Mis viajes y recomendaciones para viajar a Budapest

Sandra Candal

Descubrí por primera vez Budapest en el 2011 durante mi recorrido por las capitales imperiales (junto a Praga y Viena).

Sin embargo, siempre me había quedado la espinita clavada por no quedarme más tiempo en ella. ¡Fue la que más me gustó de las tres!

Aquí encontrarás el relato de mis aventuras durante mi primera visita además de todos los lugares que descubrí ya con más tiempo, tras vivir durante 2 semanas en la capital de Hungría en marzo de 2020 (antes de tener que regresar a España por culpa de la pandemia).

Qué ver en Budapest



Castillo de Buda, la Colina Géllert y la Citadella

El castillo de Buda se encuentra en la parte más frondosa y montañosa de la capital húngara.

El actual Palacio Real se encuentra sobre el emplazamiento del castillo primitivo construido en el siglo XIII.

Junto a él se pueden ver las antiguas ruinas de Aquiqum (el primer asentamiento celta que luego se convertiría en ciudad romana).

Hoy el Castillo alberga la Biblioteca Nacional de Hungría, la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest (el Museo del Castillo) de los que también os hablaré a continuación en la sección “Museos”.

Si quieres ahorrarte la cuesta para subir hasta el castillo, puedes también acceder a él tomando su funicular del Castillo de Budapest (Sikló) construido en 1870 que cuesta unos 3 euros por trayecto.

El Gran Hotel Budapest

Si eres fan de la película, descubrirás que el funicular de la película se inspira en el de Budapest. Sin embargo, no te esperes encontrar el hotel en la cima de la colina. Se trata de un pastiche de varias localizaciones: Dresde, Görlitz y Karlovy Vary.

Una vez estés en el castillo, te recomiendo que sigas recorriendo el Barrio / la Colina del Castillo (Szent Györgi Ter) donde se encuentran gran parte del centro histórico de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad.

La calle Úri está llena de bonitas casas originalmente de época medieval y que fueron remodeladas con detalles góticos o renacentistas (del siglo XV a XVII) por sus posteriores propietarios.

De hecho, una particularidad es que se han dejado varios trozos a la vista para mostrarnos ese pedazo de historia.

Si decides seguir paseando simplemente a lo largo del Danubio, no dejes de pasar delante del bonito Castle Garden Bazaar (varkert-bazar), una increíble joya neorrenacentista.

Otro paseo muy recomendable una vez hayas subido es pasear por el Monte Gellert y acabar tu recorrido en la fortaleza llamada Citadella, donde se encuentra la Estatua de la Libertad o Monumento a la independencia (una mujer con una hoja de palma de 14 metros de alto como homenaje a los soltados soviéticos que cayeron liberando Budapest en 1045).

Es uno de los miradores más impresionantes de Budapest (podrás ver la curva que hace el Danubio, el Parlamento, el puente de las Cadenas, el puente Elisabeth y el Mercado Central).

Al salir y bajar, te encontrarás además la Cueva Gellert o Capilla rupestre (Gellert Hill Cave), una curiosa iglesia que ha sido construida en la roca en 1926. Detrás de la capilla se encuentra un monasterio con torrecillas neogóticas.

En la acera de enfrente se encuentra otro de los balnearios más conocidos de la ciudad: el balneario Gellert.

El Parlamento y los Zapatos en la Orilla del Danubio

El Parlamento de Budapest, construido a finales del s. XIX y principios del XX, es uno de los edificios más imponentes y emblemáticos de la capital.

La majestuosidad de su fachada es impresionante, pero su interior no se queda atrás.

Tienen visitas guiadas casi todas las horas en las que podrás recorrer la escalinata principal, la sala de la Cúpula donde se encuentra la corona de San Esteban, la sala de los Diputados y la sala del Congreso.

Reserva con antelación ya que se trata de unos de los lugares más turísticos.

