Guía y recomendaciones para viajar solo a Santorini

Sin duda, Santorini es uno de los destinos que más obsesiona a millones de viajeros de todo el mundo, pero ¿Realmente merece tanto la pena?

Hoy te cuento sin pelos en la lengua mi experiencia viajando sola a esta icónica isla griega, en pleno corazón del mar Egeo.

Presupuesto para viajar solo a Grecia
Presupuesto para viajar solo a Grecia
Consejos para viajar solo a Grecia
Consejos para viajar solo a Grecia

Cómo llegar a Santorini



Para viajar a Santorini, al igual que su vecina Mikonos, tienes varios vuelos diarios que salen de Atenas e incluso varias ciudades europeas.

Si estás en alguna isla cerca, también hay mucha frecuencia de ferries. Llegan y salen desde el Viejo Puerto (Old Port).

Tal y como comenté en artículos anteriores, conviene reservar con antelación el barco ya que no son especialmente baratos.

Ferries en Santorini
Ferries en Santorini

Cómo moverse por Santorini



En Santorini – al igual que en Mykonos, hay autobuses locales que unen todos los puntos principales de la isla.

No obstante, el transporte público no es tan eficiente y los horarios tampoco son muy regulares. De hecho, aquí os dejo una foto de ejemplo con los horarios actualizados a mano a diario en la estación central de Fira.

Al ser una isla mucho más grande, hay muchísimos más turistas lo que hace que aunque haya buses, es frecuente ver a los visitantes pelearse por subirse a ellos.

Nota: Viajé a mediados de octubre que es supuestamente la época baja de la isla y en un par de ocasiones, me quedé “en tierra”, por culpa de la multitud de viajeros.

Horarios diarios de los buses en Santorini
Horarios diarios de los buses en Santorini

Qué ver en Santorini



Santorini es famosa por sus impresionantes acantilados, sus atardeceres de postal, sus casitas blancas e iglesias con cúpulas azules.

¿Merece la pena? Sí, rotundamente. No negaré que, definitivamente, tiene que estar en la lista de los 1000 sitios que ver antes de morir.

Ahora bien… ¿Es tan idílica como nos lo venden los influencers de todo el mundo? ¡NO!

Olvídate de poder sacarte una foto solo con sus cúpulas azules o de disfrutar los preciosos colores de la isla al atardecer.

¡La masificación turística lo ha estropeado todo y esa es la triste verdad!

Eso sí, si estás dispuesto a levarte a las 5 de la mañana durante tus vacaciones para estar solo por las calles o retocar fotos digitalmente para eliminar los 10 000 turistas que estaban allí junto a ti, ¡estás de enhorabuena!

La mejor época para visitar Santorini es TEÓRICAMENTE durante la primavera (abril-junio) o el otoño (septiembre-octubre). Durante estos meses, aún hace buen tiempo, y en absolutamente todas partes, leí que había menos turistas…

Oia

Oia es, sin duda, un pueblo sacado de una postal. Sus casas blancas e iglesias con cúpulas azules, sus callejones estrechos salen constantemente en Instagram. Se encuentra a 11 km de Fira (hay transporte público).

El pueblecito fue fundado al siglo XVIII y concebido inicialmente como un puerto comercial marítimo. En 1956 sufrió un terremoto, pero se volvió a reconstruir todo manteniendo su arquitectura tradicional.

El espectáculo por excelencia de Oia es ver su atardecer. Aunque llegues 1 o 2 horas antes, MILES de turistas se congregan en sus miradores (las ruinas del Castillo de Oia es el punto en el que todo el mundo quiere estar), terrazas y acantilados para ver cómo el sol se sumerge en el Mar Egeo.

¿Resultado? A partir de las 17 se empiezan a colapsar todas las calles y no se puede caminar (se forman literalmente atascos de gente). Evidentemente si vas en coche, es probable que no puedas luego salir de allí, no hay refuerzo de autobuses por lo que es probable que te quedes allí tirado…

¿Opciones? Búscate un alojamiento en Oia por si tienes que pasar allí la noche y busca alguna terraza menos concurrida (¡Si la encuentras!)

¿Qué más se puede hacer en Oia?

A los pies de Oia (bajando unos 200 escalones), se encuentra el Puerto de Ammoudi, un puerto que en su momento era vital para la isla, ya que desde ahí salían coloridas barcas transportaban productos locales como el vino y las famosas uvas de Santorini. Hoy conserva su encanto tradicional para los turistas, pero después del “show” para ver el atardecer, confieso que no tuve ninguna gana de bajar hasta él.

Nota: Desde el puerto, se organizan excursiones en barco que te llevarán a islas cercanas, como Thirassia, y a descubrir cuevas y calas escondidas a lo largo de la costa.

Otra visita recomendada en Oia es su Museo Marítimo, pero, personalmente, con tanta gente, después de un par de horas paseando por allí, sólo deseaba huir y regresar a mi hostel.

