Guía y recomendaciones para viajar solo a Downtown, Nueva York

Downtown, conocido también como la Baja Manhattan, es el latido vibrante de Nueva York, donde historia y modernidad se entremezcla.

Su línea de horizonte de Downtown está dominada por rascacielos icónicos.

Desde la majestuosidad de la Estatua de la Libertad hasta los rincones más eclécticos de SoHo, ¡Aquí encontrarás entretenimiento para uno, dos, tres e incluso cinco días, me atrevería a decir!

¡Vamos allá!

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Downtown



Battery Park (El Museo Jewish Heritage)

Ubicado en el extremo sur de Manhattan, este parque va desde la antigua Fortaleza Clinton hasta Castle Garden, que alguna vez fue un centro de recepción de inmigrantes.

Desde Battery Park, puedes contemplar la icónica Estatua de la Libertad. Desde allí salen las excursiones en ferry hasta ella e Ellis Island.

Nota: Si estás interesado en tomar el ferry gratuito hasta Staten Island, que rodea la isla de la Estatua de la Libertad, tendrás que dirigirte al Pier 11.

El parque tiene un montón de esculturas que emergen entre flores y arbustos, mientras bordea el río Hubson.

Allí te encontrarás el Sunset Swing, unos columpios suspendidos desde los que contemplar el atardece, el Fireboat John J. Harvey, recordatorio de la importancia del patrimonio marítimo de la ciudad y el SeaGlass Carousel, un tiovivo que sumergirá a los más pequeños.

Además, Battery Park es escenario de muchos eventos durante todo el año. Desde conciertos al aire libre hasta proyecciones de películas, ¡estate atento!

Distrito financiero

En el corazón de Wall Street se encuentra el famoso Charging Bull, un símbolo de resiliencia y fuerza.

Su historia se remonta a 1987, cuando el escultor Arturo Di Modica lo instaló como un regalo no autorizado a la ciudad.

Hoy en día, es un emblema de Wall Street y un recordatorio de la determinación humana.

En la calle Wall Street encontrarás los famososedificios del Federal Hall (Reserva Federal) y el New York Stock Exchange (la Bolsa de Nueva York).

Encarándose a ellos, se encuentra la estatua de la Niña Sin Miedo de Wall Street. Esta pieza de bronce simboliza la valentía de la mujer a hacer frente a posiciones de liderazgo.

Beaver Street

A un paso del Distrito Financiero, no te pierdas Beaver Street, una pequeña calle anclada en el siglo XVII, de las primeras edificadas en Nuevo Ámsterdam. Sus edificios de estilo neoclásico y las fachadas ornamentadas albergan hoy acogedores cafés, restaurantes y tiendas.

Trinity Church y la Capilla de San Pablo.

Un tan solo unos pasos de allí, están Trinity Church, una pequeña iglesia de arquitectura gótica fundada en 1697 y su cementerio, atrapados entre rascacielos.

También, en medio de modernos edificios, también se conserva la Capilla de San Pablo del s. XVIII, de arquitectura gótica.

Hoy esta capilla no es simplemente un lugar de culto, sino un hervidero de actividad cultural en el que se organizan desde conciertos hasta proyecciones de películas y talleres creativos.

El Memorial y el Museo del 11 de septiembre

Durante mi primera visita a Nueva York en 2013, apenas pude apreciar el enorme agujero que habían dejado las Torres Gemelas.

Así que 10 años más tarde, ha sido muy impresionante rencontrarme con la zona totalmente cambiada y acabada.

El Memorial del 11 de septiembre rinde homenaje a las vidas perdidas en los trágicos ataques.

Se trata de dos piscinas reflectantes en los lugares donde se alzaban las Torres Gemelas invitan a la reflexión y recuerdo de ese día que cambió al mundo con los miles de nombres de las personas fallecidas.

Memorial del 11 de Septiembre
Memorial del 11 de Septiembre

El Museo del 11 de septiembre es una experiencia emotiva. En él puedes ver aún parte de la estructura de los edificios, antiguas escaleras, artefactos y escuchar las historias personales de los protagonistas que vivieron esta tremenda tragedia.

Oculus

Para llegar hasta allí, tendrás que dirigirte a la impresionante estación de Oculus, diseñada por Calatrava.

Esta estación fue construida en el lugar donde se encontraban las Torres Gemelas antes de los trágicos eventos del 11 de septiembre. El diseño evoca la idea de la resiliencia y la esperanza, y es un tributo conmovedor a las vidas perdidas.

