre los turistas porque es seguro y ahí se encuentran la mayoría de los hostels.

Hay un montón de ambiente, cafeterías, restaurantes y tiendas pero nada muy diferente a lo que podríais encontraros en otras partes del planeta.

Lo más «interesante» es el Parque Kennedy por los que campan a su ancha unos 50 gatos que se puede entablar amistad con facilidad, una pequeña pista de baile para los más marchosos («merengazos» todos los domingos) y la parada de los Mirabus, buses turísticos con diferentes recorridos por la capital peruana.

Miraflores da también al mar y posee un larguísimo paseo junto a él. Cabe destacar el centro comercial Larcomar (un centro comercial bastante pijo) y el Parque del Amor, un parque con bonitos bancos hechos de azulejos que recuerdan a Barcelona.

En Miraflores también podéis visitar el recinto Huaca Pucllana, una interesante construcción perteneciente a la cultura Lima (preinca).

castillo-san-felipe-lima-peru
La Fortaleza del Real Felipe

Callao

El barrio del Callao es en la actualidad uno de los más peligrosos de Lima.

Es una zona un tanto conflictiva pero, de día, se puede visitar sin problema la Fortaleza del Real Felipe y se puede recorrer el Distrito de La Punta, que aún conservan muchos bonitos edificios coloniales entre los que destaca el Balneario La Punta

Otra de mis recomendaciones (si disponéis de varios días en Lima), es tomar un ferry desde allí para visitar las islas Palomino y nadar con lobos marinos.

Barranco

El barrio de Barranco, al igual que Miraflores, es otro de los barrios mencionadísimos en todas las guías turísticas.

Posee, sobre todo, restaurantes y tiendas, un ambiente artístico, bohemio por sus calles.  

No hay nada que visitar excepto el recientemente inaugurado Museo MATE, fundado por el famoso fotógrafo de moda Mario Testino.

Cuenta con unas exposiciones temporales bastante interesantes además de una colección permanente con sus fotografías.

parque-amistad-peru-lima
El arco morisco del Parque de la Amistad

Surco

El barrio de Surco es principalmente residencial sin nada interesante más que el Parque de la Amistad, una zona verde bastante curiosa que posee un gran arco morisco y una pequeña laguna con patos y ocas en el que relajarse.

Se han rescatado elementos de ferrocariles antiguos y se puede pasear alrededor del parque en un trencito de época.

paseo-descalzos-rimac-lima-peru
El Paseo de los Descalzos en Rimac

Rimac

Lima tiene varios riachuelos. Detrás del Palacio del Gobierno, se encuentra el río Rimac con un pequeño puente que os lleva al barrio con el mismo nombre.

Esta zona peatonal y comercial posee algunos edificios históricos recientemente restaurados.

Aún así sigue siendo una zona bastante pobre de Lima por lo que hay que andar con cuidado.

Lo más reseñado del barrio es el Paseo de los Descalzos.

Chorrillos

El barrio de Chorrillos también posee numeroso edificios históricos bastante bonitos pero sobre todo destaca por el edificio de la Escuela Superior de Guerra del Ejército de Perú dónde tuve la oportunidad de visitar la exposición Lima Art (todos los años a finales de abril).

plaza-armas-lima-peru (1)

Cómo moverse por Lima

Aquí os haré un pequeño resumen de opciones para moverse por Lima:

– Los coches de alquiler

Si sois kamikaze y os gustan los atascos es una buena opción.

Eso sí, las avenidas son anchas, suele haber aparcamiento fuera del centro y muchos locales suelen tener aparcacoches.

– Los taxis

Es la opción más cara. Tomad taxis oficiales (amarillos) si no queréis meteros inútilmente en problemas.

No os olvidéis de regatear el precio antes de subiros ya que la mayoría no tienen taxímetro. Si no… ¡os cobrarán lo que les da la gana!

– Los buses

En las paradas no se suele indicar su recorrido así que tenéis que leer a toda velocidad lo que pone en su costado cuando llegan (calles – avenidas por los que van) y/o preguntarle al conductor si os deja cerca de donde queréis ir.

– Las combis

Son unos microbuses que se han anclados en los 80, jajaja.

Suelen tener una ocupación de 15-20 plazas… ¡y suelen ir a tope!

Hay miles de combis pasando todo el tiempo a todas las direcciones.

Normalmente el «cobrador de la combi» grita, sube y baja, cobra (lo que le da la gana en función de dónde os bajáis) para agilizar el tránsito de pasajeros. ¡Todo un espectáculo!

