Mi viaje y recomendaciones para viajar solo a Copenhague

El viaje a India fue totalmente improvisado y, antes de planearlo, con antelación había comprado un billete para Copenhague, Dinamarca para el mes de noviembre (aquellas maravillosas ofertas que hacía Iberia…).

Como os podéis imaginar este viaje fue bastante más descafeinado. Europa tienes miles de cosas que ver pero ahora me he enganchado a viajar a culturas diferentes. 🙂

Qué ver en Copenhague: Mis 6 imprescindibles



 

El centro de Copenhague: el casco antiguo y los canales de Nihavn

Visité Copenhague en pleno mes de noviembre y la verdad es que si el centro antiguo de la ciudad – de estilo medieval, con edificios espectaculares como Teatro Real – ya me pareció realmente encantador (y aún más si cabe por el ambiente navideño que allí se respiraba), el bonito barrio de Nyhavn, un paseo marítimo todo lo largo del puerto con casitas de colores, me enamoró por completo.

Copenhague tiene una población de 2 millones de habitantes lo que hace que sea una capital muy agradable con una arquitectura cuidada.

Uno se siente muy seguro y tranquilo en ella. Muchas calles del centro son peatonales y la mayoría de la gente anda en bicicleta.

Pasando delante de los Jardines Tívoli, llegas enseguida a la plaza del Ayuntamiento.

Si sigues todo lo largo de la calle Stroget hasta llegar al Kongens Nytorv, verás el Teatro Real. Como podéis apreciar, casi todos los principales de interés se encuentran muy cerca los unos de los otros.

En el bonito puerto de Nihavn, una de las atracciones turísticos más populares son los paseos en barco. 

Parque Tivoli

Cuando llego a una nueva ciudad me encanta pedirles su opinión a los Couchsurfers sobre la lista de sitios que ver en Dinamarca.

En este caso, Betina se quedó sorprendida cuando le comenté que en la lista venían los Jardines Tívoli y me dijo que era todo un acierto, algo muy típico.

Este parque de atracciones, abierto desde 1843, uno de los más antiguos del mundo, es realmente un “must” para los Kobmendense (Copenhaguenses).

Me encontré con un parque temático navideño, con las típicas atracciones de feria como trenes, norias y montañas rusas pero con aire de cuento de hadas además de un montón de familias y niños disfrutando de chocolate, vino caliente y gofres para luchar contra el frío. 

Un lugar realmente diferente.

Nota: En verano también hay programación con eventos varios.

Paseo a lo largo del puerto para ver la Opera y la Sirenita

Uno de los grandes inconvenientes cuando viajas solo es que necesitas ayuda para sacarte una foto.

¿La ventaja? Haces amigos enseguida, jajaja. Vi a un pobre chico que al igual que yo buscaba a alguien quién le sacase una foto y enseguida hicimos migas.

Stéphane y yo seguimos recorriendo toda la zona del puerto juntos en busca de la Sirenita (unos 45 minutos de caminata todo lo largo del puerto de la capital danesa).

Más o menos a medio camino, a vuestra derecha, os encontraréis con el majestuoso edificio de la Ópera (la iluminación de noche es espectacular) y a vuestra izquierda, la residencia de la familia real danesa, Amalienborg.

¡Advertencia! La primera vez que me acerqué a la famosa sirenita fue un fracaso: los turistas-paparazzis estaban acosándola a flashazos sin parar pero, ¡quién madruga, Dios le ayuda!

En el segundo intento, verla al amanecer (junto a un par de japoneses) fue todo un acierto.

Sirenita Copenhague Dinamarca
Sirenita Copenhague Dinamarca

Ny Carlsberg Glyptotek

Independientemente de que la colección de este museo me encantase (10 000 obras  que van desde arte antiguo hasta joyitas de Gauguin, Degas, Toulouse-Lautrec y de mi amado Rodin), este edificio que recoge la colección privada del famoso cervecero es realmente impresionante tanto por dentro como por fuera.

Destaca el precioso jardín de Invierno que une los dos edificios principales. Un pequeño oasis en una capital helada.

La Iglesia de Nuestro Salvador (Vor Frelsers Kirke) y la ciudad libre de Christiana

Tenía muchas expectativas puestas en Christiana, por su historia pero hoy en día me temo que esté muy lejos de ser lo que fue…

Aún así no deja de ser una visita curiosa y alternativa.

Había oído hablar de esta comunidad independiente pero, hoy en día, poco queda de esa ciudad libre, la que había sido una comuna hippy autogobernada.

