Mi viaje y recomendaciones para viajar solo a León
Llega el fin de semana el puente de las Letras Gallegas.
Sandra está en casa y recuerda que durante ese mismo periodo el año anterior visitaba Egipto.
Esta vez no hay ningún plan.
Decido ir el día anterior hasta la estación de Renfe. ¿Cuánto se tarda en llegar de Santiago a León? Unas cuatro horas me contestan. 1,2,3…
Ok ¡Allá, vamos!
- Qué ver en León: Mis 6 Imprescindibles
- La Catedral de León
- El antiguo Convento de San Marcos, los Jardines de la Condesa y el paseo de Papalaguinda
- La colegiata de San Isidro (Museo Panteón)
- El Palacio de los Guzmanes, la Casa Botines y recorrer toda la calle Ancha
- La Plaza Mayor, la Plaza del Grano e irse de tapas por el barrio húmedo
- Visita al Musac (Museo de Arte Contemporáneo de Castillo y León)
- Mi viaje a León: Diarios de viaje
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Qué ver en León: Mis 6 Imprescindibles
La Catedral de León
Ahí aparecía la Catedral de León en la primera versión de”1000 sitios que ver antes de morir” y, ¡Menos mal que Patricia lo corrigió!
Ahora no sólo recomienda su catedral sino toda la ciudad de León y hace muy bien.
La catedral es realmente impresionante sobre todo por sus vidrieras (¡y os lo dice una persona que ya ha visto unas cuantas catedrales!).
Es claramente una visita imprescindible pero León, es mucho León. 😉
El antiguo Convento de San Marcos, los Jardines de la Condesa y el paseo de Papalaguinda
Lo cierto es que tuve mucha suerte con mi hostal y estuve alojada a unos minutos del impresionante Convento de San Marcos.
Esta joya del plateresco es hoy en día un Parador pero se pueden visitar la iglesia y su bonito claustro.
No dudéis en entrar. Merece la pena.
La colegiata de San Isidro (Museo Panteón)
La llamada “Capilla Sixtina del Románico” personalmente no me defraudó nada.
Evidentemente el Panteón Real de la Colegiata de San Isidro no es tan grande ni espectacular como su “doble” italiana pero está claro que su valor histórico es incalculable.
Los detalles pintados en sus bóvedas son exquisitos.
Además el Tesoro posee una colección de objetos medievales muy interesante.
El Palacio de los Guzmanes, la Casa Botines y recorrer toda la calle Ancha
Si no era suficiente con lo anteriormente mencionado, el Palacio de los Guzmanes (un palacio renacentista hoy en día sede de la Diputación Provincial de León) y la Casa Botines (obra de Gaudí y hoypropiedad de Caja España) son otras dos joyas arquitectónicas que uno se puede encontrar en León.
Aprovechad los horarios de oficina para poder curiosear un poco en su interior, jeje.
Desde la Plaza San Marcelo que reúne dichos edificios y una estatua de Antonio Gaudí observando lo que construyó, os recomiendo que sigáis vuestro camino todo lo largo de la Calle Ancha, una de las calles más transitadas de la ciudad, con una ambiente sin igual y con unos cuantos edificios modernistas encantadores.
La Plaza Mayor, la Plaza del Grano e irse de tapas por el barrio húmedo
Adentrándonos en el Barrio Húmedo, lugar por excelencia dónde disfrutar de la buena gastronomía leonesa, nos encontraremos con la pequeña Plaza Mayor con sus soportales, bares y restaurantes.
Ahí se encuentra el Antiguo Consistorio y suele haber mercado en días señalados.
A apenas 5 minutos, os encontraréis otra encantadora plaza: la llamada Plaza de Santa María del Camino, más conocida como Plaza del Grano que personalmente me enamoró por su sencillez.
Visita al Musac (Museo de Arte Contemporáneo de Castillo y León)
Lo añado de extra porque entiendo que el Arte Contemporáneo no es gusto de todos pero lo cierto es que el MUSAC es uno de los museos más importantes de arte contemporáneo de nuestro país (personalmente lo recomiendo)
¡Modernos del mundo, no os lo perdáis! 😉
Mi viaje a León: Diarios de viaje
Madrugo para poder aprovechar el viernes ya en la ciudad y llegar allí a la hora de comer. El tren es cómodo no hay queja. Mi maletita rosa y yo tenemos ganas de aventuras. León es un lugar perfecto para pasar un fin de semana relajado. Encuentro un hostal en el centro en el centro a muy buen precio.
La ciudad me sorprende muy gratamente. ¡No me esperaba que fuese tan bonita! No dejo de sonreír. Me recuerda mucho a Santiago y aún más cuando decido empezar el recorrido con el impresionante Convento de San Marcos. La estatua de un Peregrino me recuerda que el Camino pasa por aquí. Es mayo y hace un tiempo agradable. Sale el sol y decido darme un agradable paseo todo lo largo del río Bernesga.
Me dirijo hacia el centro y me encuentro enseguida con la bonita Casa Botines y a “Gaudí” sentado en un banco frente a su obra. Justo al lado está el Palacio de los Guzmanes y recorro la Calle Ancha con sus preciosos edificios de estilo modernista. Sin querer ya me encuentro con la famosa Catedral. En parte he venido por ella ya que Patricia Schultz la menciona en el libro pero me doy cuenta de que está muy equivocada. Visito la catedral y efectivamente es espectacular, las vidrieras son increíbles pero en realidad yo ya me he enamorado de toda la ciudad de León.
Decido hacerme una primera parada para tapear en la ciudad vieja y empiezo a perder por las callejuelas que rodean la Playa Mayor. Tras unas tapas de los más contundentes sobre las 4 de la tarde (otro gran parecido con Santiago de Compostela) ne doy cuenta de que mi primer día en León ha pasado volando. Me voy para el hostal encantada y relajada. Mañana más y mejor.
Al día siguiente el tiempo está nubladete así que me meteré más en los museos: decido pasear todo lo largo de la muralla hasta llegar a la Basílica de San Isidro, ya que me ha llamado la atención el Panteón Real, una pequeña capilla Sixtina del románico. Es curiosa, particular. Me gusta. Vuelve a salir sol así que me pierdo de nuevo por el bonito Barrio Húmedo y hay mercado ante la Casa Consistorial de la Plaza Mayor. El ambiente es la mar de agradable. Callejeando sin parar acabo en la encantadora Plaza del Grano que aún conserva su empedrado medieval Me quedo allí sentada en silencio, viendo la vida pasar, durante casi media hora ¡Precioso!
Por la tarde decido visitar el renombrado MUSAC, Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León que no me defrauda en absoluto con unas exposiciones de lo más interesantes.
Si León ya me tenía más que encantada, para ponerle el broche final a mi segundo día, se daba la casualidad que mi amada Zahara estaba en la ciudad. El concierto me destroza el corazón pero estoy feliz y tranquila.
Un fin de semana improvisado, sin grandes expectativas en un principio, que sin embargo fue perfecto en todos los sentidos. ¡Me encanta León y me encanta que los «no planes» salgan bien!
Nosotros estuvimos hace unos años unas horitas y nos quedaron ganas de volver con más tiempo. Menos mal que nos queda cerquita.
Pues no lo dudéis en serio! Os llevaréis una grata sorpresa y además…¡Qué bien se come! 😉