Al salir, junto al río, verás un monumento homenaje a los miles de judíos que fueron asesinados durante la Segunda Guerra Mundial y es que, se les obligaba a tirarse al río Danubio en sus meses más fríos, muriendo así de congelación…

Esos pares de zapatos nos recuerdan aquellas tragedias.

El Bastión de Pescadores y la Iglesia de San Matías

Además de tener una arquitectura de lo más pintoresca (neogótica/neorromántica – que da la sensación de estar en un cuento de hadas medieval y que recuerda mucho a la Catedral de Viena), este mirador nos ofrece maravillosas vistas al Río Danubio, al Puente de las Cadenas y al Parlamento.

Esta iglesia de San Matías, de estilo neogótico, se encuentra en la colina del Castillo.

Está cubierta de coloridos azulejos, sus vidrieras y frescos y está rematada con una esbelta aguja.

Lleva su nombre por el rey Matías Corvino que se casó en ella en el siglo XV (la creación neogótica posterior es obra de Frigyes Schulek).

Puente de las Cadenas (y otros puentes)

La ciudad se desarrolló básicamente alrededor del Danubio.

De un lado, Buda y Óbuda y del otro, Pest. El Puente de las Cadenas, el más antiguo de la ciudad, es la unión más representativa de ambas partes, con sus enormes leones a cada lado que vigilan la entrada.

Fue construido entre 1839 y 1849 por el ingeniero Adam Clark, destruido durante la segunda guerra mundial y reconstruido en 1949.

Sin embargo, también debes saber que existen otros puentes igualmente de bonitos y que son preciosos miradores:

  • El puente de Margarita construido en el s. XIV une Buda con la Gran Avenida de Circulación y se encuentra en el extremo sur de la Isla de Margarita. Se caracteriza por las sirenas que decoran los pilares del puente obra del escultor francés Thabart.
  • El puente de Isabel. Se trata de un puente colgante blanco, resplandeciente, de principios del siglo XX. Se encuentra muy cerca del Mercado Central y desde él también tendremos espectaculares vistas a la colina del Castillo.
  • El puente de la Libertad (Puente de Szabadsag). Es un puente voladizo que fue inaugurado a finales del s. XIX.

Basílica de San Esteban

La catedral de Budapest se construyó a principios del siglo XX.

La entrada es gratuita (se puede dar la voluntad).

Detrás del altar mayor se encuentra la joya de la basílica: la reliquia de la mano derecha momificada de San Esteban.

Lo más espectacular del edificio es su cúpula.

Se puede subir tras pagar la entrada (pero sus vistas no son las más impresionantes de la ciudad).

Muy cerquita de ella también os encontraréis con varias estatuas curiosas:

– El Fat Police Statue: Una divertida estatua de un viejo policía gordiflón. La leyenda dice que le frotáis la panza, volveréis a Budapest.

La estatua de Ronald Reagan… ¡Que curiosamente nunca pisó Budapest!

El controvertido Monumento a las Víctimas de la Ocupación Alemana que se encuentra en Liberty Square (muchos judíos siguen acusando al estado húngaro de haber colaborado con los nazis por lo que todos los días allí dejan fotografías, velas y mensajes allí como acto de protesta).

Mercado Central de Budapest

Si hay una visita que nunca falta en mis viajes es darme una vuelta por los mercados (es lo que tiene que te guste cocinar y comer).

El edificio del Mercado Central de Budapest construido a finales del s. XIX es especialmente interesante por la gran variedad de productos y, sobre todo, porque alucinaréis con las variedades de pimientos secos y pimentones (el famoso paprika) que hay.

También encontraréis muchos puestos de foie gras húngaro (más económico que el francés), tiendas de licores donde podréis comprar vino dulce (Tokaji) o el tradicional licor de hierbas Unicum y un montón de puestos de souvenirs.

La Plaza de los Héroes, el Parque de la Ciudad y el Castillo de Vajdahunyad

Esta bonita plaza posee un imponente monumento con las estatuas de jefes de las siete tribus húngaras.

