Guía y recomendaciones para viajar solo a Québec

Tal y como comenté anteriormente, planeé mi viaje a Canadá en otoño… pero, ¡me encontré con el invierno!

Así que hoy os traigo el post «nevado» de una pequeña ciudad de ensueño, Patrimonio de la Humanidad: Québec, la única ciudad amurallada de América del Norte.

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Qué ver en Quebec



Si estás buscando un destino turístico con una rica historia y cultura, Quebec es una ciudad que definitivamente debes considerar.

Situada en la orilla del río San Lorenzo, Quebec es una ciudad histórica y amurallada que cuenta con una variedad de atracciones y sitios de interés turístico.

Quebec fue fundada por Jacques Cartier en 1534, cuando llegó a la región en busca de una ruta hacia Asia. Fue durante la época de Nueva Francia cuando se establecieron los primeros asentamientos en la zona, lo que ha dejado un legado histórico y cultural que se puede disfrutar en la actualidad.

La provincia incluye ciudades como Quebec City y Montreal, que son destinos turísticos populares

El francés en Quebec

Québec es una provincia que habla la lengua francesa y es la única provincia de Canadá en la que el francés es la lengua oficial del gobierno y los tribunales. La conservación de la lengua francesa ha sido un tema importante en la historia de Quebec, y la provincia ha invertido millones de dólares en programas de educación y promoción del francés.

El barrio del Petit Champlain

Estas callejuelas empedradas, con pequeñas tiendas de lo más coquetas, se encuentran muy cerca del viejo puerto de Québec. Tienen realmente mucho encanto.

Los coloridos escaparates contrastan con la piedra gris. No te pierdas tampoco la pequeña Iglesia de Notre-Dame-des-Victoires.

¡Recorriendo este barrio, te verás totalmente sumergido en un cuento de Navidad!

Escalier Casse Cou (La escalera rompe cuellos)

Esta actual escalera de tres rampas, diseñada en 1893, une la ciudad alta y la ciudad vieja desde hace 4 siglos. Se accede a ella en la Côte de la Montagne y la rue du Petit-Champlain.

Place Royale, Château Frontenac y centro histórico

El Château Frontenac, emblema de la ciudad, es un hotel histórico que se encuentra en la Place Royale.

Fue construido por una empresa de ferrocarril a finales del siglo XIX y se inspira en los castillos franceses.

A un paso se encuentra la Terraza Dufferin, el Funicular del Vieux-Quebec y la Promenade des Gouveneurs desde los cuales tendremos unas vistas espectaculares a las murallas, al río San Lorenzo y a Lévis.

Museo de la Civilización

En Canadá, los inviernos son rudos. Además de disfrutar de la nieve para practicar deportes de invierno, siempre nos encontraremos con grandes museos en los que resguardarnos del frío.

En el Museo de las Civilizaciones nos ofrecen muchas colecciones de diferente índole (científicas, culturales, virtuales, artísticas, etc.) y para diferentes edades.

Personalmente, el ala dedicada a la historia de Québec, como turista, me pareció la más interesante.

Nota: Québec tiene una rica historia de las primeras naciones, y la provincia ha hecho un esfuerzo por reconocer y respetar la cultura y los derechos de estas comunidades.

La Catedral de Notre-Dame de Quebec y el Seminario

Esta pequeña basílica, construida en XIX, forma parte del Centro Histórico de Québec, Patrimonio de la Humanidad. Es la más antigua del país.

Tiene una especial importancia porque allí se encuentra enterrado el Obispo, Monseigneur de Laval, un hombre de gran fe (canonizado recientemente por el Papa Francisco) y fundador en el s. XVII del Seminario de Québec (que hoy forma parte de la universidad. Se encuentra justo detrás de la iglesia).

Museo nacional de Bellas Artes de Québec

El MNBAQ (Musée National des Beaux-Arts de Québec) es otro de los grandes museos de la ciudad. Alberga una impresionante colección de arte y escultura (unas 25 000 obras).

En él, descubriremos artistas de la región Québec del s. XVIII hasta hoy.

Ciudadela de Québec, el parque de los Campos de Batalla y el Parlamento de Québec

La ciudad fue construida estratégicamente en la parte más alta de una colina y, por ese motivo, los colonos franceses e ingleses construyeron casi 5 km de murallas para protegerla.

Varios de estos edificios militares (construidos entre el siglo XVII y XIX) se han conservado y se pueden visitar hoy.

