Guía y recomendaciones para viajar a Roma

Sandra Candal

He estado 3 veces en Roma y estos son mis experiencias y lugares favoritos.

Qué ver en Roma: Mis 10 Imprescindibles



El Coliseo romano y el foro romano

Visitar Roma sin ver el Coliseo, vendría ser como marcharse de París sin ver la Torre Eiffel.

Sólo verlo desde fuera os sacará una enorme sonrisa.

El interior…hay que echarle mucha imaginación para visualizar los 50 000 espectadores que podían caber en este anfiteatro y cómo era la arena (hoy en día no existe y sólo se pueden ver los túneles y mazmorras que había por debajo).

Confieso que cuando lo visité por primera vez, con 14 años, me decepcionó un poco, pero ya de adulta, entiendo que sea una visita obligada.

Consulta aquí los horarios y precios.

A unos 10 minutos andando, recorriendo la Vía Sacra, podréis visitar los ruinas que quedan de la antigua Roma – El Foro Romano – y sumergiros en su pasado.

Fontana de Trevi

La fachada barroca más famosa de Roma mide nada más y nada menos que 40 metros de largo.

Al estar en el cruce de tres calles, la primera vez que la vi, me sorprendió que la plaza en la que se encuentra parezca tan diminuta.

Mentalizaos, indiferentemente a la hora a la que vayáis, siempre os encontraréis aquello lleno de turistas (¡incluso de noche, no seáis ingenuos!).

Yo no sé si será verdad pero la primera vez que visité Roma, tiré la monedita como manda la tradición…

Años más tarde volvería así que yo de vosotros lo haría por si las moscas. 😛

El Panteón de Agripa

Otro imprescindible. Independientemente que os guste o entendáis de arquitectura este edificio sin igual os dejará anonadados y os sorprenderá por su majestuosidad.

Total, sólo ha sido construido en el año 27 a.C y ha sobrevivido a 19 siglos sin ninguna reforma…

El Vaticano

Si queréis visitar los Museos Capitolinos, tendréis que madrugar ya que las colas son extremadamente largas y podríais pasaros todo el día allí esperando para entrar.

Os espera un empacho de obras de arte y de suntuosidad.

La joya de la corona, la Capilla Sixtina, pierde un poco su encanto debido a las hordas de guiris irrespetuosos que entran cada 20 minutos en la sala.

La visita a la cúpula de San Pedro merece la pena, tanto por ver el interior de la basílica desde arriba, como para deleitarse con las mejores vistas de todo Roma.

Plaza de España y Plaza Navona

Mi consejo más repetido para todas las ciudades del mundo es que os perdáis por sus calles.

En mi opinión uno de los paseos más bonitos y románticos que os podéis dar por Roma sería empezando desde la Piazza Spagna – con su famosa escalinata llena flores, gente y con las bonitas calesas de caballos para turistas – en dirección a la maravillosa Piazza Navona – con bonitas casas coloridas con enormes balcones y persianas – y a cinco minutos de allí, acabar en el Campo di Fiori entre flores… 🙂

Paseo por el río Tiber y Castillo de Sant’Angelo

Pasear de noche todo lo largo del río Tiber y ver todos los monumentos iluminados será realmente preciosos.

De nuevo, So romantic!

El Castillo de Sant’Angelo, antiguo edificio militar, se encuentra cerca del Vaticano.

Comer por el Trastevere

La comida italiana, para qué engañarnos, está buenísima pero si queréis realmente escapar de los sitios más turísticos, pasead por el pintoresco barrio del Trastevere y seguro que encontraréis lugares increíbles para disfrutar de la gastronomía local.

Iglesia menor de San Pietro in Vincoli y iglesia de Santa María de la Victoria

Viajar a Italia implica empaparse de arte en mi opinión.

No os perdáis dos obras de lo más impactante y medio escondidas dentro de la ciudad: el Moisés de Miguel Angel (en la Iglesia menor de San Pietro in Vincoli) y el Éxtasis de Santa Teresa de Bernini (en la iglesia de Santa María de la Victoria).

Están a apenas 10-15 min de distancia andando la una de la otra.

Galería Borghese

Sólo apto para gente muy fan del arte (sobre todo si aún no habéis tenido suficiente con lo anteriormente citado).