Se ha convertido desgraciadamente en un barrio de casas okupas donde es fácil procurarse drogas…

A un paso de allí se encuentra la Iglesia de Nuestro Salvador (Vor Frelsers Kirke), recomendación de mi Couchsurfer.

Me decidí a entrar y a subir sus vertiginosas escaleras exteriores que van en espiral todo lo largo de su capitel barroco (no apto para claustrofóbicos y/o personas con vértigo).

Superar vuestros miedos merecerá la pena porque las vistas desde allí a todo Copenhague son espectaculares. 

El Castillo de Kronberg

Si disponéis de un día más, os recomiendo la visita al Castillo de Kronberg que se encuentra a los alrededores, a apenas 45 min en tren del centro de Copenhague en dirección a Elsinor.

Esta antigua fortaleza medieval, Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000, que luego fue reconstruida durante el renacimiento, fue, según cuentan, el escenario que inspiró a Shakespeare para escribir Hamlet.

Se puede entender perfectamente la importancia estratégica que tuvo este lugar ya que desde sus ventanas se divisa el mar y la actual Suecia a lo lejos.

El tiempo acompañó y aquí podéis ver las bonitas fotos de esta fortaleza renacentista, muy distinta a lo que había visitado anteriormente.

Nota: Hay visitas guidas gratuitas en inglés.

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Información práctica sobre Copenhague

Copenhague posee dos aeropuertos: el internacional, el aeropuerto de Copenhague-Kastrup y el aeropuerto de Roskilde.

Yo estuve en el primero. Hay un shuttle bus gratuito entre sus tres terminales.

La opción más económica y rápida para ir del aeropuerto al centro de la ciudad es hacerlo en tren. También están los buses 5A, 35 y 36 que os llevan a diferentes barrios de la ciudad.

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Dinamarca no es un destino barato.

Los precios para un hostal rondan los 30 euros la noche, comer en un lugar barato nos costará unos 20 euros, una cerveza 7 euros,  una botella de agua 2,5.

Lo ideal en este caso es tirar de Couchsurfing o alquilar un apartamento con Airbnb.

El clima en Dinamarca, como cabe esperar, es lluvioso y frío.

Los mejores meses para visitar Copenhague, en teoría, son de abril a agosto ya que en primavera y verano el tiempo es templado.

El resto del año, nos encontraremos con viento y lluvia aunque rara vez suele nevar en la capital al estar tan cerca del mar.

Sin embargo, si aguantáis bien el frío, os recomiendo visitar la ciudad en Navidad porque realmente es precioso.

¿Cuánto días se necesitan para visitar Copenhague?

Cómo pudisteis leer más arriba, la ciudad se puede visitar perfectamente en 2 días con un tercero para visitar los alrededores. ¡Un destino perfecto para un fin de semana!

En cuanto a gastronomía, destacan como alimentos más típicos la patata, las coles, los pescados y mariscos, y los quesos.

Mi viaje a Copenhague: Diarios de viaje (2011)



Aún así sería mi primera vez a un país escandinavo (¡y lo que me falta!). Los precios en Copenhague me parecieron una locura así que volví a recurrir a Couchsurfing. Esta vez, Betina, una treintañera como yo, me alojaría por 3 noches en su casa.

Nada más llegar, cambio radical: pasar de un pegajoso calor indio a un frío seco glaciar. LOL. Llamé a Betina y me dijo que estaba en casa de unas amigas, que me uniese a ellas. ¡Allá me fui con mi maletita rosa! Tras seguir sus indicaciones, me vi metida de lleno en una fiesta de chicas danesas. La anfitriona vivía en un antiguo edificio

comunitario de ladrillos rojos dividido ahora en un montón de mini apartamentos. Nada más entrar, sentí que me había metido dentro de un catálogo del Ikea: una decoración muy minimalista, suelos de manera sin barnizar, mucho blanco para dar sensación de luz…¡las 5 de la tarde y ya era noche cerrada! El “botellón” al que me habían invitado estaba formado de panecillos, queso, uvas y vinos tintos franceses. Una forma muy fina de diversión. Después de una acogida tan repentina como cálida, Betina y yo nos fuimos a su casa, charlando como si fuéramos amigas de toda la vida. En seguida me llamó la atención que la ciudad fuese tan llana y estuviese llena de bicis. De hecho, entre bromas, Betina me confesaba lo difícil que resulta volver a casa en bicicleta después de las fiestas en casa de amigos, jejeje.

Al llegar a casa, mi “Host” me avisó de que desgraciadamente trabajaba y que no podría enseñarme la ciudad. Aún así repasamos la lista de Sitios que ver en Dinamarca de Patricia Schlutz y me dio unos cuantos buenos consejos.

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