Muy de cerca de allí también se encuentran las Llanuras de Abraham (el parque de los Campos de Batalla).

Desafortunamente, no pude disfrutar de un paseo por él ya que estaba totalmente recubierto de nieve, pero este lugar es muy importante para la ciudad y el país: fue el escenario de una de las batallas más cruciales de Canadá que enfrentó el ejército británico y francés durante la guerra de Siete Años (s. XVIII).

A unos pasos de allí también nos encontraremos con el Parlamento de Québec, un edificio de estilo segundo imperio.

La Plaza d’Youville

Es uno de los centros neurálgicos del Vieux-Quebec.

Antiguamente allí se encontraba el Mercado de Saint-Anne.

Está rodeada por el Edificio de Aduanas, el antiguo cuartel de bomberos y el viejo hospital general de Québec.

Si viajáis en invierno, tal y como lo hizo yo, os encontraréis además una gran pista de hielo.

Plaza D'Youville
Plaza D’Youville

La Rue Saint-Jean

Se trata de una de las calles más antiguas de Québec.

Está llena de vida ya que en ella nos encontraremos un montón de restaurantes, tiendas y hoteles.

No dejes de entrar en la tienda de ultramarinos (épicerie, en francés) Moisan, un local de productos gourmet muy pintoresco.

La Asamblea Nacional de Quebec

La Asamblea Nacional de Quebec, ubicada en la colina de Parliament, es una visita obligada para cualquier turista interesado en la historia y la política de Quebec.

Este edificio icónico es el hogar del gobierno de Quebec y es uno de los sitios más importantes de la ciudad.

Qué ver a las afueras de Québec



Como has podido apreciar, aunque la ciudad de Québec se puede recorrer perfectamente a pie, ¡tiene muchísimo que ver!

Además de sus atracciones culturales, Quebec es una ciudad que ofrece una gran cantidad de actividades al aire libre. Puedes tomar un crucero por el río San Lorenzo, visitar el lago Saint Jean o incluso disfrutar de deportes de invierno en las montañas cercanas.

Si aún dispones de unos días más, también te recomiendo las siguientes visitas a las afueras.

Las Cascadas de Montmorency

A aproximadamente 1 hora del centro de Québec (toma el bus urbano n.º 800) se encuentran estos parajes naturales que merecen muchísimo la pena.

Pensé que, tras ver las cataratas de Niágara, no me iban a sorprender, pero… ¡todo lo contrario! Les Chutes de Montmorency, en francés, tienen 83 metros de altura. Caen sobre el lago San Lorenzo, pero lo más impresionante es que existe una pasarela para poder caminar por encima de ellas y poder apreciar toda la fuerza del agua.

Además, ver parte de las cascadas congeladas, es realmente impactante.

Sitio Huron Onhoüa Cheket8e

Gracias a mis Couchsurfers, descubrí que en Canadá aún se conservan reservas indias.

Confieso que cuando realicé esta excursión a hora y media a las afueras, no tenía muy claro con lo que me iba a encontrar…

El bus urbano nº 81 te deja a la entrada del pueblo de Wendake.

Allí se encuentra la pequeña y coqueta Iglesia de Notre Dame de Lorette, símbolo de la conversión al catolicismo de la tribu huron, junto a las Cascadas de Kabir Kouba.

También nos encontraremos con un par de casas indias históricas.

Sin embargo, para llegar al Sitio Huron Onhoüa Cheket8e tendremos que caminar durante aproximadamente 20 minutos a través de una urbanización (con calles que han conservado sus nombres en idioma huron) de lo más moderna y es que, el gobierno le ha propocionado bonitas casas a estos nativos americanos para compensarles por los errores del pasado…

Este sitio es un pequeño “parque de atracciones” donde un guía nos explicará las antiguas creencias y costumbres de este pueblo autóctono.

Cerca de allí también se ha abierto recientemente un hotel con un pequeño museo Huron Wendat. Sin embargo, no tuve oportunidad de poder visitarlo.

El Spa Strom Nordique

A 30 minutos del Vieux-Quebec nos encontraremos de un espectacular oasis de ¿paz?.

Si te gustan los spas, desde luego, el Spa Strom Nordique no puede faltar en tu lista.

Sin embargo, esta experiencia termal con increíbles vistas al río San Lorenzo y Lévis se ha vuelto tan extremadamente popular desde su apertura que es necesario reservar con antelación para poder acceder a él.

