Mi viaje y recomendaciones para viajar a Toledo

Sandra Candal

Hoy os cuento mi experiencia en Toledo, una ciudad llena de historia (Patrimonio de la Humanidad de la Unesco), y qué lugares turísticos me parecen imprescindibles si vais a visitarla.

Toledo España
Llegada a Toledo

Información general sobre Toledo

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¿Cómo llegar hasta Toledo? ¿Dónde está? ¡Pues es realmente muy fácil!

Se encuentra en la Comunidad Autónoma de Castilla-La-Mancha, queda cerca de Madrid, a apenas 80km (una hora en coche).

Se puede viajar hasta la ciudad desde la capital tanto en bus como en tren aunque personalmente recomiendo más bien la segunda opción.

La ciudad no dispone de aeropuerto pero sí de una red de autobuses frecuentes que la conecta con el aeropuerto de Barajas.

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Aunque pueda parecer increíble, esta pequeña urbe de 50 000 habitantes fue capital de España durante el reinado de Carlos V (s. XVI) que trasladó allí su corte.

Se puede visitar perfectamente en uno o dos días.

Toledo es conocida también como la Ciudad de las tres culturas.

En ella convivieron en paz y armonía cristianos, musulmanes y judíos durante la Edad Media tal y como lo demuestra su rico patrimonio.

Toledo se encuentra en una estepa por lo que tiene un clima bastante árido (apenas llueve).

Las temperaturas suelen ser bastante extremas: en verano se puede superar con facilidad los 20 grados mientras que en los inviernos pueden ser muy gélidos.

Qué ver y hacer en Toledo: Mis 5 Imprescindibles

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Toledo es una excursión perfecta para un fin de semana. 

Aquí tienes mis recomendaciones (¡la mayoría gratis!)

Panorámica de la ciudad desde la estación de tren

Viajé a Toledo desde Madrid  y la verdad es que la primera impresión al llegar a esa estación de tren de estilo neomudejar es maravillosa.

El paseo hasta el centro de la ciudad sigue siendo, para mí, a día de hoy, uno de los recuerdos más bonitos que tengo de la ciudad.

Esos paisajes manchegos, cruzar el río Tajo y la panorámica que tienes de toda la ciudad nada más llegar te deja sin habla.

Parece que has retrocedido de repente al pasado y que, de un momento a otro, saldrán por el puente San Martín o por el puente del Alcántara unos cuantos caballeros medievales sobre sus corceles. 😀

La Catedral de Toledo y su Alcázar

¿No eres muy de iglesias ni de arte…? ¡Lo siento pero está es una catedral en la que sí deberías entrar!

La entrada a la Catedral de Toledo es gratuita para ciudadanos españoles y no sólo es espectacular por fuera sino que por dentro detalles como el Transparente, un montón de capillas a cada cuál más impresionante, una capilla capitular con retratos de todos su arzobispos, el tesoro que demuestra la gran riqueza y poder del que gozó la Iglesia…

¡Un imprescindible!

A un paso de allí, el Alcázar es otra de las joyas de Toledo.

Esta fortificación destaca sobre toda la ciudad por lo que se entiende perfectamente su gran valor estratégico militar desde hace siglos.

También desempeñó un papel protagonista durante la Guerra Civil Española.

Allí tuvo lugar una batalla fuertemente simbólica durante la cuál el edificio fue asediado durante dos meses por los republicanos hasta la llegada del Ejército de África y a la entrada de Franco a la ciudad al día siguiente. 

La puerta del Cambrón y el barrio de la Judería

La puerta del Cambrón es otro emblema de la ciudad (esta vez renacentista) y era llamada antiguamente Puerta de los Judíos.  

Un paseo por el barrio de la Judería es también altamente recomendado (eso sí, con calzado cómodo): calles adoquinadas, estrechas y muchas de ellas empinadas donde parece que se ha detenido el tiempo.

Destacan la Sinagoga del Tránsito, la Sinagoga de Santa María la Blanca y la Casa-Museo del Greco.

Si os interesa el tema, os recomiendo el libro «Toledo: Judíos, curiosidades, mitos y encantarias» que nos traslada a aquellos tiempos para conocer sus leyendas y secretos.

Plaza de Zocodover y El Quijote

El centro neurálgico de Toledo es una espaciosa y agradable plaza.

Bajando sus escalinatas no os olvidéis de haceros un selfie con Don Quijote que anda por ahí.

Gastarse los “cuartos” en metal… ¡o en comer!