En la cúspide de la columna central, se encuentra el arcángel Gabriel además de la tumba del Soldado Desconocido.

Por ella han desfilado todos los gobiernos y siguen celebrándose allí manifestaciones y celebraciones populares.

Junto al monumento nos encontraremos el Museo de Bellas Artes del que hablaré a continuación y el llamado parque de la ciudad donde se encuentra el castillo de Vajdahunyad.

Se trata de un castillo inspirado en la capilla románica de Ják (al oeste del apís) y su torre es réplica del castillo de Sighisoara, en Transilvania.

El conjunto ecléctico se encuentra junto a un bonito lago.

A un paso de allí se encuentra el famoso balneario de Széchenyi y el restaurante Gúndel, considerado como uno de los mejores restaurantes de la ciudad según Patricia Schultz.

Plaza de los Héroes
Plaza de los Héroes

La Avenida Andrássy y la Ópera Nacional de Hungría

Desde la plaza de los Héroes también sale una de las avenidas de 3 km más distinguidas de la capital, la Andrássy Ut.

En ella vivían en el siglo XIX las familias más acomodadas y nos encontraremos numerosos edificios de líneas neorrenacentistas, mansiones románticas y palacios rodeados de elegantes jardines.

La ópera de Budapest es de estilo italiano neorrenacentista y ha sido diseñado por Miklós Ybl en 1884.

Se inspiró en la de Viena.

Se encuentra en la Avenida Adrássy.

Si no vas a asistir a ningún concierto u ópera, también puedes apuntarte a sus visitas guidas que se venden en la tienda de souvenirs que está en el lado este del edificio.

Isla Margarita

La Isla de Margarita está en el medio del Danubio y se trata hoy de un enorme parque público en el que hay bonitos jardines que podrás recorrer en bicicletas de alquiler o en coche de caballos, un balneario moderno (Danubius Grand Hotel Margitsziget), el Centro Acuático Nacional Álfred Hajós y el Palatinus, un recinto con piscinas al aire libre, toboganes y playas.

Váci Utca

La calle peatonal Váci, en el barrio de Pest, parte de la plaza Vörösmarty.

Es una de las principales arterias comerciales y turísticas de Budapest.

La cruzan otras calles llenas de encanto como Régi posta utca, Kigyó utca y Parisi utca en las que te encontrarás preciosas cafeterías.

Los viejos cafés de Budapest

Si eres un(a) amante del café y los dulces, también estás de enhorabuena. Gran parte de mi presupuesto en comidas fue en meriendas ya que Budapest posee cafés antiguos/confiterías con un encanto incomparable (al igual que Viena, pero con precios mucho más asequibles). Por unos 3-4 euros podrás tomarte un buen café y tartas que quitan el sentido rodeado de lujo y glamour.

Visité el Gerbeaud (en mi anterior visita), el Café Astoria, el espléndido Café Parisi y la confitería Ruszwurm, más humilde pero famoso por haber sido proveedores del palacio real (se dice que recibían encargos de la emperatriz del Imperio austrohúngaro, Sissi) pero, existen un montón más (compruébalo en el mapa).

Los Ruin Bar y Kiraly Street

Una de las cosas que más me sorprendió durante mi primera visita a Budapest es que jamás pensé que los húngaros fueran tan marchosos.

Aunque sólo estuve en la discoteca-sala de conciertos A38, durante los últimos años, los Ruin bars se han convertido en todo un reclamo turístico siendo el más famoso el Szimpla Kert.

Nota: ¡Mi intención era visitarlo durante mi estancia en marzo de 2020… hasta que el coronavirus revolucionó nuestras vidas! Aún así te he marcado en el mapa donde se encuentran para cuando podamos volver a viajar.

Gül Baba y el Rosegarden

Esta tumba recoge los restos de un derviche otomano que participó en la toma de Buda en 1541,

Gül Baba, conocido como el padre de las rosas, de ahí el nombre del parque.