Spa'Relajarse

¿Tú también eres un gran fan de los spas y balnearios?

Lévis

Lévis es el pequeño pueblo que se encuentra justo enfrente de la ciudad de Québec.

¿Por qué recomiendo que te dirijas hasta allí?

Pues porque por apenas unos 7 dólares podrás tomar un ferry i/v y tomar unas fotos espectaculares de Québec.

Además, en el mismo puerto de Lévis, puedes aprovechar para visitar uno de los bares más de moda entre los «Québecois»: la cervecería Le Corsaire, de ambiente rock, y que ofrece una gran variedad de cervezas locales y ”pintxos” locales.

Prueba su especialidad, los “pogos”, unas salchichas ahumadas en gabardina que se sirven con ketchup especiado y mostaza.

Si eres un amante de la arquitectura, no dejes de visitar también el puente Pierre Laporte, que es una impresionante obra de ingeniería que conecta la ciudad de Quebec con la orilla sur del golfo de San Lorenzo.

Basílica de Saint-Anne-de-Beaupré

A 30 km de la ciudad, se encuentra este santuario religioso y centro de peregrinación que recibe 1 millón de peregrinos al año ya que, supuestamente, allí tienen lugar milagros y se curan muchas enfermedades.

La Basílica fue construida sobre una iglesia fundada por franceses bretones en el siglo XVII, pero el actual edificio data del 1923.

El Parque Nacional de la Mauricie

El Parque Nacional de la Mauricie, una impresionante reserva natural que alberga hermosos paisajes y vida silvestre. Los visitantes pueden disfrutar de actividades al aire libre como senderismo, canotaje y ciclismo en él.

Los quebequenses y el deporte

El hockey sobre hielo es un deporte muy popular en Quebec y es el hogar de los Montreal Canadiens, uno de los equipos más exitosos de la Liga Nacional de Hockey.

El fútbol canadiense también es un deporte popular en Quebec, y el equipo de fútbol de la provincia, los Alouettes de Montréal, tienen una gran base de seguidores.

En Quebec también se celebra el Gran Premio de Fórmula 1 de Canadá que atrae a miles de visitantes cada año.

En definitiva, si planeas visitar Quebec, te recomiendo que busques información en la oficina turística oficial del gobierno de Quebec.

Esta ciudad es rica en historia y cultura, cuenta con una combinación única de influencias francesas y canadienses, que datan desde la época en que el Rey Carlos III gobernaba la región hasta la Segunda Guerra Mundial.

Cómo llegar a Quebec



En mi caso, tomé un tren de Ottawa a Québec. El trayecto dura unas 6 horas y es realmente cómodo ya que los trenes canadienses, aunque algo lentos, tienen wifi y servicio de cafetería (unas 10 horas desde Toronto).

También se puede viajar en bus con la compañía lowcost Megabus (la misma que utilicé para ir de Toronto a las Cataratas de Niágara).

Si te encuentras en Toronto, la mejor opción es tomar un vuelo ya que apenas dura hora y media (ambas ciudades están a 12 horas de distancia por tierra).

Quebec cuenta con una amplia red de autobuses y trenes que conectan las principales ciudades y regiones de la provincia.

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Dónde comer y dormir



Québec es famosa por su gastronomía.

Si Toronto, me resultó fascinante por ofrecer una variedad abrumadora de comidas del mundo, en Québec nos encontramos con todo lo contrario: recetas caseras, contundentes, con claras reminiscencias a la gastronomía francesa pero con productos regionales de gran calidad y carne de caza.

El jarabe de arce

¿Sabías que Quebec es conocida por su producción de jarabe de arce? Se utiliza en muchos platos típicos de la región.

Podrás encontrar todo tipo de locales, pero si de verdad quieres probar algo auténtico, no dejes de visitar Aux Anciens Canadiens o La Buche (ambos cerca de la Place Royale).

Probé este segundo local por recomendación de la Oficina de Turismo y, aunque no fue barato, la experiencia mereció muchísimo la pena. Degusté platos tradicionales como la famosa «Tourte» (empanada de carne) y la «Soupe aux pois» (sabrosa sopa de garbanzo).

¿Mi recomendación en cuánto a alojamiento? los Lofts de La Cité. A estos pequeños apartamentos en el centro de la ciudad, no les falta de nada para sentirte como en casa.

Aquí podrás consultar mi presupuesto para viajar a Canadá

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