Mi viaje e itinerario por la Costa Azul

Sandra Candal

Otro viaje por Francia que fue muy especial gracias a la compañía de unos grandes amigos.

Esta vez el reto era importante: viajar en coche desde Barcelona por toda la Costa Azul.

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Itinerario por el Sur de Francia desde Barcelona



Girona

Antes de cruzar la frontera, bien vale la pena detenerse aunque sólo sea para comer en Girona.

Este pequeño municipio catalán posee un casco antiguo precioso, el Barri Vell.

¡Tan espectacular que hasta se ha estado rodando Juego de Tronos allí últimamente!

Además, no dejéis de acercaros también al río Oñar para ver esas bonitas casas coloridas.

Montpellier

Montpellier, aunque es la octava ciudad más importante de Francia.

Es una ciudad relativamente joven en comparación con todas las demás que la rodean aún así posee unos cuántos edificios históricos como su Catedral, su facultad de Medicina y el acueducto de San Clemente.

A apenas 30 minutos en dirección a la costa se encuentra la Grande Motte, un lugar interesante para los amantes de la arquitectura ya que allí se edificaron durante los años 60-75 edificios inspirados en las pirámides precolombinas y obras de Oscar Niemeyer.

Niza

Niza es una de las ciudades más turísticas y chics de la Costa Azul.

Al encontrarse cerca de Italia, estuvo en el pasado ligado a ese país y conserva en las calles du Vieux-Nice una inspiración claramente mediterránea.

Mónaco

¿A quién no le suena Mónaco y no conoce su famosa monarquía, casi siempre portada de las revistas?

Este pequeño país de 2 kilómetros, fronterizo con Italia, en el que se habla francés, se recorre rápidamente tal y como podéis imaginaros.

Toda la ciudad se encuentra alrededor de su puerto y de su carretera principal.

Yates, lujosos hoteles, casinos y ferraris fue más destacable que vimos en una tarde.

Nîmes

Esta ciudad del Sur de Francia es conocida por sus ruinas romanas: conserva su anfiteatro (la Arena de Nîmes), la Maison Carrée (un antiguo templo) y el impresionante acueducto conocido como el Puente del Gard, del s. I d.C. de enorme tamaño, Patrimonio de la Humanidad. Éste se encuentra a 20 kilómetro de la Nimes.

Aviñón

Aviñón tiene una historia particular ya que fue capital de los papas del s. XIV hasta el XVIII, época en la que la ciudad pertenecía a los Reyes de Sicilia.

Su centro histórico, en el que se encuentra el Palacio de los Papas, es Patrimonio de la Humanidad.

Conserva también sus antiguas murallas del s. XIV y un puente medieval.

Carcasona

¡Otro lugares Patrimonio de la Humanidad del Sur de Francia!

La ciudadela de Carcassonne, que parece de postal está separada de la ciudad moderna y para acceder a ella lo recomendable es cruzar el río Aude a través del Pont Vieux (Puente viejo).

Aunque ya existían asentamientos anteriores, no fue hasta el s. V que se empezó a construir la Ciudad fortificada de Carcasona.

Durante la época feudal se convirtió en un centro económico importante de la región.

Collioure

Antes de regresar a España decidimos detenernos en el pequeño pueblo costero de Collioure.

La luz del lugar es tan especial que pintores como Matisse la visitaron para pintarla.

El pueblo también es conocido porque allí falleció Antonio Machado durante el exilio.

Figueres

Nuestra breve y última parada sería en Figueres, la ciudad de Dalí.

Allí se encuentra su Teatro-Museo pero el pueblo también posee el castillo San Fernando (s. XVIII) y otros muchos museos.

Mi viaje al Sur de Francia: Diarios de viaje



La primera parada fue en Gerona y la verdad es que es uno de estos miles de pueblos españoles con encanto. Aparte de disfrutar de la gastronomía catalana a lo grande, también visitamos el Barri Vell y la catedral.

A la noche llegábamos a nuestro centro de operaciones, una casa rural (La Petite Cadèle).  Visitaríamos al día siguiente Montpellier, ciudad sencilla pero coqueta, y a la tarde nos fuimos a ver el mar a la Grande Motte, un pueblecito conocido por sus peculiares edificios de veraneo en forma de dunas.

Al día siguiente nos fuimos hasta Niza, el lugar que más me gustó. El Vieux-Nice, con sus colores cálidos, nos hace viajar de repente al Mediterráneo, a Italia. Además viendo el mar de la costa es cuando uno realmente entiende porque se llama la Costa Azul. Su color es realmente espectacular.

En un ataque de locura decidimos seguir más al este y ese día llegamos finalmente hasta Mónaco. Nos dimos un breve paseo por el pequeñísimo principado, por La Condamine,  su puerto lleno de yates, y por Montecarlo con sus coches caros, casinos y hoteles de lujo. El estado más pequeño de Europa me decepcionó un poco pero el atardecer y sus preciosos colores de la costa a la vuelta, pasando por Cannes, merecieron la pena.

Al día siguiente nos esperaba Nîmes. Visitamos tanto la famosa arena romana como el antiguo templo romano, Maison Carrée. Persiguiendo más vestigios romanos, nos fuimos hasta el puente del Gard que realmente impresiona por su enorme tamaño (tenía la doble función de acueducto y puente). Al atardecer, antes de volver a Montpellier, hicimos una parada por Aviñón y vimos el impresionante palacio papal (Palais des Papes) y fuimos a cruzar el puente de Aviñón como dice la canción infantil.

Finalmente para concluir nuestro viaje visitamos la bonita ciudadela amurallada de Carcasona, conjunto arquitectónico medieval declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997.

Antes de volver a Barcelona hicimos un par de paradas más: en Colliure, un pueblecito pesquero preciosísimo dónde residió y está enterrado Antonio Machado y finalmente en Figueres (aún tengo pendiente mi visita al museo Dalí).

Fue una ruta muy ambiciosa, muchos kilómetros, mucha carretera pero realmente fue otro viaje más inolvidable. A día de hoy ese azul tan intenso de la costa sigue invadiendo mi memoria a cada que aún recuerdo este Road Trip entre amigos.

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