Toledo está invadido por guiris todo el año y cómo no, amigos frikis, este será vuestro paraíso si queréis haceros con cualquier tipo de apero de acero forjado: desde escudos y espadas hasta armaduras y de todo tipo de temática (desde réplicas medievales pasando por el Señor de los Anillos y Juego de Tronos, jejeje).

Para lo que disfrutamos de cosas más mundanas, Toledo es un paraíso gastronómico así que si sois buenos comedores, la lista empieza así: embutidos, jamón, perdiz estofada, sopas de ajo, cochifrito, cocido, caldereta, venado, migas, gachas, picadillos, truchas, mazapán…

¡Paro porque me está entrando hambre!

La zona de tapas de Toledo se encuentra principalmente en el barrio de los Conventos.

Qué ver a la afueras: Toledo romano

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Si dispones de más tiempo, a las afueras de la ciudad puedes visitar restos de la antigua Toletum.

Quedan vestigios de su circo, sus termas y su acueducto.

Aquí puedes encontrar más información.

Mi viaje a Toledo

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Tras la tranquilísima visita por Ávila, y tras pasar una noche más en mi pisito prestado en Madrid, me fui toda confiada de nuevo a la estación de Chamartín… ¡cuando me enteré de que tenía que ir hasta la estación de Atocha para coger el tren para Toledo!

Apenas llegar, ya cruzaba el río Tajo y empezaba a vislumbrar esta ciudad que realmente parece sacada de una película.

Fuí rodeando la muralla – enseguida me encontré de bruces con la imponente Puerta de la Bisagra, y tras unas cuantas cuestas por fin logré tener una vista sobre un pequeño conjunto de casitas de aire típicamente castellano. 🙂

Caminando sin rumbo aterricé en la Plaza de Zocodover que se encontraba engalanada de banderas y con un cierto ambiente festivo debido a que era el fin de semana de la Constitución.

Bajando por uno de sus soportales, me encontré con la estatua de Cervantes, estratégicamente colocada para los turistas, jejeje. Seguí mi recorrido en dirección al imponente Alcázar y, como el hambre empezaba a apretar, hice mi primera parada para reponer fuerzas en el mismo Casco histórico. Mientras comía, no dejaba de ver hordas y más hordas de japoneses con sus visitas guiadas fotografiándolo todos los monumentos e invadiendo las tiendas de cuchillos y espadas.

Una hora más tarde, me dirigía a la Catedral (Recomendación de Patricia aunque ahora Toledo haya totalmente desaparecido de la nueva versión del libro). A pesar de tener que coger una entrada, luego fue toda una alegría descubrir que la visita era gratuita para ciudadanos españoles.

Mereció mucho la pena entrar, de lo que más me gustó de Toledo. Aparte de sus espectaculares fachadas (la Fachada principal, la Puerta de los Leones, la Puerta del Reloj) y de su impresionante Torre, el interior de catedral me llamó muchísimo la atención por su majestuosidad y la gran abundancia de decoración. Me sorprendió lo que llaman el Transparente, una obra escultórica barroca que se integra en la estructura arquitectónica del templo dejando entrar la luz de forma que realmente parece divina.

Tras la visita a la catedral, me dejé perder por el antiguo barrio judío hasta llegar a la pequeña sinagoga de Santa María la Blanca, de la que destacaría más que nada su buen estado de conservación. Pasando por delante del Museo del Greco y por la famosa Torre Mudejar de Santo Tomé, a continuación me fui en dirección al barrio de San Nicolás. No pude visitar la mezquita Cristo de la Luz que se encontraba cerrada en domingo pero seguí callejando solo esta vez por el antiguo barrio musulmán, como si me hubiese quedado atrapada en el tiempo.

Además las visitas a la sala capitular – con los retratos de todos los arzobispos – y a las salas contiguas con todos los tesoros de la catedral son increíbles. El claustro también me pareció de los más hermosos que he visto hasta la fecha…z por el antiguo barrio musulmán, como si me hubiese quedado atrapada en el tiempo. 😀

Finalicé mi ruta en el Monasterio de San Juan de los Reyes, con sus curiosas cadenas colgando de su fachada en recuerdo a los cristianos cautivos liberados por Fernando el Católico.

Al atardecer tomaba finalmente las últimas instantáneas de esta ciudad de postal mientras cruzaba el Puente de Alcántar de regreso a la estación de tren…

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2 comentarios

  1. Es cierto que Toledo se llena de turistas durante el dia. Por eso recomiendo quedarse una noche para que lo puedan apreciar de noche y luego temprano antes de que lleguen las excursiones.

    1. A mí la ciudad, por culpa de eso, me pareció algo insípida. Me pareció bonita desde luego pero, como ya sabéis, a mí los lugares «Guirilandia» me echan para atrás, jejeje

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