Con su diseño vanguardista y futurista, es mucho más que una simple estación de transporte multimodal. Se le conoce como el «nuevo corazón de Lower Manhattan» y alberga en su interior tiendas de alta gama y restaurantes.

Pasear por sus pasillos, donde la luz natural es verdaderamente especial.

One World Observatory

Al pisar el One World Observatory, te encuentras ante una experiencia que te elevará 1776 pies en el aire (541,32 metros), en honor al año de la independencia de Estados Unidos que tuvo lugar en 1776.

Mientras el ascensor de alta velocidad te lleva hacia lo más alto, las paredes se transforman en pantallas que narran la historia de Nueva York para dejarte finalmente sin aliento cuando se abren sus puertas.

Construido en el lugar donde se erigían las Torres Gemelas, este monumento se alza como un símbolo de esperanza y resistencia ante la adversidad.

El observatorio no solo ofrece vistas panorámicas, sino que también rinde homenaje a todas aquellas personas que perdieron la vida en el atentado.

Brookfield Place

Si quieres hacer un descanso o simplemente comer algo por esa zona, puedes acercarte a Brookfield Palace.

Se trata de un agradable centro comercial – invernadero en el que podrás comprar o almorzar.

New York City Hall

El majestuoso edificio de arquitectura neoclásica del Ayuntamiento de la Ciudad de Nueva York data de 1802.

Posee imponentes columnas y una fachada elegante y está coronado por una cúpula de cristal.

El Ayuntamiento es un centro de gobierno, pero también un escenario de eventos como bodas hasta ceremonias de ciudadanía. Si te interesa, ofrecen visitas guiadas.

A continuación, te ofrezco varias alternativas de paseo.

Desde Downtown puedes seguir pasando por los barrios de Tribeca, Seaport (para dirigirte al puente de Brooklyn), Chinatown, Little Italy y Soho.

Estas zonas no tienen nada que ver en especial, pero tiene su propio carácter y ambiente por el que pasear.

La Estatua de la Libertad, Ellis Iand y Governors Island



La Estatua de la Libertad

Esta majestuosa obra de arte y símbolo de libertad es realmente cautivadora tanto de lejos como de cerca.

La estatua fue un regalo del pueblo francés al pueblo estadounidense en 1886, conmemorando la alianza entre ambos países durante la Revolución Americana.

La antorcha que sostiene la estatua simboliza la luz que guía a los viajeros y refugiados hacia un futuro mejor.

El Maestro escultor Frédéric Auguste Bartholdi es el genio detrás de la estatua y la estructura interna de la estatua fue diseñada por Gustave Eiffel, el mismo ingeniero detrás de la Torre Eiffel en París.

Al llegar al embarcadero de la isla encontrarás un pequeño museo gratuito, muy interesante, que te cuenta su historia.

Entrando al pedestal podrás acceder a la corona para vistas panorámicas de la ciudad, pero es necesario reservar con mucha antelación porque las entradas son limitadas.

Ellis Island

La historia de Ellis Island se remonta al siglo XIX, cuando fue designada como el principal punto de inspección de inmigrantes en Estados Unidos. Fue el punto de entrada de millones de personas buscaban una vida mejor en América.

Entre finales del siglo XIX y principios del XX, la Gran Oleada de Inmigración trajo consigo una mezcla diversa de culturas y experiencias, dando forma a la nación que conocemos hoy.

En el museo de Ellis Island que se encuentra dentro de los edificios originales cuidadosamente restaurados, podrás aprender más sobre el proceso de inmigración a través de relatos conmovedores.

Con el corazón lleno de emociones encontradas, los inmigrantes experimentaban una mezcla de ansiedad y esperanza al llegar: tenían que pasar por un proceso de revisión médica y legal, luego los funcionarios recopilaban información crucial de cada inmigrante en la Sala de Registro (creando un rastro invaluable para futuras generaciones) y tras una cuarentena, ya podían dirigirse desde pequeñas aldeas hasta grandes ciudades para empezar su nueva vida.

Governors Island

Con solo un corto viaje en ferry, encontrarás un mundo aparte en Governors Island.

Esta isla de aproximadamente 70 hectáreas ha evolucionado a lo largo de los años, transformándose de una base militar en un oasis cultural y recreativo.