Se trata de un lugar de peregrinación para los musulmanes.

Posee un bonito café con vistas.

Gül Baba y Rosegarden
Gül Baba y Rosegarden

Museos y otras atracciones de Budapest



Galería Nacional Húngara

Este museo de cuatro plantas nos presenta las obras más importantes del país: desde obras medievales, renacentistas hasta una colección de pintura interesantísima y de los (para mí) desconocidos László Mednyánsky, József Rippl-Rónai, Tivadar Csontváry, Vilmos Aba-Novák o Mihály Munkácsy.

Gran Sinagoga

Es una de las sinagogas más grandes del mundo con una cabida de 3000 fieles.

Se ofrecen visitas guiadas en varios idiomas.

Fue construida en 1859 por lo que su arquitectura combina el estilo romántico y árabe.

Anexo a la sinagoga, se encuentra el Museo Judío que contiene objetos relacionados con la vida religiosa y cotidiana, una sala sobre los acontecimientos de 1944.1945 y un monumento al Holocausto (se trata de un árbol con hojas de metal con los apellidos de las 40 000 víctimas que fallecieron en el barrio judío).

Casa del Terror

En este antiguo cuartel de la policía secreta, se ha inaugurado este museo sobre los crímenes y atrocidades realizadas durante los regímenes fascista y estalinista en Hungría.

En él nos encontraremos un tanque en el patio central, exposiciones fotográficas y celdas de presión reconstruidas.

Museo de Bellas Artes de Budapest

En este museo nos encontraremos con la principal colección de arte extranjero de la ciudad con obras de las escuelas holandesa, flamenca, española, italiana, alemana, francesa e inglesa del siglo XIII a XXVIII, objetos egipcios y grecorromanos y pinturas impresionistas.

Se ofrecen visitas guidas en inglés por las principales galerías.

Vigadó Concert Hall

La segunda sala de conciertos más importantes de la ciudad se encuentra junto al Danubio fue construida a finales de s. XIX.

Hoy en día podemos disfrutar de su edificio romántico con variantes moriscas y figuras de la historia de Hungría esculpidas, reconstruido en 2006.

Laberinto

¿Sabías que toda la colina de Budapest está llena de kilómetros y kilómetros de cuevas que se utilizaron como refugios durante las guerras?

El laberinto (recomendado por Patricia Schultz, ¡pero no por mí) es una atracción/museo con 1200 metro de recorrido y varias salas con pinceladas de la historia del país en los que perderse en medio penumbra y para pegarse sustos.

¡No apto para agorafóbicos ni gente con prisa!

Budapest Eye

¿Apenas vas a pasar unas horas en Budapest y no te da tiempo a subir a la Colina Gellert?

El bus de aeropuerto puede dejarte en la plaza Déak Ferenc y allí podrás subirte a una noria para ver toda la ciudad desde las alturas.

Museo hospital de la Roca

Este curioso museo se encuentra en la Colina de Budapest.

Al igual que el Laberinto, no es un lugar adecuado para claustrofóbicos. Este antiguo hospital quirúrgico de 2300 m se encuentra bajo tierra.

Fue utilizado durante la Segunda Guerra Mundial y la Revolución Húngara (año 56).

En él se rinde homenaje al personal sanitario y hay una pequeña exposición dedicada a la paz en recuerdo al lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki.

El Museo Hospital de la Roca
El Museo Hospital de la Roca

Memento Park

Este parque de las estatuas se encuentra a las afueras de Budapest.

Posee más de 40 bustos, estatuas de Lenin, Marx y otros trabajadores heroicos realizados durante la época comunista del país.

Para visitarlo, tendrás que tomar el tranvía 19, 49 o el bus 7 hasta XI Etele Tér y luego dirigirte hasta Diósd-Érd.

Los Balnearios de Budapest



Budapest es mucho más grande de lo que parece, tiene muchas cuestas… así que cuando estés agotado, ¡Nada mejor que disfrutar de un poco de relax en sus balnearios!