Personalmente me quedé aún más enamorada de Bernini tras esta visita.

Si necesitáis un descanso, el museo está rodeado de unos jardines de lo más agradables, perfectos para un picnic.

Puedes consultar aquí horarios y tickets.

Monumento nacional a Víctor Manuel II y Bocca della Verità

Cuando pienso en Roma pienso en el tráfico apabullante, caótico y ruidoso del centro, las famosas apareciendo por todas partes.

Eso es la rotonda en la que se encuentra el Monumento nacional de Víctor Manuel II.

Para bien o para mal también forma parte de la esencia de la capital italiana.

Y es que… ¡Roma es única!

Dónde dormir en Roma



¡A veces ser mujer tiene sus recompensas! Mi amiga y yo nos alojamos en un antiguo convento reconvertido en hostel a apenas 15 minutos andando de la mismísima plaza de San Pedro.

El Orsa Maggiora sigue siendo un sitio humilde y sólo acoge mujeres pero sus tranquilas y amplias habitaciones, su cocina y su pequeño patio son una maravilla para viajeras con presupuesto ajustado.

Mi viaje a Roma en 2015: Diarios de viaje



Roma, la ciudad eterna. ¡Doy fe que sí que lo es! ¡Esta sería la tercera vez que la visitaría y con mucho gusto!

Esta vez la recorrería de una forma totalmente diferente: con más ganas que nunca después de mis meses de cautiverio tras romperme el maléolo del peroné en Cuba, con Mónica – mi mejor compañera de aventuras gastronómicas por Portugal – y por primera vez  por libre (las dos anteriores habían ido con viajes organizados).

El plan para este viaje era empezar con un fin de semana en Roma, alquilar un coche para descubrir la Toscana y regresar a Santiago desde el aeropuerto de Bérgamo. Todo ello en 5 días y con un presupuesto ajustado. Yes, we can!

Tras un vuelo de lo más entretenido (gracias a dos niñas con las que estuvimos jugando todo el vuelo), llegábamos de noche a Roma y tras perdernos un poco con nuestra maletas por la mismísima Plaza de San Pedro, al final llegamos a nuestro hostel Orsa Maggiore. Lo bueno de este hostel es el mismísimo centro a un precio ajustado para ser Roma. Así podríamos recorrer todos los lugares más emblemáticos a pie. La parte “divertida” de este hostel es que sólo para chicas: se conserva la tradición en este antiguo convento. Así que, a partir de ese momento, nos rebautizaríamos «Sor Presa»  y «Sor Vete». 😀

Nuestro primer día en Roma estaría MUY pasado por agua. Hacía tiempo que no veíamos llover de tal manera y, a diferencia de nuestro querido Santiago, en Roma no hay soportales ni dónde resguardarse así que cuando, al fin, encontramos una tienda que vendía paraguas ya estábamos más que empapadas. Decidimos tomárnoslo con humor y tranquilidad y, a modo guiri (pagándolo a precio de oro) pero con mucho gusto, decidimos empezar nuestra jornada tomando algo caliente en plena Vía della Conciliazione a 10 minutos del Vaticano, todo a cambio de un secador de manos con el que poder secarnos algo y no coger una pulmonía.
Así que tras esta parada técnica, empezaríamos nuestro largo paseo: callejear por todo Roma (omitiendo sus museos). Recorrimos casi todo el Río Tíber, pasando junto al Castillo Sant’Angelo, hasta llegar a la espectacular Piazza del Popolo. Desde allí recorreríamos la Via Corso, llena de tiendas y Vía dei Condotti. Empezó a apretar el hambre pero, al encontrarnos en una zona tan “cool”, decidimos pedirle consejo a una dependienta que nos enviaría hacia Piazza Spagna. Allí en una esquina encontraríamos un impresionante Pastificio: dos tipos de pasta fresca, con dos tipos de salsa a un módico precio… y la tienda a reventar de gente de pie devorándola allí mismo. ¡Todo un hallazgo! ¡Aquello fue el «recomponedor» perfecto!

El tiempo no nos dio tregua pero al mal tiempo buena cara. Más selfies por Piazza de Spagna, más secador de manos en un Mac Donalds, más risas buscando la Fuente del Tritón (que no llegamos a encontrar) hasta llegar finalmente al Panteón… Y como llovía tanto… ¿Qué pensó Mónica al entrar?

