Mi viaje y recomendaciones para viajar a Berna

Sandra Candal

Qué ver en Berna: Mis Imprescindibles



Centro histórico de Berna

El centro histórico de Berna posee un entramado medieval muy bonito.

No te pierdas la bonita Torre del Reloj y los peculiares almacenes subterráneos hoy reconvertidos en locales comerciales.

Entramos en la austera catedral y finalmente en el Kornhaus, un antiguo granero de tres plantas dónde se almacenaban originalmente cereales y barriles de vino ahora reconvertido en un impresionante centro cultural, teatro, cafetería y restaurante.

Conserva aún sus impresionantes techos abovedados y pinturas medievales.

Allí se encuentra también su sencillo ayuntamiento y varios puentes que cruzan el río Aar desde los que disfrutar de las panorámicas más bonitas de la ciudad.

Museo de Arte de Berna 

Este museo de arte de Berna posee obras de Pablo Picasso, Paul Klee, Wassily Kandinsky y Jackson Pollock.

Además, cuando viajé en el 2012, se exponía la escalofriante obra a la artista belga Berlinde de Bruyckere.

Mi viaje a Berna: Diarios de viaje



Por desgracia, llegamos más tarde de lo previsto a casa de Fabián y de su novia, nuestros siguientes Couchsurfers. Pensábamos comprar algo de comida pero ya nos fue imposible encontrar algo abierto. Decidimos que les invitaríamos a cenar fuera pero cuando llegamos ya habían cenado… Así que al final nos prestaron amablemente su cocina nos dejaron preparar un poco de pasta, jejeje.

Esta vez no tuvimos apenas tiempo de conocer a nuestros amables Hosts porque tenían que trabajar al día siguiente. Cuando nos levantamos ya se habían ido y simplemente nos pedían que les dejáramos las llaves en el buzón.
Aquel día tocaría conocer Berna. Se trata de una ciudad agradable, bastante pequeña (130 000 habitantes) que, desde luego, tiene bastante más encanto que Zúrich. Tras desayunar como campeonas, decidimos “condimentar” nuestro viaje con una dosis de arte. El lugar elegido, para empezar la mañana y entrar en el calor, fue el Museo de Arte de Berna.

A continuación, nos dirigimos hacia el bonito centro histórico de la ciudad, patrimonio de la Humanidad. Aunque el tiempo no acompañó paseamos tranquilamente por la vieja ciudad medieval adoquinada y repleta de soportales.

La noche cayó rápidamente así que, cuando llegamos a Basilea (la última parada de nuestro viaje), ya no tuvimos la oportunidad de ver más. (Queda para otro viaje 🙂 ). Nuestro último Couchsurfer, David, estaba trabajando por lo que no llegaría hasta la noche. Para evitar que lo de la noche anterior se repitiese, nos fuimos directas al súper a comprar algo para cenar y, de paso, algo de chocolate y queso para llevar de vuelta para España.

Nos encontramos con que vendían pan y bolsas de queso especiales para preparar la Fondue así que decidimos llevarnos una para compartir con nuestro Host. David nos abrió las puertas de su casa y el pobre, aquella noche, tuvo que hacer de pinche de cocina para nosotras porque no teníamos ni idea de cómo prepararla, jajaja. Tras sofreír en un chorrito de aceite de oliva un poco de ajo, añadió el preparado sin olvidar de añadir dos elementos fundamentales con los que no habíamos contado: vino blanco y un toquecillo de Kirch (licor de cerezas). Tras compartir risas y queso poníamos fin a nuestras aventuras suizas en buena compañía.

Suiza es un país con mucho encanto y me han quedado ganas de volver y visitarlo esta vez en primavera-verano para poder apreciar también sus bonitos paisajes verdes. En general, creo que lo que más nos marcó fue la sencillez de su gente y lo extremadamente bien que funcionaba absolutamente todo (me sé de una que incluso pensó en quedarse, jajaja). Además, una vez más la experiencia Couchsurfing fue increíble y creo que nunca hubiésemos disfrutado tanto del país sin todos ellos. Está claro que la gente, su forma de pensar y sus costumbres son las que hacen un país.

¿Sabes lo que es Couchsurfing? Para saber más sobre cómo ahorrar en alojamiento consulta la sección Consejos para viajar.

4 comentarios

  1. Me impresionan mucho tus historias de couchsurfing!! Me parece increible que por un lado te atreves a meterte en casa de extraños jeje y por otro lado que hay personas que se atrevan a recibir gente que no conocen de nada. Y al dia siguiente se marchan a trabajar sin mas jajajaja. Me encanta!

  2. Hola Diana, te contesto yo también, que supongo que Sandra lo hará en breve (está de viaje, como no jeje). La experiencia en Suiza con ella fue mi primera como couch, y la verdad, es alucinante, todas esas personas comparten algo, son abiertos de mente, y no tienen miedos muchas veces injustificados, como tenemos aquí. Cuántas veces no metemos gente en casa que no conocemos, quei nadie nos ha dicho nada de ellos… pues en couch-surfing tienes una ficha con recomendaciones de gente sobre esa persona, y suele ser bastante fiel a la realidad!

    Cómo ejemplo yo aluciné con uno de nuestros couchsurfers que llevaba 10 años o más recorriendo el mundo así… y ni una experiencia mala! ah! y nada de tópicos de serán gente hippie y tal, al contrario, todos eran suizos con buenos trabajos y buenas casas, pero supongo que eso tambien es porque era este país…

    La verdad, Suíza es increible, y sí Sandra, viviría allí si hablasen español e hiciera este Sol, jeje.

    Hasta la proxima!!

    1. Eviña, te nombro administradora de mi blog mientras estoy de viaje, jajajaja. ¡Pero qué bien le has explicado todo a Diana! jajajaja 😀

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