Budapest es la capital de los baños termales. Por unos 8-20 euros puedes disfrutar de sus aguas termales en una de las muchas instalaciones a los que les dedico todo un artículo aquí.

Excursiones de un día a las afueras de Budapest



Te recomiendo que no dejes de realizar una excursión a la Curva del Danubio (Recorrido por los pueblos históricos de Esztergom, Visegrád y Szentendre) y/o visites la preciosa ciudad de Pécs.

Además, recuerda que también estás muy cerca de la ciudad eslovaca de Bratislava y de Viena (Austria).

Dónde comer y dormir en Budapest



Aquí puedes ver más información detallada sobre mis recomendaciones y el gasto medio de mis comidas: Presupuesto para viajar a Hungría.

Nota: ¿Qué esta lista de Imprescindibles te ha sabido a poco? Aquí te dejo más información práctica sobre qué ver en Budapest en 3 días del blog Un poco de Sur . 😉

Vistas desde Buda
Mi primera visita a Budapest en 2011

Mi viaje a Budapest: Diarios de viaje (2011)



Mientras esperaba mi tren nocturno conocí a tres matrimonios mayores de españoles que enseguida me «adoptaron». Intercambiamos opiniones sobre Praga, Viena y Budapest y me avisaron de que ¡había comprado un asiento y no una litera tal y como pensaba!

Me fui corriendo a hacer el cambio, pero sólo se podía comprar directamente en el tren. Minutos después, como si de un chiste se tratara, estábamos allí un chileno, un japonés y yo, en la misma situación, intentando conseguir una cama…

Arreglado el asunto, poco después, me encontraba en un tren muy moderno, con un compartimiento de tres camas con un pequeño lavabo y armario para mí sola. Las parejas españolas en mi pasillo vacilando con quién acabaría… si con alguno de los 3 americanos – en el compartimiento de al lado-, con el chileno o el japonés ya que era la única “hembra” a la redonda. XD

El viaje fue estupendo, descansé genial. 

Viajar de Praga a Budapest en tren nocturno con litera

Si no quieres perder tiempo mientras te mueves de una ciudad a otra, es una gran opción. Aquí podrás encontrar las tarifas y horarios.

Después de dos días acostumbrándome a las coronas checas ahora tocaba cambiar a florines húngaros. Siguiendo las instrucciones de mi Couchsurfer, cogí un autobús y me fui a dejar mis cosas a casa de Tamas y su novia Gaby. Vivían en una encantadora casita de su propiedad (con un pequeño jardín) a las afueras de la ciudad. Hicimos las presentaciones y quedé con ellos para por la noche.

¿Sabes lo que es Couchsurfing?

Para saber más sobre cómo ahorrar en alojamiento consulta la sección Consejos para viajar

Volví a mi punto de partida, la bonita estación de ferrocarril de Keleti, y me fui directamente a buscar el Danubio. Recorrí toda la orilla izquierda, el lado de Buda, hasta llegar el bonito Bastión de los Pescadores, que parece un castillo de cuento de hadas y desde el cual las vistas son maravillosas. Crucé el Puente de las Cadenas y por la tarde paseé por Pest, un barrio lleno de vida, con calles comerciales, con edificios muy diferentes: algunos, reflejo de la grandeza de lo que fue el antiguo imperio austrohúngaro; otros, de corte más rectos y sobrios en total declive (comunistas); finalmente otros edificios con rasgos más autóctonos, coloridos y folclóricos parecidos a la bonita Iglesia Calvinista que había visto a la mañana. Le hice caso a Patricia y decidí que uno de los souvenirs que me traería de vuelta a casa– aparte de los típicos y riquísimos Kürtöskalács – sería unas exquisiteces de la pastelería Gerbeaud.