«¿Por qué tiene el Panteón un agujero en su cúpula? ¿Qué pasa cuando llueve, llueve, llueve?» Confieso que me dejó planchada porque nunca lo había pensado, jajaja.

A continuación, las puertas a la Fontana di Trevi se abrirían para nosotras (justo cuando nos pusimos en la cola debido a que está actualmente vallada por su restauración). Fue realmente sorprendente para mí poder ver sus magníficas estatuas desde tan cerca.
Ya de regreso para nuestro hostel, nos dirigiríamos a la Piazza Navona y Campo di Fiori que milagrosamente nos encontraríamos bastante vacías tras tanta lluvia.

No sé cómo nos dieron los pies pero esa noche creímos oportuno darnos un buen homenaje gastronómico. Como Orsa Maggiore se encuentra a apenas 5 minutos andando del maravilloso barrio del Trastevere, sacaríamos fuerzas para pegarnos un festín de ensalada caprese, pasta y panna cotta. Mmmmm…

Y tras un «recorrido romántico» bajo la lluvia, el segundo día ya lo centraríamos en recorrer los vestigios de la ciudad. Tuvimos muchísimo mejor tiempo que el primer día así que nos detendríamos más tiempo a lo largo del Río Tiber, cruzaríamos la Isla Tiberina, pasaríamos por la Iglesia de Santa María in Cosmedin para ver la Bocca della Veritá hasta llegar al Foro Romano. Rodearíamos el Coliseo (no había tiempo para colas) y finalmente nos dirigimos a la Basílica de San Piedro in Vicoli para ver el Moisés pero, por desgracia, se encontraba cerrado cuando pasamos. Sigo sin saber cómo nos dieron las piernas pero aún tuvimos el valor de volver a pasar por el Panteón, por la Piazza Navona, la Piazza Vittorio Emanuele, ver el atardecer en la Plaza de San Pedro antes de finalmente volver a casa…

Eso sí, esa tarde-noche, ya no fuimos capaces de movernos del hostel pero, si no te detienes en sus museos, creo que sí es posible ver los principales lugares de interés de Roma en un fin de semana siempre y cuando te guste mucho caminar. 🙂

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9 comentarios

  1. Jooo me falta la Capilla Sixtina porque cuando fui estaba en reformas, qué rabia! Y el punto 9 también me falta.
    Como anécdota, no fuimos a Roma de vacaciones, sino que Alitalia nos dejó tirados ahí ¡en Navidad! y nos dieron hotel hasta que hubiera un vuelo disponible.

    1. Bueno, pero si has tirado la moneda a la Fontana di Trevi, volverás a Roma para pegarte el atracón final de arte entre la Galería Borghese y los Museos capitolinos, jajaja!
      Pues que suerte poder quedarte más días a costa de una compañía aérea (ya me podía pasar a mí eso…)
      Muchas gracias por tu comentario y gracias por seguirme. 😉

    1. Yo he vuelto a viajar allí al redactar este artículo, jejeje. Te digo lo mismo que a Mamá en Bulgaria: Non ti preocupare!Si hemos tirado la moneda, volveremos 🙂
      Gracias por seguirme. Un saludo

  2. ¡Qué recuerdos! 🙂 A mi lo que mejor sabor de boca me dejó de mi viaje a Roma fue, sin ninguna duda, perdernos tranquilamente por la callejuelas que había alrededor de Piazza Navona mientras nos comíamos un gelatto (¡ñam!) por la noche… al fin y al cabo, como bien dices, lo mejor es perderse por los sitios no tan turísticos!

    Sandra.

  3. Totalmente de acuerdo con tu lista !! Sobre todo con el nº 8 : soy una enamorada del » Moisés » , es parada obligatoria en cada viaje a Roma 😉
    Un saludo!!

    1. Muchas gracias, Maruxaina! Sí, el Moisés – te guste/entiendas el arte o no – es impactante. Da la sensación de que se va a mover de un momento a otro, jajaja 😉

    2. Con decirte que yo la 1ª vez que lo vi … me eché a llorar !!!
      Nos vemos pronto , un bico 😉

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