Pasea por sus senderos, visita el Castillo Williams, su faro, sus colinas artificiales, disfruta de los eventos y festivales que allí se organizan o simplemente alquila una bicicleta y explora.

Tribeca



Tribeca es una zona llena de galerías de arte, con locales locales, restaurantes con estrella Michelin y que hoy acoge, el Festival de Cine de Tribeca de cine independiente fundado por Robert De Niro, este festival celebra la narración cinematográfica independiente.

Sus calles poseen los típicos edificios estilo cast iron del siglo XIX (construcciones con estructuras de hierro fundido con muchos ventanales y ligeras fachadas de ladrillo o piedra).

Edificios Cast Iron, típicos de Tribeca y del Soho
Edificios Cast Iron, típicos de Tribeca y del Soho

Chinatown



Desde sus humildes comienzos como hogar de inmigrantes chinos, el barrio ha evolucionado en un crisol de culturas

Alrededor de Columbus Park, recorre las callejuelas estrechas de Chinatown donde se fusiona de forma única elementos chinos y occidentales, descubre templos budistas y taoístas escondidos, y disfruta de sus restaurantes que te ofrecen platos auténticos que te transportarán directamente a las calles de Beijing o Shanghai.

En las tiendas de souvenirs y los mercados de Chinatown encontrarás muy buenos precios con respecto a otros lugares de la ciudad.

Little Italy



Desde finales del siglo XIX, Little Italy ha sido el hogar de generaciones de inmigrantes italianos que llegaron buscando nuevas oportunidades en Estados Unidos.

Sus calles fusionan la tradición italiana con la energía neoyorquina. Recorriendo la pintoresca calle de Mulberry te encontrarás con numerosos restaurantes acogedores, tiendas de productos italianos y puestos de comida callejera, la Iglesia de San Patricio, testimonio de la fe y la devoción de la comunidad italiana de Little Italy, boutiques de ropa de moda italiana y hasta tiendas que venden objetos artesanales únicos.

Soho



Inicialmente el barrio de Soho fue un centro industrial y fue poco a poco transformándose en un epicentro cultural.

Las antiguas fábricas se han convertido en lofts de lujo, pero el espíritu trabajador y artístico sigue vivo en cada rincón.

El Soho está lleno de galerías de arte, murales callejos, café acogedores, panaderías encantadoras y de boutiques que ofrecen desde moda de alta costura hasta creaciones de diseñadores locales.

Al igual que en Tribeca, los edificios de hierro fundido le dan al Soho su seña de identidad.

Soho
Soho

Seaport



El barrio Seaport posee calles adoquinadas y edificios de estilo colonial que te llevarán a la Nueva York del siglo XIX.

Allí se encuentra el Museo South Street Seaport (dedicado a la historia marítima de la ciudad), el Mercado Fulton de productos frescos, boutiques de diseñadores emergentes y numerosos restaurantes si tienes antojo de marisco.

El icónico puente de Brooklyn une Seaport con el resto de la ciudad.

Anímate a cruzar esta obra de arte colosal suspendida sobre el agua.

También podrás tomar, si lo deseas, un barco turístico para disfrutar de vistas panorámicas de los rascacielos y la costa desde el río.

Puente de Brooklyn



El Puente de Brookinn, también conocido como el «Puente de Brooklyn», es más que una simple estructura de acero y cables.

Desde su inauguración en 1883, este puente colgante ha sido una obra maestra arquitectónica que une Manhattan con Brooklyn, atrayendo a lugareños y turistas por igual.

Desde lo alto, puedes capturar la majestuosidad del río East y el río Hudson mientras se abrazan entre sí.

La Estatua de la Libertad parece saludarte desde lejos, y los rascacielos de Manhattan se alzan imponentes.

No hay mejor manera de capturar la grandeza de la ciudad que desde este icónico puente.

Nada más cruzar el puente, nos adentramos en el barrio de Dumbo (su nombre significa «Down Under the Manhattan Bridge Overpass», es decir, “Debajo del paso elevado del puente de Manhattan”).

Este barrio de calles empedradas posee numerosas galerías de arte, estudios de artistas y murales en cada esquina.

Junta a Dumbo se encuentra el histórico barrio de Brooklyn Heights con calles arboladas y mansiones históricas. Dirígete a su parque (el Brooklyn Bridge Park) al atardecer, para alucinar con una de las estampas más increíbles del mundo.

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