Gerbeaud Budapest Hungría
Gerbeaud en 2011

A la noche, Vasily me propuso un plan genial: ir a un concierto. Como gran aficionada a la música, no me lo pensé dos veces pero cuando vi que la sala de concierto, la A38, era un antiguo buque militar que se encontraba anclado en el mismísimo Danubio creí que estaba soñando. La Kerekes Band, una banda de música de fusión muy famosa en Hungría llenó el barco que se balanceaba al ritmo del concierto. Una noche diferente e inolvidable…

A la mañana siguiente a pesar de levantarme con energía, mi cuerpo – tras caminar sin cesar durante 2 días por Praga y Kutna Hora y 1 día por Budapest – dijo basta. Me dolían muchísimo la espalda, las piernas, las rodillas y los tobillos por lo que fui incapaz de seguir con el ritmo. A regañadientes y viendo que Budapest era mucho más grande de lo que me imaginaba, no me quedó otra alternativa que subirme a un bus turístico y efectivamente hubiese sido imposible recorrer toda la ciudad a pie… El autocar me dejó en el Monte Gellert, en lo alto de la Ciudadela y pude disfrutar de unas vistas increíbles, de la bonita curva que hace el Danubio.

Mi Couchsurfer me recomendó no dejar la ciudad sin probar sus aguas termales así que visto mi estado lamentable, pasar la tarde en uno de los balnearios y spas de la ciudad me pareció una gran idea (sobre todo, porque quería recuperar fuerzas para Viena, la última ciudad de mi recorrido). Vasily me recomendó ir al balneario Gellert  (recomendado también por Patricia). ¡Uno de los recuerdos más bonito del viaje! Llegué a mediodía y había muy poca gente, la mayoría budapestinos con abono ya que se trata de una “piscina” pública. Poder pasar toda la tarde allí por 12 euros y poder nadar en un entorno sin igual: una arquitectura de ensueño, azulejos pintados a mano, columnas y vidrieras Art Deco… Me sentí como una reina del mundo y salí de allí totalmente repuesta además de tener la piel extremadamente suave tras varias horas a remojo.

Tras dos días muy completos que mezclaron de todo un poco – paseos a lo largo del río, un poco de cultura autóctona, fiesta nocturna y relax – confieso que Budapest me prendó totalmente. Tiene un encanto sin igual. 🙂

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7 comentarios

  1. Me has traído muy buenos recuerdos de cuando estuve en Budapest! Con mis amigas también nos hinchamos a dulces en Gerbeaud, y también nos remojamos en las aguas del balneario Gellert… tuvimos algún que otro problema con timadores callejeros, pero lo pasamos muy bien 😉

    1. La verdad es que tengo muchas ganas de conocer más Hungría. La experiencia con mis Couchsurfers y sus amigos fue genial pero sí que es cierto que también vi bastante pobreza, mucha gente pidiendo por las calles… Afortunadamente, yo, nada de timos…

    2. Curiosamente, yo también vi bastante pobreza… Se nota que todavía no viven tanto del turismo como Praga, pero quizás eso la hace más auténtica… 😉 Lo del timo da para un post… El día que me ponga, me despacharé a gusto!

      Un abrazo!

    1. Muchas gracias! Yo es que soy muy fan de los balnearios-spas-baños. Cualquier país es buena excusa para meterse a remojo. Budapest se ha convertido en una de mis capitales europeas favoritas. Yo también muero por volver! Gracias por leerme y por dejarme un comentario. 😉

  2. Debe visitar el Parlamento.

    WOW! Qué es un edificio sorprendente! Nos unimos a una visita guiada para recorrer esta hermosa estructura en el interior, habiendo ya nos miraba con asombro en el exterior! Estábamos totalmente atónitos al esplendor del lugar, y de los hechos históricos e interpretaciones de nuestra guía sólo ayudó a llevar todo eso a la vida.

    No olvides prebook las entradas con el fin de evitar largas colas de espera.

    1. Ay, Alberto! No me digas eso, jajaja. Bueno, ya tengo una MUY buena excusa para volver a Budapest. Es una ciudad que me encantó así que no me importaría nada.
      Gracias por tu comentario!!!

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