Aquí al igual que ocurre con los buses, leer y preguntar dónde va.

A mí personalmente me ha parecido lo más fácil para moverse por la ciudad aunque muchas veces no sea de lo más cómodo, jajajaja.

– El metro, llamado tren rápido o Línea 1.

Por ahora sólo está inaugurada la Línea 1 que recorre principalmente toda la Avenida de la Aviación.

El metro está nuevecito.

Es muy agradable viajar en él (evitar horas puntas) y ver Lima desde lo alto (con todos sus tejados destartalados, jejeje).

Es necesario comprar una tarjeta y recargarla para poder viajar en él.

El metropolitano

Es un autobús con carril preferente.

Tiene unas grandes paradas como si de un metro se tratase.

Se supone que deberían también ayudar en darle más fluidez a la ciudad pero, como podéis ver, son muchos los vehículos sobre ruedas por lo que las calles se colapsan con suma facilidad.

Es necesario comprar una tarjeta y recargarla para poder viajar en él.

La gastronomía limeña



Tengáis más o menos tiempo para visitar Lima lo que sí es imprescindible es que disfrutéis de su gastronomía estéis donde estéis.

¡Aquí tenéis el glosario gastronómico para que no perdáis bocado!

Mi viaje a Lima: Diarios de viaje



De hecho, Perú ya me sorprendió estando en España. Una semana antes de mi viaje, abrumada por la información que me encontraba sobre la gastronomía peruana, totalmente desconocida en Europa, decidí buscar un Couchsurfer en Lima. Cuando encontré el perfil de Julio, profesor de cocina, le mandé un mensaje inmediatamente sin pensarlo. ¿¡Quién mejor que él para ayudarme a mostrárosla!? Parece que la química a través de Internet también existe y, sin comerlo ni beberlo (nunca mejor dicho), me pasé toda la semana whatsappeando con un total desconocido amante de los viajes, de la buena comida y del rock como yo.

Cuando mi avión aterrizó aquella noche en Lima y me fui al hostel, avisé a Julio de mi llegada y confieso que empecé a ponerme nerviosa. ¿Cómo puedes llevarte tan bien con alguien al que aún no conoces? ¿Cómo sería en persona? Al día siguiente, tras hora y media de atasco por Lima, por fin llegaba a Miraflores para conocerlo y mi instinto volvió a no engañarme. ¡Volví a acertar de lleno con mi Couchsurfer! Aquel día tendría la extraña sensación de estar visitando a un amigo al que conocía de toda la vida. ¡Increíble!

Un paseo por el mercado para descubrir los productos locales (muchos de ellos totalmente desconocidos para mí), un rico y fuertísimo desayuno peruano, un larguísimo paseo todo lo largo del mar, por el Parque del Amor, por la Playa de Miraflores. Jamás pensé que Lima fuese una ciudad tan enorme, en plena efervescencia y pidiendo a gritos modernidad (aunque bien es cierto que también existen muchos barrios aún marginados a las afueras como pude apreciar la primera noche cerca del aeropuerto).

Tras un primer día más que genial con Julio – con muchísimas risas y riquísima comida -, pensé que era una locura haber empezado un viaje tan bien.

Cuando Julio me propuso que me quedase dos días más en Lima con él, no lo dudé. ¡Es que es lo bueno de no planear demasiado los viajes! Decidí que me dejaría llevar por Perú y dejaría apartada mi manía-obsesión por tenerlo todo bajo control. Al día siguiente sería otro día maravilloso, que volvería a pasar rapidísimo. Esta vez estaríamos compañados por una pareja mexicana de Couchsurfing que también se hospedaría en casa de Julio. Confieso que me perdí la gran mayoría de las cosas más turísticas de la ciudad como su centro histórico pero estas cosas permanecerán allí para una segunda visita mientras que esos instantes con mis nuevos «amigos-desconocidos», tomando unos riquísimos pisco sours, había que atraparlos en aquel momento.

Mi primera vez en Sudamérica, un continente supuestamente peligroso (y en teoría más para una viajera solitaria) y que, sin embargo, me daría la sensación de estar como en casa.

Artículos relacionados



Consejos para subir al Huayna Picchu
Consejos para subir al Huayna Picchu
Mi viaje y recomendaciones para viajar a Cusco
Mi viaje y recomendaciones para viajar a Cusco
Mi viaje y recomendaciones para viajar a Arequipa
Mi viaje y recomendaciones para viajar a Arequipa
Glosario de gastronomía peruana
Glosario de gastronomía peruana

Deja una respuesta