Firostefani y Imerovigli

Un paseo que recomiendo totalmente y que me encantó es ir de Fira a Imerovigli a pie. Si vas relajadamente apenas te llevarás un par de horas.

Firostefani es el primer pueblo que te encontrarás saliendo de Fira. Está a apenas 1,5 km de Fira.

Hay vistas espectaculares a la caldera de la isla durante toda la caminata y te encontrarás con cafeterías y restaurantes con un ambiente algo más relajado que en Fira.

Siguiendo todo recto y caminando otro kilómetro y medio más, llegarás a Imerovigli.

Este otro pueblo está a unos 300 metros sobre el nivel del mar y por ese motivo es conocido como «el balcón de la isla».

Nota: Si quieres más aventura, puedes seguir hasta Skaros Rock, el punto más elevado de Firostefani. Allí se encontraba antiguamente un castillo veneciano y dicen que tiene aún mejores vistas de la caldera. Lleva agua y protección solar ya que no hay tiendas y calzado adecuado para terrenos irregulares.

Fira

Fira es la capital de Santorini. Se encuentra al igual que los otros pueblos a lo alto de un acantilado.

También conocida como Thira, fue construida en la antigua Grecia. La ciudad fue habitada desde tiempos prehistóricos, aunque mucho de lo que vemos hoy se construyó a partir del siglo XVIII.

Fira tiene una vida más animada que los otros pueblos y alrededor de sus calles principales, puedes realmente encontrar todo tipo de tiendas, supermercados y, al haber mayor oferta de alojamiento, los precios son mucho más razonables.

Fira tiene, además, el Museo de la Prehistoria de Thera, donde se exhiben piezas de la era minoica. Desgraciadamente, no puede visitarlo.

Al igual que en Oia, Fira también tiene su Puerto Viejo (Old Port). En este caso puedes bajar sus 200 peldaños o ¡Atención! tomar un teleférico.

Nota: Desde el Puerto Viejo, también se organizan tours para descubrir calas escondidas, playas de arena negra o las islas Nea Kameni y Thirassia.

¡NO al maltrato animal!
Tanto en el puerto de Ammoudi como en el Viejo Puerto, te encontrarás muchísimo burros. La bajada, ¡y luego la subida! son muy pronunciadas por lo que se alquilan estos animales para que te lleven.
Si no te ves en forma para hacerlo, ¡coge el teleférico!
¡Los burros no tienen la culpa de que no hayas ido al gimnasio en 20 años!

Akrotiri

Desde Fira tienes también buses para ir a Akrotiri, un fascinante sitio arqueológico, conocido como la «Pompeya del Egeo» (Se encuentra a apenas 12 km de Fira).

Este antiguo asentamiento minoico personalmente no me decepcionó. La visita dura apenas una hora.

Esta antigua ciudad fue un próspero puerto y centro comercial de la civilización minoica, que alcanzó su apogeo alrededor del 1600 a.C. Sin embargo, una erupción volcánica que devastó la isla de Thera (la antigua Santorini) y sepultó la ciudad bajo cenizas y escombros.

Al igual que en Pompeya, todo se conservó sumamente bien: antiguas casas y edificios públicos, muchos de ellos de dos o tres pisos, frescos, ánforas, etc.

El sitio fue redescubierto en 1967 y, actualmente en el museo (a través de varios paneles informativos en varios idiomas) se nos sugiere que podría ser que Acrotiri podría haber inspirado la leyenda de la Atlántida.

Antigua Tera

Si Akrotiri te ha sabido a poco, también puedes dirigirte a la cima del monte Mesa Vouno, donde se encuentra el yacimiento arqueológico de la Antigua Tera.

Esta ciudad fue fundada en el siglo IX a.C. por colonos dorios provenientes de Esparta, fue estratégicamente ubicada en lo alto de una montaña.

Era un importante centro comercial y cultural, que alcanzó su esplendor durante el período helenístico (siglos III-II a.C.).

En la actualidad podemos ver los restos de su antigua Ágora, su teatro, templos, edificios públicos e incluso un antiguo cementerio con tumbas que datan del siglo IX a.C. hasta el siglo III d.C.

Para llegar las ruinas, puedes tomar un camino empinado de una hora desde Kamari o tomar la carretera que sube desde Perissa. Muy recomendable también llevar agua, protector solar y calzado cómodo.

No tuve tiempo a realizar esta visita, por lo que no puede deciros si merece la pena.

Excursión en barco por Santorini

Personalmente, lo que más me fascinó de Santorini fue el azul del mar Egeo, así que durante mis tres días allí, decidí finalmente dedicarle un día entero a ver la isla… ¡Desde el mar! La excursión que contraté empezaba y acababa en Fira.

La Caldera de Santorini, sin duda, llama la atención de cualquiera. Esta formación geológica se originó tras una erupción volcánica hace miles de años, y hoy en día es un vasto cráter que se sumerge en las aguas azules del mar Egeo.

Tras salir del puerto de Vlichada, lo primero que vimos desde el agua, fue la Playa de Akrotiri (a la que me había acercado a pie después de la visita al recinto arqueológico.

A continuación, la siguiente playa que vimos fue Playa Roja que, tal y como indica su nombre, es famosa por su arena y acantilados de color rojo intenso.

Acceder a la Playa Roja es algo complicado, ya que hay que caminar por un sendero rocoso desde el aparcamiento cercano.

Me decepcionó bastante porque realmente desde el barco, se veía una playa bastante enana.

Luego, el barco hizo su primera parada junto a la Playa Blanca, una playa muy exclusiva.

Sólo se puede llegar a ella en barco desde Playa Roja o desde el puerto de Akrotiri.

La playa también me pareció muy diminuta así que realmente, fue ideal poder darnos un chapuzón allí y regresar al barco.

A continuación, pasaríamos delante de Playa Negra y, personalmente, otra decepción más. En este caso, es una playa muy turística con restaurantes, bares y tiendas a lo largo del paseo marítimo.

Aquí también paramos para poder volver a bañarnos.

A continuación pasamos el Faro de Akrotiri y, tras ver estas insignificantes playas desde el barco, paramos para el almuerzo que, aunque muy sencillo, fue realmente muy completo y para todos los gustos.

Después de la comida, haríamos nuestra última parada del día: ¡Entramos en el cráter de la caldera!

En esta ocasión, nuevamente, la tripulación nos invitó a sumergirnos en el agua de Palea Kameni, eso sí, advirtiéndonos de no acercarnos demasiado a las rocas negras ya que pueden desprender calor.

¡La verdad es que es curiosos poder bañarse dentro de un volcán!

Una excursión relajada y perfecta para los amantes del mar.

Nota: A bordo se facilitan mascaras para hacer snorkel.

Pyrgos, Megalochori y Emporio

Otras de las recomendaciones que me he encontrado en muchas webs han sido Pyrgos , Megalochori y Emporio.

Supuestamente son pueblos mucho menos turísticos, sin embargo, a estas alturas, ¡Ya no me creo nada!

En ellos tenemos más de lo mismo: calles estrechas empedradas, casitas blancas, etc.

Eso sí, si no tienes coche, puede que sea más difícil encontrar transporte público para moverte por la isla.

Pyrgos (a 6 km de Fira) destaca por su Castillo y por encontrarse en la región vinícola de la isla, donde se producen algunos de los mejores vinos de la isla, incluyendo el famoso Assyrtiko. Allí se pueden visitar bodegas locales.

Megalochori se encuentra en la parte sur de Santorini (a 7 km de Fira) y destaca por el Monasterio de Agios Nikolaos y también tiene bodegas.

Emporio tiene un castillo medieval construido por los Caballeros de San Juan (El Kastro). Se encuentra a 10 kilómetros de Fira.

Dónde comer en Santorini



En Santorini, al igual que en todo Grecia, se come bien. Sin embargo, entre los productos locales de la isla destacan los tomates cherry, la fava (un puré de habas), las uvas y los vinos.

Al ser una isla sumamente turística, te encontrarás propuestas de todo tipo: desde platos tradicionales con terrazas con vistas al mar, pequeñas tabernas de pescados y marisco, comida rápida… ¡Y supermercados para aquellos con un presupuesto más ajustado!

Increíblemente, durante mi última noche en Santorini, Patricia Schultz, me dio la sorpresa de mi vida nombrando el pequeño local Nikolas, que se encuentra en Fira. Decidí, por lo tanto darme un homenaje, y casi lloro de la emoción de lo rico que estaba todo.

Nikolas, a pesar de estar en una calle muy turística, ofrece comida casera de la que podría prepararte tu madre y tu abuela. Todos los platos tenían una pinta estupenda, pero el pollo al vino y el yogur griego con uvas confitadas, hicieran que me arrepintiese no comer allí todos los días. Además, los precios eran sumamente razonables.

Dónde dormir en Santorini



Volvemos a lo mismo de antes. ¡No tendrás ningún problema en alojarte en Santorini! Todo dependerá de tu presupuesto.

Fira, al ser la capital, tiene más opciones de alojamiento: desde hoteles de lujo con piscinas infinitas hasta hostels y apartamentos. Otras de las ventajas de alojarse en Fira si no tienes vehículo propio es que desde la estación de bus, tienes autobuses que van a todos los puntos de la isla.

Si tienes un presupuesto más holgado, puedes decidirte por Oia o Imerovigli que tiene lujosos hoteles boutique con piscinas con vistas al mar o alojamientos con encanto construidos en cuevas.

Si viajas solo como yo, la opción más económica que encontré fue Bedspot, hostel muy pequeñito en el centro de Fira, pero extremadamente coqueto. ¡No le faltaba detalle y el personal era realmente un amor!

Tienen habitaciones sólo para chicas muy pequeñas, pero a las que no les falta detalle y todo estaba sumamente limpio.

Luego para relajarte tiene una amplia cocina con salón y una pequeña terraza donde tomar algo y donde relajarse metiéndote en su jacuzzi.

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